Mi famoso amante

Nuestro final

Seis meses después

Estaba aquí visitando su tumba otra vez, dejé el ramo de rosas sobre su lápida. No pude evitar llorar al leer su nombre, si tan solo no hubiera tomado decisiones incorrectas, tal vez, solo tal vez aún estaría aquí y quien sabe buscando la oportunidad de ser feliz.

No todo había sido malo a su lado. Recordaba todos los buenos momentos y eso es lo que me hacía soltar aún más lágrimas. De alguna forma siempre formaría parte de mí porque aunque juntos no tuvimos un final feliz, en el camino encontré mi profunda felicidad y el amor.

-¿Ya nos podemos ir? - dijo alguien abrazándome - no me gusta que te pongas así.

-Un momento más - le dije.

-No crees que te has despedido ya muchas veces

- Solo que no concibo como las cosas terminaron así - sacudía la cabeza de manera negativa.

-Pero... - algo más iba a decir pero el llanto de mi hija interrumpió aquel momento.

Me acerqué al carrito donde hace momentos mi hija estaba totalmente dormida.

-Dragoncitaaaa - dije haciendo pucheritos. Ella sonrió enseguida. Mi hija era lo más hermoso que podía existir, claro que todos los padres dicen eso pero realmente la mía lo era.

-¡Dámela y termina para que podamos irnos! Estoy seguro que la prensa nos descubrirá - sabía que no era de agrado que yo esté aquí. Después de todo lo que paso. A él no le gustaba recordar ese día hace seis meses donde casi lo pierde todo; como el siempre me lo dice.

-Está bien - dejé entre sus brazos a mi hija, no sin antes darle un beso en su cabecita.

Caminé de nuevo hasta llegar de frente a su tumba otra vez.

-¿Sabes? Jamás quise esto. Todo pudo ser tan diferente pero tu así lo quisiste. No te guardo rencor, espero que estés descansando en paz. Te amé, lo juro.... - suspiré - fuiste importante en mi vida... pero en punto nos perdimos... - mi mano acarició su nombre - siempre que vengo digo lo mismo.... Phil lo siento mucho pero nuestro amor se consumió y entre la rutina que era nuestra vida, mi vida se entralazó con la de él y me enamoré perdidamente...jamás quise hacerte daño y que tuvieras este final... yo quería que fueras feliz como yo... - jamás pensé que sobreviviría pero de alguna manera milagrosa me había logrado salvar. Mi vida estuvo pendiendo de un hilo durante mi camino al hospital pero yo me había aferrado a la vida. Los mejores médicos me atendieron y después de seis horas de cirugía lograron estabilizarme. Ahora tenía solo una pequeña cicatriz que me recordaba aquella espeluznante cesárea.

No quiero imaginarme que hubiera sido de mí si él no llegaba a rescatarnos. Desde mi llamada habían pasado tres horas para que Ji Yong saliera del shock de ser supuestamente "abandonado" y se diera cuenta del significado oculto en mis palabras, pero para ese entonces ya había sido tarde y Phil me había llevado lejos de mi hogar. Lejos de la ciudad, a una cabaña abandonada en medio del bosque dónde luego de ocho horas de estar inconciente yo había despertado.

Todas esas ocho horas si había movido todas su influencias y dinero para buscar cualquier rastro de mí. Cámaras de seguridad, vigilantes, incluso personas que hubieran visto a Phil a lo largo de toda la ciudad. Con suerte una cámara de tránsito había fotografiado a Phil al invadir un carril para ingresar a ese bosque. Junto con la policía había llegado a la cabaña para detener a Phil. El doctor había entregado de manera voluntaria a mi bebé y ahora enfrentaba cargos en su contra pero Phil se había resistido pero al verse son salida se enterró el bisturí en la garganta dando fin a su vida.

Ese día yo había decidido dar mi vida por mi familia pero Phil había decidido dar por no ver consumada su maldita obsesión.

-Descansa Phil - sin más me levanté de ahí y camine hasta dónde se encontraba mi futuro esposo y mi hija.

-Nena, mi hermosa hija tiene hambre ahorita - dijo Ji entregándome a mi bebé.

-Y la mamá también - Ji me abrazó por atrás.

-Yo puedo calmarla - enseguida sentí su erección entre mis nalgas.

-Ji Yong habló de comida - estalló en risas.

-Ok que desea comer la futura señora Kwon - que hermoso soñaba aquello.

Dentro de unos meses finalmente uniría mi vida a la de el. Durante mi desaparición también se dio a conocer mi relación con Ji, mi pasado y mi embarazo. Toda Corea se conmocionó al enterarse de que el famoso G-Dragon, lider de BIGBANG había sido el amante de uba chica normal y la había dejado embarazada. Sus VIPs habían estallado de enojo, de llanto y muy pocas de felicidad. Pero todo cambió y nos apoyaron cuando dimos a conocer públicamente a nuestra hija. Todo el país se enamoró de ella. A sus cortos seis meses es toda una celebridad y modelo.

Antes de salir del cementerio Ji Yong nos abrazo.

-¿Te has arrepentido de lo que hiciste alguna vez? - lo miré sin entender lo que decía -es decir ¿alguna vez te arrepentiste de haberme escogido? - me miró a los ojos.

-Ni una sola vez. Siempre te elegiría a ti, una y mil veces - lo besé en la nariz - no me arrepiento de nada, cada decisión que tomé, me llevó a ti - todo, todo me había traído hasta este punto.

-Prométeme que siempre tu y yo.

-Siempre Ji Yong.

-En meses seré oficialmente ascendido de amante a esposo - bromeó.

-Jamás... - me callé esperando su reacción. Su mueca de desconcierto me causó gracia - siempre querré a G-Dragon como mi amante.

-¿Un amante famoso?

-Mi amante famoso -le aclaré y el besó apasionadamente.

-Crees que sea muy pronto para darle un hermano a la dragoncita - me dijo Ji cuando rompió el beso.

-Ji Yong eres el colmo - rió ante mis palabras - solo piénsalo juntos hacemos hijos hermosos.

No pude hacer nada más que besarlo.

-¿Eso es un sí? - me preguntó.

-Ese es... un lo pensaré - dije entrando en el auto.

Jamás imaginé que la decisión de ir a aquel club aquella noche fue la mejor decisión de mi vida. Que el entregarme un momento al placer y la lujuria me llevarían hasta aquí, al casarme con el hombre que me hizo creer de nuevo en el amor.

La vida es como una montaña rusa, con sus subidas, bajadas e incluso giros pero es una aventura y la aventura de mi vida me trajo una familia a la que amaré y defenderé toda mi vida.

FIN