Una nueva historia...

154 15 0
                                    

Mariana era libre, para poder intentarlo con León.
Pero no se sentía tan feliz como esperaba, extrañaba a Damían y era normal, pues ya era parte de su vida, adoraba pasar el tiempo con él, así que empezó a analizar, a quién quería más, con quién quería pasar su tiempo y darle amor.
Amor... Una palabra que significa tanto, a sus diecisiete años ella consideraba que no se había enamorado de verdad, ni siquiera de Damían, ni de León, él solo le causaba una gran intriga y quería averiguar de qué se trataba.
Así que se arregló más de lo normal, se preparó para ir a la preparatoria porque quería hablar con él.

Mariana llegó buscándolo con la mirada tratando de disimular lo más posible. Entonces lo vio de lejos, llevaba su chaqueta negra, tenía un cigarrillo en la mano. Estaba fumando, "Tache" pensó ella, detestaba el cigarrillo, un punto menos ya que como era él, no lo haría dejar el vicio del cigarro tan fácil.
Caminó hacia él, León se dio cuenta, la miró acercándose, se veía terriblemente hermosa, jamás la había visto de vestido ni con tanto maquillaje, parecía muñeca de porcelana, tan frágil por fuera, por dentro, tanto que ella podría romperle el corazón si se lo propusiera.
Volteó a su ver a uno de sus amigos y le dio el cigarro que tenía para ir a hablar con ella.

—Hola mi amor —se acercó a ella y le robó un beso.

—Hola. Quería hablar contigo, ayer hablé con mi novio y... Terminamos.

—¿De verdad? —se rascó la barbilla—.  ¿Lo hiciste por mí?

—Em... En teoría sí.

—Eso está mal mi amor, debiste haber terminado con él por ti, porque tú ya no lo querías ¿Me explico?

—Pensé que te alegraría —le contestó Mariana un tanto decepcionada.

—No es que no me alegre princesa, si no que. No quiero que empecemos esto mal.

—Quiero conocerte más, que tú sepas más de mí, quiero que veas quién soy, si aun así, conociéndome, quieres estar conmigo, y si yo, después de saber de ti, de conocerte más, aún siento esto que me haces sentir. Me gustaría que intentáramos algo más serio, si tú estás de acuerdo claro.

—Sí estoy de acuerdo princesa, pero todo puede pasar. Tal vez, no te enamores de mí o te des cuenta de que quieres a tu ex, nadie sabe.

—El tiempo lo dirá ¿no crees?

—Sí, si lo creo —repondió León sonriéndole—. Bueno. Pues vamos a conocernos mi amor.

León abrió los brazos y Mariana sonrió, ella se entregó al fuerte abrazo que le ofrecía el chico pelirojo en sus brazos, conoció una paz que no había sentido, se sentía segura y amada. Todo había empezado bien, se soltó un poco de su abrazo, lo miró a la cara, ojos tan grandes con pestañas largas, labios tan finos y una sonrisa con dientes perfectamente alineados, olía un poco a cigarro pero eso no le impidió besarlo, se paró de puntillas y empezó a rozar sus labios con los de él, comenzó con movimientos suaves y después León se entregó a su beso.

Él la tomó de su cabeza metiendo sus dedos en su cabello para hacer más intenso el beso, ella correspondió acariciándolo en la nuca tocando su cabello, después León tomó su labio inferior y le dio una pequeña mordida. Sus lenguas jugaban, cuando se separaron. Ella estaba sonrojada, con una sonrisa logró decir.

—Un lindo comienzo.

—Un gran comienzo mi amor.

HASTA QUE TE CONOCÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora