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Capítulo 7: Sin RastroEl rápido golpeteo de las patas de los caballos cortaba el silencio casi sepulcral de la noche.
La rubia abrazaba con un poco más de fuerza a la pequeña a su cuidado, una niña de cabellos castaños de nombre Asuán.Mana tirito, las noches en Egipto eran frías, y ninguno de ellos traía las ropas para mantenerse calientes, bueno tal vez __________, pero ella siempre llevaba aquella extraña capa.
Dentro de nada llegarían a territorio del Faraón, el pueblo sería lo primero, de reojo la rubia logró ver a los ocupantes del segundo caballo: Yosef, el amigo rubio de la princesa y a Kisara, una hermosa albina.
Un poco más adelante la tricolor miraba a todas partes, parecía preocupada y siendo sincera, Mana no sabia si estaba preocupada por su hermano o por el rey de los ladrones.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, por lo que se reprendio inmensamente, no era el momento de sentirse feliz por la vida amorosa de su amiga. Suspiro y fue en ese momento en que un gran estruendo se escucho por todos lados.
Ese extraño sonido resonó por todos lados, erizado la piel del peculiar grupo.
—¡Mana! ¡Llevalos por la parte de atrás de Palacio! ¡Creo que hay un problema! —
La mencionada, confundida, asintió. Apenas había comprendido la orden por el viento y la rapidez con la que se desplazaban.
Haciendo una seña a sus acompañantes se separaron, suplicando a Ra que _________ estuviera bien, esta siguió esperando encontrarse con su hermano y que sus amigos estuvieran a salvo....
A penas entrar en los jardines frente a Palacio la tricolor casi dio un salto de su caballo, resintiendo ligeramente su tobillo. Siguió corriendo de todas formas y entrando por una puerta lateral a la principal pudo ver lo que ocurría. Lo primero en recibirla fueron gritos y sonidos de una pelea.
—¡Pude tomarlo! ¡A pesar de ser tan estúpidamente importante lo tengo! ¡Y no vale nada! —
Akefia. Aquella persona a la que conoció mientras no estuvo, el chico albino estaba ahí.
Pero no es a quien conocí, es alguien más. Nuestro Akefia, MI Akefia no haría esto.
Las joyas que adornaban el cuerpo del ladrón confundieron a la chica, quien mirando más detalladamente se encontró con algo que la horrorizo. El cadáver de su padre estaba ahí, siendo ultrajado por el chico. Mientras los sacerdotes luchaban con él, Atem intentaba llegar al cuerpo de su padre.
—¡Pude tomar a su amado Faraón Aknamkanon y no pudieron hacer nada! —
Reteniendo el aliento _________ salio y detuvo un ataque que parecía ir directo hasta su hermano. Podía seguir odiando la forma en la que su hermano la reprendio, no lo perdonaba por lo ocurrido esa noche, pero seguía siendo su familia y el único que le quedaba.
—¿A caso no quedo claro, Ladrón? ¡Debes irte y no volver! —
Los ojos del albino se posaron en la chica, una ligera sonrisa adorno su rostro y sus ojos volvieron a tener ese destello violeta.
Pero fue en ese momento que Atem logró tomar el cuerpo de su padre*, la estupefacción de todos fue tal que el silencio se hizo por unos segundos. Aquel destello desapareció y los repentinos aplausos, provenientes del tío de los gemelos tricolor heló a todos.
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YugiOh: La Hermana De Atem (____)
FanfictionEl presente, el pasado y el futuro. Los dioses decidieron darle una oportunidad a un par de hermanos que se sacrificaron en su nombre. Pero él y su repentino amor por ella, esa luz en sus ojos fue suficiente para decidir dejar su venganza. Aunque...