XVI - Papillion

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Todos al centro de la ciudad veían las estrellas caer. Nunca creyeron que Hawk Moth lograría acaparar tanto poder, excepto Fu, ya lo había vivido, no exactamente igual, pero algo que se le asemejaba. Los seis ya se encontraban muy cansados. Ladybug y Chat Noir ya habían usado más de doce veces sus poderes y no sabían cuanto más lograrían seguir la transformación, los kwoamis lo hacían lo mejor que podían.

Paon, exhausta combatía lado a lado con el maestro que la guiaba lo mejor posible. Si no fuera por la miel de Queen bee quizás ya todos estarían desvanecidos bajo las faldas del enemigo, pero a causa de esto, Queen no podía luchar, o no tendría las fuerzas para usar la miel como método de sanación. Había cientos y cientos de víctimas akumatizadas, aun así, lograron recibir la ayuda de Davina, Nathaniel, Ivan, Max, Kim, Sabrina, Mylene, Jueleka, Alix y Nino que mintió cuando le aseguró a su novia que se hallaba a salvo fuera de Paris. Ellos aprovecharon el odio que sentían hacia Hawk Moth para que los akumatizara y ayudar a los héroes con el poder que el mismo enemigo les brindó. Sin embargo, eran demasiados, y uno tras otro caían fatigados.

-Esto nunca acabará – sentencio Paon que por última vez hipnotizó a uno de los contrincantes perdiendo definitivamente su transformación frente a todos.

- ¡Rose! – gritó Reflekta corriendo en su auxilio antes que fuese golpeada por uno de los akumatizados.

Fue Rose todo este tiempo se sorprendió el resto, una muchacha tan sensible y frágil de apariencia. Claro que sí, pensó Marinette, si ella podía ser Ladybug, entonces por supuesto rose podía ser Paon.

Una lluvia de relámpagos los envolvió en un torbellino helado dejando inconscientes a varios de los muchachos que se encontraban en medio de la batalla.

-Llévenlos a un lugar seguro – dictó el maestro a los que quedaron en pie mientras detenía el tiempo frente a sus contrincantes. Cada uno intento cargar a los que pudo y se dirigieron a una cabina alejada de la ciudad para dejar a sus camaradas caídos. Una vez Chat apoyó a Mylene y Juleka en el suelo salió inmediatamente.

Ladybug preocupada por la mirada que percibió en el muchacho siguió sus pasos.

- ¿Sucede algo... "Sha nua"? – interrogó a sus espaldas.

-No vale la pena seguir luchando así, solo estamos dándole tiempo de acabar con nosotros – respondió volteándose para mirar los profundos ojos marinos – iré tras él. Eso es lo que quiere después de todo...

-Ni siquiera sabemos dónde está

-Tengo una idea... de donde podría estarlo – dijo mirando entre la penumbra del lugar un sitió apartado al otro extremo de la ciudad, alto y llamativo. Era un edificio en plena construcción, desde lo más alto podía verse todo París. No necesitaba la torre Eiffel, aquel edificio logró captar muchas más almas en desdicha.

-Yo iré contigo.

-No – le cortó sin titubear – debes velar por los demás, yo me encargaré de Papillion.

-creo que ya es tarde – arguyó la moteada lanzando su yoyo en dirección a una bestia que corría a toda velocidad hacia ellos – debemos irnos o llegarán más.

El resto de los que se encontraban consientes se unieron al par y volvieron al centro en dirección del llamativo edificio.

Papillion envió a sus mayores secuaces, villanos akumatizados que saco de la cárcel, los más peligrosos y sin ninguna pizca de pudor ante el sufrimiento. Se aventaron bruscamente sobre el grupo sin espacio para dejarlos respirar y entre explosivos, disparos y golpes Vengative (Davina) cayó herida. Evillustrator no tenía la velocidad suficiente para dibujar y crear armas para ayudar a sus camaradas, una red de cadenas le enrolló creada por otra víctima de akumatización con el mismo poder creador del muchacho y le dejó fuera de batalla.

El último AkumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora