Cake - [Marshall Lee × Gumball Week]

Pastel de arándanos

— ¿Estas seguro que funcionará? Bonnibel no es de perdonar fácil — Gumball miraba a Marshall arregla una mesa

— Si logre que Finn no matara Marci por lo de su perro, Bonnibel será fácil. Además, este romántico ambiente funcionara —

— ¿El patio de mi casa? — pregunta Fionna que sostenía a su gata

— Fi, aquí Finn te pidió ser su novia. Estoy seguro que este lugar es el adecuado para que mi estúpida hermana le diga a Bonnibel cuanto la ama... Si es que quiere colaborar —

Todos ven a Marceline, esta estaba tirada en el suelo del patio con la cara en el césped

— Por culpa de ella, Jake casi muere — fue todo lo que dijo Finn, que se cruzó de brazos mirando con fastidio a Marceline

— Dejalo en el pasado Finn, fue hace una semana —

— No me vuelvo a ir de viaje sin Jake —

Los chicos seguían organizando la cena de reconciliación de Marceline y Bonnibel. Marshall lee arregla los preparativos, Gumball y Finn cocinan y Fionna intenta ayudar a alistar a Marceline, pero como esta no se mueve y se queda estática en el suelo tiene que ser arrastrada por Finn de arriba a bajo

Bonnibel llegaría pronto y aunque esta cena es "encontra" de la voluntad de Marceline.

Los golpes en la puerta alentaron a todos, rápidamente arreglaron los últimos detalles, Finn toma a Marceline y la tira en una de las sillas como si de una muñeca de trapo se tratará.

— ¿Todo listo? — Fionna mira a sus amigos y novio, todos asiente. Abrió la puerta dejándole pasó a Bonnibel

— Hola chicos — saludo Bonnibel, aunque estaba perfectamente arreglada, unas enormes ojeras reposaban debajo de sus párpados

La pelirosa fue directamente a donde Marceline se encontraba tirada, para Marceline ver a Bonnibel fue como un rayo de alegría, aunque dudaba que Bonnibel sintiera lo mismo al verla. Todo lo contrario, Bonnibel se sentía verdaderamente alegre de ver Marceline, aunque le hubiese encantado verla en un mejor estado, pues Marceline tenía el cabello desechó y ojeras incluso mas grades que las de ella.

Ahora, ambas estaban sentadas, no decían nada, no se miraban, solo comían, o bueno Bonnibel, Marceline jugueteaban con los utensilios.

— ¿Crees que logren algo? — preguntó Marshall

— No lo sé — Gumball las miraba mientras comía su pastel de arándanos –el cual se suponía, era para la cena–

Marceline suspira

— No debes hacer esto, no merezco tu tiempo — fue lo que soltó Marceline en un ronco suspiro, hasta su voz sonaba horrible, casi como una lija

— Tienes razón, no me mereces — dijo Bonnibel — No mereces mi tiempo, mi paciencia, mis sentimientos, simplemente no me mereces — Marceline desvío su mirada  al sentir los ojos de Bonnibel posarse en ella —, pero... — Bonnibel entrelazó sus manos —. Aún así, yo te amo —

Luego de eso, todo volvió a la normalidad. Como si nada hubiese pasado

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La parte del día de hoy, la público en la noche.

Los amo