Capítulo 31

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Miré a Delanie con miedo. Trataba de no mirar sus ojos, estaba frente a mi, a centímetros de mi; mirándome fijamente y esperando una respuesta.

Estaba en shock, no sabía qué hacer o qué decir. No podía reaccionar.

—Derek ella no está bien, será mejor que...

—¡No!— la interrumpió un grito.— yo no me muevo de aquí hasta no saber que demonios está pasando.— me tomó de los hombros.— Camila habla, dime algo por Dios.

Lo miré, sus ojos estaban tan cerca de los míos, unos tristes ojos, unos ojos que suplicaban una respuesta.

—Derek, déjala. Si no quiere hablar no la obliges a hacerlo.— le insistía ella.

—Okey.— asintió y desvió su mirada hacia ella.— Dímelo tú entonces.

Ella se calló, él esperaba que hablara.

—No.— hablé.— Delanie, por favor vete.

—No pienso dejarte así.— me dijo ella.

—Vete.— repetí y limpié mi mejilla.

—Pero...

—¡Hazlo!— alcé la voz.— ahora voy.

Suspiró y asintió no muy convencida. Coloqué mi dedo índice entre mis labios pidiéndole silencio, pidiéndole que no le dijera nada de esto a Dylan.
Volvió a asentir y se marchó hacia dónde todos estaban.

Miré a Derek, me estaba mirando con el ceño fruncido.

—Estoy esperando a que también te vayas Parker.— tragué saliva, el nudo en mi garganta era muy fuerte.

Negó con la cabeza.

—¿Por qué nunca me lo dijiste?— preguntó.— Camila esto...

—¿Decirte qué? No entiendo.— limpié ambas mejillas cabizbaja.

—No hagas esto, en serio. No sigas.

—¿Hacer qué?— negué con la cabeza.— Mira Derek, no sé que es lo que hayas escuchado, sólo quiero decirte que sea lo que sea que haya sido es mentira, no lo creas ¿Está bien?

—El hombre que estaba aquí ¿Él lo hizo?— apretó la mandíbula.

—¡¿Hacer qué?!— le grité — por Dios escuchame por una maldita vez en tu vida ¡Es mentira!

—¿Cómo se llama?— no me escuchaba.

—Jodete Derek.— intenté salir de ahí, él me regresó de un jalón.

—¿Cómo se llama?— repitió con la voz quebrada.

No respondí, me quedé callada.

—¡¿Cómo se llama?!— alzó la voz haciéndome estremecer.

—¡¿Cómo se llama quién Derek?! — mis lágrimas salieron.— ¡¿Qué coño quieres saber?! ¡¿Para qué quieres saberlo!? ¡¿Qué mierda ganarás sabiendo su nombre?!

—Dímelo.— dijo tranquilo.

Negué con la cabeza.

—¿Cómo crees que me siento Camila? ¿Crees que esto me causa alegría? ¿Que esto me emociona, que me gusta?— negó con la cabeza.— Camila me siento la persona más hijadeputa del mundo en este momento porque cuando eso pasó yo no estuve ahí para defenderte. Porque no estuve ahí para evitar que te hicieran daño. Me siento mal porque mientras yo estaba aquí, pensando que lo peor me había sucedió tú estabas allá, siendo abusada por un maldito enfermo de mierda. Camila esto no me hace feliz, no me hace feliz haber escuchado que te embarazó, no me gusta que estés sufriendo. Me duele esto quizá más que a ti.— una lágrima rodó por su mejilla ya detuvo de inmediato.— y aunque quizá no pueda evitar hacerte pasar todo ese dolor, puedo hacer que él no vuelva a hacerlo nunca más, a ninguna otra mujer. Puedo lograr que no te moleste más, que te deje ser feliz con Dylan. Porque si ese es el precio que tengo que pagar lo haré Camima. Ahora dime su nombre.

Mi Hermanastro| Temporada 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora