| After |--¿Yura?
Durante el trayecto en moto me hundí tanto en mis pensamientos que dejé de disfrutar la vista, me refugie en la espalda de Otabek y enredé los brazos alrededor de su cintura. Era jodidamente relajante que olvide el maldito frío que comenzaba a esparcirse el empezar a anochecer.
--Ángel...
--Hum...
--Ya puedes soltarme --reaccioné. El paseo había terminado en algún punto que deje pasar y mi vergüenza apareció de seguro iluminándose en todo mi rostro. Maldije por lo bajo y le entregué el casco para bajarme de la moto.
--¿Por qué me trajjste aquí? --no negaba que la vista era hermosa, un cielo medianamente naranja en contraste con el centenar pequeñas nubes que me hicieron asemejarlos con un rebaño de borregos. Debajo de todo la ciudad se manifestaba, la altura en la que estábamos nos daba acceso para ver gran parte de todo, como un mirador natural.
Recordé Barcelona, nuestro primer encuentro después de cinco años.
--En dos días es la final
--Dime algo que no sepa --¿A qué quería llegar? Encogi los hombros tanto por la incomodidad de lo que se avecinaba como por el frío del ambiente.
--Que te quiero --me obligó a mirarlo, alzo mi mentón y me derretí por su mirada achocolatada. Suspiraría de amor de no ser estúpidamente cursi ¡Ya no tenia quince años! Y generaba la misma sensación de hormigueo cuando comenzaba a gustarme.
--Eso lo sé --puntualicé--, me lo dices siempre --alcé más el rostro, parecería un maldito pavo real alzando la cola orgulloso y listo, a la defensiva--. Habla
--Me preocupas, estas cada vez mas ido desde que llegamos aquí, no se si es la presión u otra cosa pero no me gusta, quiero hacer algo por ti y no puedo porque no veo que te tiene así... seré un pésimo novio sino soy capaz de aliviar un poco lo que te molesta
--Eres un idiota Otabek --refunfuñé por lo bajo y golpee apenas con poca fuerza su pecho, después me deje caer entre esa zona--. Esto me jode ¿No lo sientes lo mismo?... Se que dije que fuéramos discretos pero ya no quiero hacerlo, quiero que se enteren que tengo el mejor novio del mundo, me muero por restregarlas en la cara que eres mio y que no pueden tocarte ni hablarte bonito... Maldición, quiero besarte en la pista igual que lo hacen ese par de idiotas --solté al fin ¿De que servía guardarme todo si al final explotaría de la peor forma? Me conocía.
Su risa me hizo hervir la sangre de coraje, enserio que iba a golpearlo de verdad, mas mandé al demonio ese pensamiento junto con todo lo demás a sentir sus labios sobre lo mios devorándome en cada movimiento. Jadee apenas sorprendido y me colgué de su cuello más ansioso de lo que debería.
--¿Era solo eso, Yura? --su cálido aliento chocó contra mi rostro, seguí aturdido por los vestigios que me dejó el beso y solo me limité a asentir sin apartar la vista de sus labios. Pudo haberme preguntado si podría matar toda la competencia de patinadores e igual hubiese asentido.
Pero no era suficiente ¿Por qué demonios seguía hablando?
--Joder Beka, bésame --exigí aunque al final fui yo quien acortó la distancia y volví a unirnos. Un misero instante antes de que se apartara de mi.
--Prestame tu celular --Malnacido hijo de...
--No me jodas Otabek
--Por favor
Refunfuñé de nuevo extrañando ya la atmósfera que creamos y explotó cual burbuja. Saqué de entre mi pantalón el móvil, lo desbloquee y se lo extendí todavía en mi refunfuño mental. --¿Y bien?
No dijo nada mas allá de sus acciones, noté el como alejaba el aparato y nos enfocaba con la cámara. Y al querer seguir el camino hacia esta una nueva ronda de besos me sofocaron.
Después de un par de horas de llegar al hotel busqué la mejor toma y la subí a Instagram y otras redes sociales... A prácticamente todas.
#Italia
#PaseoEnMoto
#Beka
#Mio...
#Suyo
#Tiger&Bear~~
Todavía en mi somnolencia pude maldecir por lo alto como si de esta forma el constante sonido de la puerta cesara y dejara de joderme de una maldita vez, pero no lo estaba haciendo solo conmigo. Mi almohada personal se removió igual de inquieto que yo y me obligué a despertar por completo. Dejé de recargarme sobre su pecho y busqué lo primero que tocaran mis manos para vestirme. La poca lucidez de la mañana me hizo fiarme ciegamente en ella mientras vestía mis bóxers de animal print y me robaba de nuevo la camiseta de mi novio.
--¿Quieres dejar de joder? --exasperé mas lúcido de camino a la puerta la que abrí dispuesto a lanzarle una patada al primer ser vivo que se llevaría mi enojo y energías matutinas--. ¡No me dejas dormir!
--Lo-lo siento, Yurio --el cerdo apareció frente a mi con su hijo, ese saco de grasa adorable impidió que lo pateara y lo lanzará al otro extremo del pasillo. Curioso como siempre extendió sus manos hacia mi, buscaba mi cabello para metérselo a la boca y babearlo por diversión.
--¿Que quieres? --no podía negarme a su ternura y lo abracé mientras dejaba pasar a su madre a la habitación.
--¿No lo recuerdas? Íbamos a desayunar juntos... Los cinco
--¿Ah? --mi cerebro seguía sin funcionar bien y tardé el recordar en que maldito momento no me negué a comer con ellos, otra vez, hasta que encontré el recuerdo, borroso entre mis celos por el coreano al hablar con mi novio y mi estupidez al acceder a algo que nunca supe de que demonios se trataba hasta ahora--. ¿Y Viktor?
--Anoche bebió mucho y sigue dormido en el cuarto --explicó ya siendo lo mas normal del mundo para él y todos sus allegados.
--¡Ahhh!~~ --Klaus comenzó a agitarse con rapidez esbozando una gran sonrisa que derretiría a cualquier, feliz y bastante enérgico al mirar hacia cierto punto que seguí con la mirada.
--Ven acá bonito --la voz melosa de Otabek me paralizó y miré la escena ajeno a tono pensando que me perdí de un gran pedazo de vida en ellos dos.
¿En que momento Beka se volvió tan niñero? Abrazaba y mimaba a ese niño con amor, parecía un completo idiota haciendo caras para que se divirtiera, creándole cosquillas para escuchar su bonita risa. Por eso el cerdito se emocionaba tanto con él porque su conciencia en crecimiento sabia que lo haría feliz... Y ver tal cosa me provocó algo.
Por primera vez en mi vida me daría urticaria.
--Serás un buen padre Otabek --y ese cerdo no ayudaba en nada al abrir su hocico.
Mi primer punto a rascar fueron mis brazos, ansioso, negándome a ver más esa escena... La sola imagen de Beka como padre me angustiaba, no por él sino por mi. Yo tendría que cargar con un pequeño monstruo por meses en mi vientre como si fuese alguna clase de parásito comiendo mis entrañas, devorándome por dentro lentamente hasta que se viera saciado y ya no me necesitara, entonces seria inservible y perforaría mi piel para salir simulando las escena más vil de alguna película.
Mi imaginación voló y mi estómago se revolvió. Iba a vomitar figurativamente por todo lo que pensaba y el cómo me negaba a verme en un futuro con algún hijo. No... Enserio iba a vomitar.
Joder.
Cinco minutos después visite a mi ya habitual compañero, el inodoro.
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Before/After [ Otayuri ]
Fiksi PenggemarUn pequeño desliz, un olvido dentro de una relación apasionada, amorosa entre tintes grises y rosas y en la que Yuri Plisetsky no puede quejarse, mucho menos sabiendo que pronto su vida cambiará de forma drástica junto con la de su pareja ante la no...