-Lo de la flor no funcionó. -Masculló Kunikida. El idealista apretaba los dientes mientras Yosano desinfectaba con un perverso exceso de agua oxigenada la pequeña herida que tenía en la frente, fruto de una mala caída durante su última misión-. Y, además, me reprochó la falta de sexo.
-Punto número uno, es preocupante que considere falta de sexo no haber follado una noche. -Soltó la médico con la delicadeza que la caracterizaba y que, como siempre, brillaba por su ausencia-. Punto número dos, lo de la flor no ha funcionado por tu culpa. Era demasiado obvio que era tuya, ¿por qué no te confesaste como habíamos pactado? Y, en serio, ¿un clavel? ¿Un clavel? No hay flor más cutre. Te dije que le regalases una rosa, idiota.
-¿Sabes lo caras que están las rosas?
-¡Pero si tienes dos sueldos, tacaño de mierda! ¡Y además lo escribiste en tu maldito cuaderno, no te has gastado nada! -Kunikida no pudo rebatir eso. Akiko tenía razón, él sólo había buscado cambiar de tema para camuflar su cobardía. Sin embargo, esa jugada le había salido tan mal o peor que la del clavel-. Volviendo al tema de la confesión... ¿qué clase de gilipollas le escribiría un poema?
-No se me ocurrió nada mejor.
-¡Todo es mejor que un haiku!
-Irónicas palabras de alguien que le escribe tanka a cierta becaria.
-Pero lo mío funciona, yo lo hago bien.
-¿Y cómo sabes si lo haces bien o no?
-Los resultados hablan por sí solos. Llevo saliendo con Naomi medio año, y ahora le buscamos novio a su hermano. Y justamente ese mismo tiempo llevas tú a dos velas sentimentalmente.
-Me acuesto con él, no estoy a dos velas.
-He dicho sentimentalmente. ¿Alguna vez habéis hablado de cómo os sentís con respecto al otro?
-Oh, sí, todas las noches. -Yosano enarcó una ceja al toparse con una respuesta demasiado sardónica para un idealista tan cuadriculado. Dazai debía de estarle pegando algo de su peculiar sentido del humor-. Aunque nuestros coloquios emocionales suelen resumirse en: "ahí, ahí", "sigue" y "más fuerte".
-Que, imagino, será lo que grita Dazai.
-Acostumbra a ser el caso, sí.
Akiko bufó de manera ruda antes de colocarle una tirita en la frente como si pretendiese abrirle la herida más que cerrársela. Quizá por la confianza ganada con la doctora, Kunikida de cuando en cuando soltaba más la lengua y el humor ácido que mantenía escondido y aplastado bajo toneladas de seriedad y rigidez cognitiva. Aquello era un avance en cierta forma, pero no se trataba del deseado por la doctora. Ella quería ver una evolución en la relación de Doppo y Osamu, no en la suya. Y de ahí surgió una idea que, por desgracia, no llegaría a buen puerto.
***
Dazai amaba las cosas amargas. Por esa misma razón, Kunikida jamás lo había visto tomarse un café con leche o azúcar, y por eso también opinaba que sus sonrisas más hermosas y sinceras eran justamente las dotadas de tal triste tinte. Teniendo en cuenta dichas premisas y con la idea "maestra" de Yosano, recurrió al chocolate más negro que pudo encontrar.
De esa guisa, con una caja de bombones de concentración superior al ochenta por ciento en cacao, el idealista se presentó aquel atardecer en casa de su compañero, antes de que el sol terminase de ponerse en el horizonte. El suicida le abrió la puerta vestido de una manera simple, cómoda, de andar por casa. Ataviado con un chándal, eran varias las pistas que le revelaban que acababa de salir de la ducha, Las puntas de sus mechones castaños rizándose hacia arriba, todavía húmedas, y el olor a limón que tenía su jabón eran las pruebas menos llamativas. La más impactante, sin duda alguna, era el hecho de que lo había pillado cambiándose de vendas. Llevaba varias tiras de tela blanca en la mano y su brazo derecho se encontraba descubierto. Al abrirle pareció tragar saliva con cierto nerviosismo. Así cayó Doppo en la cuenta de que nunca, ni a la hora de compartir cama y fluidos, lo había visto totalmente desnudo.
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Cómo conquistar a un suicida [Kunikidazai] [BSD fanfic yaoi]
Fanfiction¿Eres un profesor de matemáticas que está locamente enamorado de un adorable suicida y no sabes qué hacer? ¿Te tiras de los pelos hasta deshacerte la coleta porque vuestra relación no va ni para atrás ni para delante? ¿Quieres gritarle lo que siente...