Cake - [Marshall Lee × Gumball Week]

Pastel de caramelo

Los ojos de Gumball en ese momento parecían dos centellas iluminando el estrellado cielo azul, contemplaba con su boca bien abierta, que formaba una perfecta "O", el enorme pastel frente a sus ojos. Era enorme, de dos pisos de un radio de casi 40 centímetros aproximadamente, una capa de crema pastelera blanca lo cubría mientras el blanco de esta era decorado con un precioso y brillante sirope de caramelo. Tomo el cuchillo que estaba a su lado, para encajarlo en el pastel y así cortar un trozo, un exquisito aroma a vainilla, caramelo y miel inundó sus fosas nasales. Pudo contemplar el color tostado del bizcocho que poseía una crema blanca de relleno.

Querida Bonnibel, eres la reina de los pastillaje, soberana de los cucharones y princesa de lo dulce. Un auténtico genio en la repostería

El trozo que se sirvió en su plato, era tan grande que apenas y cabía en el plato llegando al punto de tambalearse. Solo dios sabrá cuantos minutos se quedó mirado fijamente el pastel que estaba en frente de sus ojos azules

Ni siquiera el estrepitoso portazo de la puerta de entrada pudo sacarlo de su adoración.

— ¡Chicle! ¡¿Tienes comida?! — se trataba de Marshall lee, el cual entraba a la casa alegremente. Al verse ignorado por su novio, se acercó, el dulce aroma del pastel lo invade, una mueca de ascó se formó en su rostro. Se alejó cubriendo su nariz, demasiado empalagoso, al punto de dejar el sabor en su lengua sin siquiera haberlo probado.

— ¡No pensaras comerte eso! — ignorado a nueva cuenta, su entrecejo se frunce, sonríe malicioso al momento de llevar su dedo índice a la cubierta del pastel

De inmediato, Gumball se lanzó a morder la muñeca de Marshall tal cual perro rabioso en pleno ataque. El grito que pego Marshall lee, fue tan agudo y fuerte, que al otro lado de la ciudad una mujer de cabellos oscuro le preguntó a su hija de 16 años el por que molestaba a su hermana... De 5 años...

— ¿Marshall? — preguntó al dejar de morderlo

— No, la reina de Troya. Obvió soy yo chicle, pero estabas tan concentrado en los kilos de azúcar en frente de ti, que no me notaste llegar —

— Perdona ¿Se te ofrece algo? —

— Marshall tener hambre, chicle ir a cocina a hacer comida — hablo con voz gravé

Gumball le dio un zape —. Claro mi rey, dejame comer mi pastel y te atiendo —

Marshall soltó un gruñido mientras acaricia su nuca —. Ya qué más —

Marshall se tiró de un saltó al mueble de Gumball, mientras este volvía con su bello pastel para comer.

Marshall enganchó su vista a la pantalla de su teléfono, pero antes vio de reojo a Gumball el cual empezaba a devorar su rebanada de pastel. Regreso su vista al teléfono, revisó su YanBook, si correo electrónico, el Dead Tube y luego wattpad. Nada del otro mundo, solo gastó unos treinta minutos en ello. Regreso su vista a Gumball, parpadeó varias veces y uso sus puños para restregar sus ojos y asegurarse de ver bien.

Gumball ya llevaba la mitad del enorme pastel, no el trozo, sino el pastel. El siguiente pedazo era incluso mas grande que el anterior

— ¡¿Vas a seguir comiendo?! —

Gumball solo asintió energético

— Te dolerá el estómago mañana Gumball —

— Para nada Marshall, estaré bien —

Al día siguiente, Gumball estaba recostado en cama, Marshall le daba un largo sermón y reclamos junto con algunos "yo te lo dije". Gumball no decía nada, pues valió la pena.