Llegué a Inglaterra después de casi 14 horas sin dormir o pensar claramente. En primer lugar, mi mente llena de incógnitas se infiltró en mi sueño, y en segundo lugar, Aaron se dedicó a hacer ruidos molestos al dormir en el camino.
-¿Estás seguro de que está aquí-le pregunté.
Suspiró y sacó su mapa de Londres. Yo miraba con confusión, mientras que él se encontraba en un sorprendente estado de tranquilidad.
-Cierto.-rió-Tú no puedes ver el mapa. Déjamelo a mí.
Tocó mi cabeza y me hizo cerrar los ojos, al abrirlos, vi ante mí un mapa antiguo, con nombres de personas en el. Muy parecido a Harry Potter, a decir verdad, pero este era diferente, difícil de leer por sus palabras célticas, complejo de entender por sus intrincados laberintos creados por las cientos de personas buscadas en ese momento. Y allí estaba el nombre de mi tía, Lily Smith, hermana mayor de mi madre, farmacéutica encargada de la medicina de Nick, a causa de continuos dolores.
-Buenos días, ¿En qué los puedo ayudar?-preguntó el joven de la farmacia.
-En realidad, estaba buscando a alguien...
-¡Alex!-aulló mi tía desde adentro.
-¡Tía Lily!-dije con alegría.
-¿La buscabas a ella?-rió el joven.
-¿Cómo has estado, cariño?-preguntó Lily.
-No me puedo quejar.-mentí.
-Te presento a Jesse, un principiante. Me gusta llamarlo mi aprendiz. Jesse, ella es mi sobrina Alex.
-Un gusto en conocerte.-dijo él.
Esbocé una sonrisa en devolución a su amabilidad.
-De no ser por las fotos que tu madre me envía, no te reconocería.-exclamó mi tía con emoción.
Lily se mudó a Inglaterra cuando yo tenía cinco años. Desde ese entonces, hablábamos sobre cuando yo viviese en una casa antigua al lado de la suya, donde tomaríamos té todos los días. Algo que a mi madre no le agradaba. Su relación se dañó después de que mi tía se mudase, mamá lo sintió como una traición, ya que ellas eran mejores amigas, por así decirlo. Pero yo sabía que detrás de todo eso había una historia que habían decidido mantener oculta.
-¿Cuánto tiempo ha pasado?-preguntó mientras corría su cabello castaños de su rostro, mostrando sus ojos color verde.
-Seis años.
-¿Qué haces aquí? Tu madre me contó que Melissa y tú habían desaparecido.-susurró con preocupación.
-Es una larga historia.
-¿Quién es el afortunado?-dijo mirando a Aaron.
Miré con disgusto, y cuando Aaron estuvo por hablar, lo interrumpí.
-Su nombre es Jake, lo conocí en la universidad.
-Hacen una hermosa pareja.
-Gracias.-dije con amargura-Pero vinimos a pedirte un favor. Es sobre uno de tus clientes, ¿Nicholas Hall?
-Lo recuerdo, joven peculiar.-dijo mostrando una mueca-Creo que en mis veinte años aquí nadie ha comprado tal cantidad de medicamentos.
-Lo sé.-aclaré con preocupación-Somos buenos amigos con él, pero me temo que se encuentra en problemas, y necesitamos tu ayuda.
-¿Qué puedo hacer?-preguntó.
-La próxima vez que él venga a hacer un pedido, tienes que llamarnos, dando una excusa, pero no lo dejes ir. Nosotros trataremos de venir lo más rápido posible.-explicó Aaron.
-¿Por qué?
-Tenemos que hablar con él.-dije-Por favor, tía, te necesito.
Me miró a los ojos y movió su cabeza a la derecha. Se puso sus lentes y volvió al escritorio.
-Lo haré.-repuso después de unos segundos-Pero me tienes que prometer que cuando todo termine me explicarás lo que está sucediendo.
-Te lo prometo.-mentí.
-Muchas gracias, señora.-dijo Aaron con alivio.
-Oh, por favor, dime tía Lily.
-Claro.-repuso con fastidio.
-¡Adiós Jesse!-exclamé antes de irme.
-¡Adiós extraña!-respondió éste desde el fondo.
Y de allí salimos con un poco de rapidez.
-¿Ahora qué?-preguntó mí acompañante.
-Iremos a su departamento.
-¿El de Nick? ¿Que pasa si se encuentra allí?
-Son las ocho de la mañana, Nick debe estar en el lago tomando café.
-¿A qué hora se levanta?-preguntó con irritación.
-A las siete. Le gustan las mañanas.
-Pobre de ti.
-Mira, si te preocupa que esté allí, pasaremos por el departamento, miraremos si hay alguna luz encendida. Si prefieres lo buscamos en tu mapa.
-No se puede. Es capaz de esconderse de ellos, después de lo sucedido en el bosque de las ninfas...
-¿El bosque de las ninfas?
-Si...larga historia.
-Bueno, vayamos al departamento.
-Mejor ve tú sola, yo me quedaré por aquí. Hay algo de lo que me tengo que encargar.
-Aaron...
-No es ningún plan para asesinarte, te lo prometo. Es algo personal. Te prometo que solo tomará unos segundos.
-Está bien. Nos vemos en una hora aquí mismo. Si hay algo que quieras decirme, llámame...
-Claro.-interrumpió esbozando una sonrisa en forma de agradecimiento-Adiós.
Al verlo irse, comencé a caminar por las hermosas calles de Londres, mi sueño hecho realidad. Pero no me pude concentrar en mirar las flores de las casas que se encontraban a la vista, ni siquiera en mirar a las personas hablar entre ellas, o tomar té en un lugar especial. Pero me tomé un momento en mirar el departamento que Nick había comprado para nosotros. Ladrillos rojos cubrían el lugar. Ventanas enmarcadas con un rojo llamativo, en el cual ninguna luz se encontraba encendida. Entré con felicidad, al ver que el lugar se trataba de lo que siempre había querido. Lo sentía como mi hogar, bueno, casi. Faltaba Nick a mi lado. Abrí la puerta con mi tarjeta de crédito. Dejé la puerta abierta y me adentré a lo que al principio parecía un agujero negro. Encendí la luz del complejo, el cual inmediatamente se alumbró con luz cálida. Allí vi el desastre en el que mi novio vivía. No tenía muebles, solo maletas por doquier y un desorden que me impresionaba de él. Solo esperaba que todo eso fuese de Nick, aunque una parte de mí quería lo contrario, ya que si era él, no se encontraba nada bien. Me acerqué a la mesa y encontré la prueba irrefutable de que él había vivido ahí. Aquella piedra que ya no tenía magia en ella. La agarré y la miré detenidamente. Parecía algo agrietada, pensé que había sido por alguna caída reciente. Peor después pensé: "¿La habrá tratado de utilizar una vez más? ¿Habrá utilizado su magia para arreglarla? ¿O logró utilizarla una vez más?"
Entré a la habitación con curiosidad, encontrándome con su cama recién hecha, sus libros apilados sobre la mesa de luz y su ropa perfectamente doblada sobre la cama. Pero al mirar al techo me encontré con una soga colgando del ventilador, pero ningún cuerpo colgaba de ella. Traté de tranquilizarme respirando profundamen unas cuantas veces. Porque lo había intentado, entonces me pregunté: "¿Qué diablos pasó en el bosque?"
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¿Dónde está Melissa? 2
FantasyDespués de dar su vida por Alex, Nick decide desaparecer para proteger a sus amigos del incontrolable poder que ahora posee, con el miedo de caer en las manos de la oscuridad. Mientras tanto, el grupo trata de buscar a Melissa y a él, y a su vez, e...