Bad Girl

Capítulo I

Me presento, mi nombre es Zoe Hoffman, soy una chica de cabello color castaño y mi color de ojos es muy raro a veces se ven azules y otras grises, vivo en New York con mis padres y mi hermana aunque siempre estoy sola. Bueno pues mi vida es un asco, mis "padres" no me quieren ya que por sus idioteces mi "madre" quedó embarazada, por esa razón todo el tiempo están viajando por asuntos de "Trabajo" y mi hermana y yo nunca nos llevamos bien siempre nos estamos insultando, por esa razón nunca he entendido a las chica que dicen que quisieran tener una hermana. Ella es la típica barbie rubia de ojos verdes y para acabarla es porrista en su instituto.

—Zoe tengo que hablar contigo —me dijo mi "padre" y yo lo seguí a su despacho

—¿Que? —le pregunté de mala gana

—Te vas a ir a un internado en Los Ángeles —me dijo sin quitar la vista de su computadora

Yo solo salí de su despacho dando un portazo y me fui a mi habitación.

—Hermanita que felicidad, ya no tendré que verte todos los días —dijo la estúpida de Kaitlyn con una gran sonrisa

—Lárgate Kaitlyn —le dije con cara de pocos amigos pero ella me ignoró y se sentó en mi cama

—Mi armario quedará perfecto aquí —dijo ella viendo cada rincón de mi habitación

Yo ya no la aguantaba más, su voz me irritaba así que la agarre de su brazo y la arrastré fuera de mi habitación.

Yo empecé a empacar mis cosas, la verdad prefiero estar en el internado que aquí con todos ellos que dicen ser mi "Familia".

—¡ZOE BAJA! —gritó mi "madre" desde las escaleras

Salí de mi habitación y baje a la sala, mis "padres" estaban sentados en un sofá grande yo me senté frente a ellos.

—¿Que? —los miré con los brazos cruzados

—Como ya te dijo tu padre te vas a un internado —habló Alisson, mi "madre"

—Ajá —dije de mala gana

—Te vas a ir mañana a primera hora —explicó James mi "padre"

Yo no les contesté y saqué mi celular provocando que Alisson se enojara y dio un golpe en la mesa de centro.

—¡Deja ese celular que estás hablando con nosotros! —me gritó Alisson

—Ajá —dije de nuevo de mala gana sin quitar la vista de mi celular

—¡Eres una malcriada!, ¡Respetame que soy tu madre! —me gritó ella con sus manos en puño

—¡Toda lo mierda que soy es gracias a ustedes y ahora vienes a decirme que eres mi madre, como si te importara! —le grité del mismo modo y me salí de la casa dando un portazo

Comencé a caminar sin rumbo fijo, saque un cigarro de mi chamarra y lo encendi.

Estuve toda la noche fuera de la casa, regrese hasta la madrugada y claro, como lo sospeche me cerraron la puerta con llave. Me fui a la ventana de mi habitación y empecé a subir.

(...)

Ya estaba en el aeropuerto yo sola, saqué un cigarro de mi chamarra de cuero y lo encendí.

—Disculpe señorita, no se puede fumar aquí —me dijo un policía, yo rodé los ojos y apague mi cigarro

(...)

Por fin llegué al internado, me acerque a la puerta.

—Señorita Hoffman, adelante, el director ya la está esperando adentro —me dijo el vigilante y yo entre