Infiel

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¡¡Lo prometido es deuda, así que les traigo otro capítulo!! Lamento mucho la demora T . T  espero que sea de su agrado.



Me levanté sola en aquella gran cama. Aquel espacio donde estaba Ji Yong estaba ahora vacío y frío. Sobre la almohada descansaba una nota.


Nena tuve que irme y no quise despertarte. No pude extender un poco más mi estadía aunque morí por verte despertar en mis brazos. Juro que buscaré la manera de volver lo más pronto que pueda. Aún no me he ido y ya te extraño. Te pertenezco en cuerpo y alma. Te amo Nena.

Ji Yong.


Dejé la nota aún lado y hundí mi cara en la almohada. El olor de Ji aún estaba presente. Aspiré su aroma. Quería impregnarme de él, posiblemente no lo volvería a verlo en mucho tiempo. Esperaba que este aroma se inmortalizara en mi cerebro, se quedara clavado en mis sentidos. El sonido de mi celular me sobresaltó. Creí que podría ser Ji Yong que lo contesté desesperadamente sin fijarme en nada.

-¿Aló? – dije emocionada.

-Lizeth – al oírlo mi emoción murió. Aquella no era la luz que quería escuchar.

-¿Pasó algo Phil?

-Solo quería saber si estás bien. No llegaste a dormir y me preocupé ¿d..dónde pa...pasaste la noche? – me preguntó pero su voz sonaba extraña. Había cierta intriga en ella y hasta desconfianza.

-Con Mina – respondí fijamente.

-¿S...seguro?

-Phil no creo que debas pedirme explicaciones cuando yo no te las he pedido a ti en un buen tiempo – no sé qué le pasaba. Era raro tener que rendirle cuentas a Phil y hasta un punto era molesto porque hace años que lo que hacía o dejaba de hacer no era de importancia para él.

-Pero...

-Tengo que colgar – le interrumpí y colgué antes de darle oportunidad a Phil de decir algo más.

Estaba aún acostada cuando me entró la curiosidad de recorrer aquel departamento. Era lujoso si pero no podía creer que aquí viviera una gran superestrella como él. Amarré una sabana para cubrir mi cuerpo desnudo y primero mire toda la habitación, no había más que varias prendas de vestir que parecían comunes. En el baño, aseos personales pero casi sin usarse. Salí y me dirigí a la sala, no había ninguna fotografía, libros o algo, la decoración era espectacular y elegante pero no daba ese aspecto de calidez que tiene la sala de cualquier casa o departamento. La siguiente fue la cocina, las comida eran enlatados, fideos y cosas que no se dañan. Así vagué por toda la casa y estaba convencida que esta no era la residencia permanente de Ji. Supongo que debe ser una de las tantas propiedades que tiene. Tal vez... tal vez esta era el departamento donde traía a cualquier chica con la que quería pasar la noche. Esa idea me molestó de sobremanera.

Regresé nuevamente al cuarto, miré fijamente la cama ¿Cuántas mujeres estuvieron aquí antes que yo? ¿Con cuántas mujeres hizo el amor en la misma cama donde me había hecho el amor? ¿Cuántas gritaron su nombre como yo en esta cama? ¿Cuántas mujeres amanecieron con una nota de él? Mi ira y a la vez tristeza iban en aumento. Mi celular sonó por segunda vez en el día. Esta vez miré antes de contestar.

-¿Cómo amaneció la nena más guapa y sensual de todo el mundo? – lo escuché reír.

-¿A cuántas? – le pregunté y juro que incluso mis dientes sonaron.

Mi famoso amanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora