Cake - [Marshall Lee × Gumball Week]

Pastel de vainilla

Llegó hasta su cocina, lanzando su bolso a un lado. Fue directamente hasta la nevera y saco un plato con una porción de pastel de vainilla que guardaba.

Se fue al sofá donde se lanzó de forma pesada, con desespero empezó dar grandes bocados a la porción. Cuando se sentía confundido, recurría a comer el primer plato con dulce que viese. El pastel de vainilla tenía trocitos de nuez, con ralladura de coco y rellenó cremoso de chantillí, estaba fría por el simple hecho de haberlo sacado de la nevera

Marshall era un idiota, un idiota que se aprovechaba de sus gustos ¿Creen que era la primera vez que Marshall tentaba a la suerte?

Gumball no era de pelear, era terrible en las actividades físicas como para hacer algo como ello, prefería los debates verbales con buenos argumentos de manera civilizada. Pero el azabache estaba ganándose un buen golpe en la cara.

Varías veces le molestaba y amargaba todo los trabajos que hacía para la escuela, pero al ser un genio se las arreglaba para acomodar los desastres que Marshall lee ocasiona.

Solía ponerle apodos estúpidos o muy raros, poco le interesaba como lo viera. Para él, Marshall lee era una persona inculta y vulgar. Pero no por ello significaba que los apodos no le hicieran enojar.

Y luego estaba las guerras frías entre sus miradas, siempre que se encontrabas sus vistas chocaban con gallardía, en busca de hacer desviar la mirada ajena, con sus ojos completamente clavados en los opuesto aunque fuera solo unos cuantos segundos. Había veces que esos segundos eran eternos y todo a su alrededor era fuera de su burbuja, solo querían derrotar al otro hasta con la mirada, como si su orgullo no les permita dejar ganar al otro.

Paralizó su masticar con su vista fija en la porción de pastel, repentinamente un nauseabundo sabor marco su garganta y empezó a subir. Cubrió su boca con su puño tirando el pastel para correr al baño.

Abrió la puerta de una patada, lanzándose a abrazar el inodoro y devolviendo todo lo que comió. El amargo sabor irritó su tráquea y empezó a escurriese el líquido por su nariz y labios de la manera más asquerosa e incomoda. Completamente asqueado, mareado e aturdido se sentó en el suelo. Tan concentrado en sus cosas estaba, que no noto que el pastel ya no era apto para consumir.

— ¿Marshall lee, que me haces? — murmura levantándose mientras sujeta su panza con lágrimas escurriéndose de forma involuntaria por sus ojos

Bonnibel y él, siempre tuvieron gustos similares.

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Toy dormida con los ojasos abiertos 😴

Nos leemos