Cake - [Marshall Lee × Gumball Week]

Pastel de Bodas

Fueron 365 días los cuales Marshall lee tuvo que esperar para ese día. El día que con aquel traje negro el y Gumball oficialmente se pertenecerían mutuamente, pues se casarían y aparte tendrían su luna de miel –cosa que Marshall lee esperó con ansías–, Gumball tenía un pensamiento "anticuado" para la época que estaban, pues no le permitió a Marshall lee ponerle un dedo encima hasta después de casarse, de hecho, dormían en cuartos separados. Marshall suspira, le dio la indicación al cura para empezar.

La canción empezó a sobar, aquella molesta tonada que aunque causaba un irritante chillido en los tímpanos de Marshall, de alguna manera le alegraba.

Su vista se clavó en la puerta de madera de rústica textura con aquél opacó color café. Esta no se movía...

Marshall empezó a preocuparse, la puerta debió abrirse apenas inició la canción pero permanecía estática sin ninguna intención de ser abierta.

Uno... Dos... Tres... Diez minutos... Todos empezaron a murmurar por el hecho de que "la novia" no había llegado, algunos miraban a Marshall con pena mientras otros insultaban a Gumball

— No... Él no es así, no lo haría... — murmura inaudible, el sacerdote pone una mano sobre el hombro de Marshall intentando brindar calma.

— Hijo mío, si tanto te amaba, dudó mucho que se ausente sin explicación —

Las miradas de clavan en la puerta, pues esta fue abierta con lentitud. La delicada figura de Bonnibel atravesó el umbral, su cabeza estaba gacha y se aferraba a una nota que tenía sobre su pecho, como si al perderla todo se fuera a derrumbar.

Al llegar a Marshall lee solo le tendió la nota, sin intensión de hablar, temblando e incapaz de levantar la vista.

Marshall la tomo, lo escrito en el papel lo desmoronó por completó. Cayó de rodillas al suelo para empezar a llorar en silencio, sin terminar de procesar aquello.

Gumball tenía altos niveles de azúcar en su sangre, hace tiempo que su cuerpo había sido infectado por diabetes, y  ese día, su cuerpo no soportó más trayéndole la muerte casi inmediatamente.

Los invitados se iban de la iglesia dejando sólo a Marshall. Este salía con pasos pesados y la mirada baja, llegó al lugar donde sería la recepción de la boda, la sala de fiestas de un hotel...

Los listones, los globos, las mesas, las copas... Todo comparado y planificado por Gumball y él...

Lo empezó a destruir, rompió la porcelana, reventó los globos, partió los afiches en dos y desgarro los costosos manteles de seda. Todo...

Menos el pastel de boda...

Gumball adoraba los pasteles, los labios de Gumball siempre eran suaves como el bizcocho de un pastel y dulce como el merengue. El odiaba los pasteles, pero, amaba a Gumball.

Amaba su piel rosada

Amaba sus ojos azules

Amaba su curioso cabello rosado

Amaba sus ropas bien planchadas y arregladas

Amaba sus labios con sabor a pastel

Tomó el cuchillo, con el cuál cortarían el pastel. Un trozo no muy grande que devoró con tranquilidad mientras hacía muecas de ascó. Era demasiado empalagoso

Miró fijamente el cuchillo

Quería reencontrarse con Gumball  

Y por ello, encontraron el cuerpo sin vida de Marshall que tenía dos cortadas en las muñecas y se encontraba aplastando los resto del enormes pastel de bodas.

Pero pudo volver a ver a Gumball, ambos estaban bien amándose en aquella infinita luz desconocida.

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Final no planificado pero sastifactorio

Besos.

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