cafetería.

ホミタ８！

- dis... disculpe, se tiene que levantar. - escuche una voz femenina, pero la flojera de levantarme me impedía abrir los ojos.

- se... señor.- y abrí los ojos de golpe, ¿a mis ventaseis años me veo tan viejo como para que me diga señor?

decido ignorar mis pensamientos y mi tristeza de lucir como un viejo, para después mirar a la chica que me hablaba, no distinguí ningún olor peculiar así que supongo que es una beta.

- ¿qué pasa?- contesto algo adormilado.

- este...- veo que desvía su mirada.- el tiempo por el que usted pagó ya se ha acabado.- la chica estaba roja de la vergüenza.

pero no tarde en darme cuenta del porqué, y la razón era que me encontraba desnudó.

- ah, este - me rascó la nuca nervioso - si ya mismo me voy, no te preocupes. - y le doy una leve sonrisa para amortiguar el incómodo momento.

solo miré que la chica asintió y se fue a la puerta casi corriendo para después cerrarla, y solté el aire que no sabía que estaba conteniendo.

me cambie lo más rápido posible, y salí del ¿motel?, y ya que estoy fuera de este trato de recordar todo.

- genial, son las 11 de la tarde. - susurré a mis adentros.

lo más extraño es que no me puedo explicar la incomodidad que siento ahora mismo, es como un vacío en el estómago y algo de ansiedad.

sin más, ya importándome poco que fuera martes y perdería varios clientes fui al departamento.

y ya que llegue a este, fui directo a darme una ducha y me di cuenta de unas marcas de manos que tenía en mi espalda, y mi preocupación llegó.

digo, que tal si me acosté con alguna (o algún, quizás fue un hombre) omega, no me molesta ya que no es la primera vez. Pero lo que me trae preocupado es que la haya marcado y es esa la razón de mi incomodidad o remordimiento que tengo ahora mismo.

decidí mejor despejarme un rato. y mejor aprovechar que mi hermana esta trabajando y no esta presente para poner a coldplay a todo volumen, digo, su música me relaja mucho y eso no me caería mal ahora mismo.

(•••)

y ya que, ahora que son las 2 de la tarde decidí mover mi trasero para poder ir al fin a abrir la cafetería.

aun que me sentía con mucho remordimiento y ansías, tendría que ir a trabajar.

asi que fui al metro para tomar el tren que me dejara más cerca de la universidad y por lo tanto del café.

ya que llegué al metro, este no tarda en llegar y solo me limite a ponerme mis audífonos y tararear la canción de the xx que se reproducía en ellos. Me sentía demasiado inquieto.

cuando llegó a mi destino, bajo del tren y no me hago esperar. en mi mente apareció la loca idea de ir corriendo, como si esa fuera la solución de la ansiedad que había en mi cuerpo.

no me hice del rogar y corrí todo lo que podía, hasta que llegué a mi cafetería. llegue exhausto, lo admito, no fue la mejor idea que tuve en el día, pero mientras corría sentí como la incomodidad de mi cuerpo bajaba un poco, aún que ahora que pare aumentó.

me adentre al local y prepare todo, puse la radió para poder distraerme de cualquier forma. y al pasar unas dos horas decidí llamarle a Pete, quizás y él sepa algo que yo no.

tome él teléfono, marque a su número correspondiente, uno, dos, tres, pitidos y contesto finalmente.

-¡argemiro! me extraña tu llamada.- escuche un tono raro en su voz y no pude evitar reír levemente.

- pete, hola ¿como has estado? si, yo también bien. - solté sarcástico-al grano, ¿sabes que sucedió ayer en la noche? -dije dejando de dar vueltas al asunto.

-Este... - note que hizo una pausa larga, a lo que creo que es para pensar.- a decir verdad, no. no recuerdo nada más haya que los regaños de pablo.

bien, pablo es el omega de pete, es buena persona pero algo, como decirlo ¿enojón?, digamos que esa es la palabra.

- vale... - no digo nada, causando que un silenció incomodo llegue a la llamada.

- arge, ¿porque preguntas eso?, ¿pasa algo? -corto el silenció con las preguntas.

las cuales causaron un debate mental en mi, es decir, ¿le digo o no?

río levemente ante lo ridículo de la situación para finalmente contestarle con la verdad, quizás y me ayude en mis dudas.

-verás -solté un suspiro- como decirte. -me digo a mi mismo en voz alta.

- pues comienza desde él principio.

y le conté todo a Pete, hasta de las incomodidades que he tenido desde que desperté, y mis sospechas de que marque a un omega, a lo cual él me respondió en que estaba en lo correcto. Lo cual me preocupo de sobremanera.

- esta bien, gracias Pete.

- no te preocupes amigo, en menos de media hora pablo y yo iremos a la cafetería para encontrar al omega.

colgué, con más dudas y preocupación que al principio, es decir. ahora tengo una omega, lo más probable es que este en cinta, y que ahora este igual o peor que yo. quizás con la incomodidad aumentada.

también me preocupa como sea la omega con la que me he enlazado finalmente, ¿que tal si es la típica omega caprichosa y fresa?, niego con la cabeza ante ese pensamiento.

algo que no entiendo es como se pudo marchar con semejante incomodidad, es horrible estas horas que he pasado han sido horribles. el vacío de mi estómago es indescriptible, y más la ansiedad que trae este.

pero mis pensamientos son interrumpidos por la campana, la cual avisa de que alguien ha entrado (que ahora que lo pienso, es la primera persona que ha entrado en todo este tiempo) y al dirigir mi mirada, veo que es camilo, mi empleado.

el cuál se supone que debería estar en la universidad.

y también que siento unas increíbles ganas de correr hacia él y tenerlo entre mis brazos.

pero él se adelanta a mis acciones y corre hacia mi, para abrazarme de la cintura y esconder su rostro en mi cuello. y yo no puedo evitar abrazarlo para recargar mi barbilla en su cabeza y después oler su aroma.

pero... ¿porque todo el vacío de mi estomago ha desaparecido al verlo?