1964

1 1 0
                                    

Después de procesar toda la información que mi hermana me brindó, salí del cuarto para encontrarme con todos excepto mis padres.

-¿Te encuentras bien?-preguntó Charlie.

-Tenemos que hablar. Siéntense.

Al ver que todos siguieron mis indicaciones, proseguí.

-Chris me entregó ests carta que Melissa escribió para mí. Dijo que es la segunda de las tres que tendré de su parte. En esta habla sobre mis padres.-comencé, mientras pasaba mis dedos por los bordes de la carta.

-¿Sobre Ariel y William? ¿Qué tienen que ver ellos en todo esto?-preguntó Peter.

-Mas bien sobre mi madre, y en realidad, todo.

-¿Qué sucedió?-preguntó Ella.

-Melissa dijo que nuestra abuela quedó embarazada de mamá alrededor del año '64. Allí es donde se encuentra el vacío más grandes en la historia de la magia. Fue en ese momento que Jessica Flinch hizo el pasaje de magia blanca más grande de la historia. Nadie supo a donde se dirigió esta magia, pero una noche, mi hermana encontró la respuesta. Esa magia pasó a alguien en especial, a una amiga de la Sra. Flinch que prometió protegerse de las fuerzas oscuras. Su nombre era Alexandra Smith, mí abuela. Pero en ese mismísimo momento, mi abuela quedó embarazada de mi madre y toda la magia blanca pasó al bebé. Entonces, mi abuela, desesperada, corrió en busca de ayuda, y se encontró con un hombre, Aaron. Él le prometió que salvaría a su hija a cambio de unos cuantos millones de dólares. Ella se lo concedió. Pero tardó tanto tiempo en juntar esa cantidad de dinero que Ariel ya había cumplido 17 años. Y en ese cumpleaños, se le extrajo la magia. Pero había un precio que pagar, aquel poder no se podía liberar si no se unía con su otra mitad, era imposible. Entonces, el precio era que esa magia pasaría al primogénito de mi madre. Un tiempo después, quedó embarazada y Melissa nació con la magia en ella. 

-¿Tu madre sabía ésto?-preguntó Olivia.

-Melissa nunca dijo. Pero se sintió traicionada. Creo que necesitas hablar con Ariel.-aclaró Chris.

-¿Tu abuela planeó esto? ¿Jessica sabía?-preguntó Peter con algo de furia.

Asentí.

-Pero esto no puede ser cierto ¿Verdad? -dije, tratando de que mi cerebro no sacase conclusiones acerca de mi madre-Puede que mi madre no me haya acompañado en mi búsqueda, ¿Pero esto? ¿Mentirme? ¿Arruinar la vida de Melissa?

-¿Y qué hay con la magia de Alex?-preguntó Olivia, ignorando mis palabras para no tener que herir mis sentimientos.

-Coincidencia.-carraspeó Chris.

Mi madre llamó desde fuera del departamento. Abrí la puerta, y me sonrió, pero al ver que no hice lo mismo, le dijo a mi padre que se había olvidado algo en el auto. Cuando éste bajó, ella agarró mi mano y me llevó a mi cuarto. 

-¿Qué sucede?-preguntó-¿Encontraste algo sobre Melissa?

-No, algo sobre ti. No sé si la abuela te dijo, pero...

Pensé que en su rostro estaría la confusión, el asombro. Pero en cambio, vi preocupación, la ansiedad...Lo cual la hizo sentarse en la cama y mirarme con culpabilidad.

-¿Lo sabías?-pregunté con lágrimas en mis ojos-¡¿Lo supiste todo este tiempo y no dijiste nada?! ¡¿Me hiciste creer que estaba loca?! ¡Pusiste en riesgo nuestras vidas!

-Alex...

-¡No! ¡No quiero escuchar tus excusas!

-¡Baja el volumen que William te puede escuchar!

-¿Papá no lo sabe?

-Alexandra, escúchame.

-¡No! ¡No escucharé ni una palabra! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! ¡¿Cómo pudiste hacerle esto a papá, a Melissa?! ¡¿Me dejaste ir a buscar a mi hermana sabiendo el peligro que corría?! ¡Pensé que te importábamos!

-¡Alexandra cierra la boca!-gritó ella-¿Crees que no me importan? Estás tan equivocada. ¿Un simple error borra de tu cabeza todo lo que hice por ustedes tres en décadas? 

-¿Un simple error?

-Era joven y estaba enamorada. Tu magia se manifiesta sin tu control en tus sueños, la mía lo hacía cuando estaba feliz. ¿Sabes las veces que por poco tu padre perdía su vida a causa de mi magia? ¿Sabes cuántas veces tuve que decirle que no fuera a mi casa porque estaba enferma? ¿Crees que a los 17 años yo sabía la importancia de esa magia? ¡Lo único que de verdad me importaba en ese momento era tu padre y poder vivir! Cuando mi magia se fue, le dije que no podía tener hijos para no tener que soportar ver a mi propio primogénito vivir con eso dentro. Pero sucedió, sin ser planeado, y no sabía qué diablos hacer. 

-¿Por qué no dijiste la verdad cuando Melissa nació?

-Por favor, no quiero tener esta conversación.

-¡Te guste o no, la tendrás!

-¡No necesito ésta conversación porque ya sé qué estás pensando! Que soy la peor madre del mundo, que te traicioné, que no pensé en ninguno de ustedes tres y que arruiné tu vida!"-exclamó- ¡Pero no te queda claro que yo no tenía el maldito control! 

-¡Tenías el control de decir la verdad cuando me fui! Pero no, preferiste hacer que yo pareciera loca. ¿Tú sabes lo que fue despertarme y saber que no podía confiar en mis propios padres? ¿No tenerlos a mi lado para lo más importante en mi vida?

-¿Y crees que fue fácil para mí saber que las dos podían morir? ¿Crees que festejé?-preguntó con ironía.

-¡Tuviste la opción de decir la verdad! ¡Tuviste la opción de acompañarme!

-¡Lo sé! Es que...

-¿Qué? ¡¿Cuál es tu excusa ahora?!

-¡Tenía miedo!

-¡¿Y crees que yo no?!-exclamé bajando el volúmen de mi voz.

Se calló y secó sus lágrimas para poder salir del cuarto. Pero antes de hacerlo, tomó mi brazo.

-Por favor, sé que ahora me odias, pero no le digas a tu padre.

-No, porque tú lo harás.

-No me hagas hacer esto.-dijo, tratado de no derramar más lágrimas.

-Tienes que hacerlo. Si no lo haces, yo no tendré otra alternativa. Y, ¿Qué campana prefieres que escuche?

Soltó mi brazo y salió de la habitación, acercándose a mi padre y llevándoselo lejos del departamento, mientras que los demás me miraban con tristeza. Cerré la puerta para que dejasen de sentir pena por mí y me acosté para que mis ojos se cerrasen y contuviesen mis lágrimas uns vez más.

¿Dónde está Melissa? 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora