Aaron

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-¿Como estas progresando con Zayn?.
¿Como estaba progresando con Zayn?.
-Pues creo que bien cada vez cae más en mi encant.-digo sonriendo.
Mi Robert mi jefe me mira con una ceja elevada y aburrida.
-El me beso ayer.-Ahora sus dos cejas estan en camino al cielo y su boca cae abierta.
-Eso si es progreso.-exclama uno de los gemelos al cual le guiño un ojo y sonrío con orgullo.
-Bien, eso si es bueno. Ahora debes seguir consiguiendo su confianza para llegar a entrar en su territorio si sabes de lo que hablo.
Asiento en su dirección sabiendo en claro que quiere que de alguna forma llegue a formar parte del "Club" en que Zayn es el "Principe".
-Como ya dije lo prometido es deuda y haz hecho un gran trabajo puedes tener una visita.
Una felicidad tremenda me recorre de la punta de los pies hasta el ultimo cabello de mi cabeza y sonrío tanto que una carcajada feliz se escapa.
-¡MUCHAS GRACIAS!.-respondo a Robert a punto de las lágrimas.
-Bien.-dice él y se para del asiento caminando al estrado de la cafetería a pagar la cuenta.
Su postura es dura, con el pecho hacia afuera y la mirada alta mientras espera el cambio, su perfil con una puntiaguda nariz y labios gruesos, además de sus tan característicos ojos entrecerrados escondiendo el color cafés de sus ojos, y las marcas de su frente que los constantes ceños fruncidos han dejado. Miro su cuerpo un musculado cuerpo oculto en su traje negro con zapatos brillosos.
Si no fuera un Hijo de puta me gustaría.
-¿Nos vamos?.-pregunta cuando llega a mi lado y asiento tomando mi bolso y levantandome de la silla.
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-¡MAMÁ!.-busco con fervor el grito del pequeño que viene corriendo en mi dirección.
Soltando mi bolso en algún lado tomo en brazos a mi pequeño de 6 años que esta tan feliz y con el yo igual entonces lo giro dando vueltan aún en mis brazos.
-Mi amor.-susurro con lágrimas cayendo por mi rosto sin control.
Y el me mira con tristeza.
-Mamá no llores él me trata bien incluso hoy me regalo chocolate mira.-sonrío secandome las lágrimas de mis pomulos cuando el pequeño de su mesita de noche extrae un barra de chocolate.
-El tío Robert me dice que no coma mucho porque luego saldrán caries.
-¿Que es eso mamá?.- sonrío otra vez al escuchar la inocente voz de mi hijo.
-Son bacterias que viven en nuestra boca.
Su boquita se abre en un perfecta O dejando salir exclamaciones me pregunta.
-¿Bacterias viven en nuestra boca?.-su ceño se frunce y mira hacia otro lado antes de mirarme otra vez y preguntar-¿En la tuya también?.
Río y asiento.-por eso nos lavamos los dientes todos los días.
Su cara se contrae en entendimiento y asiente.-Si yo lavo dientes todo días.-Río por su enredo y tomo lugar a su lado en la cama.
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Luego de una media hora hablando tranquilamente un hombre uniformado con una bata rompe nuestra conversación.
-Señora tengo que inyectarlo.
Asintiendo me hago a un lado dejando a mi hijo a su merced pero siempre observando.
El doctor Jones toma de su maletín un jeringa y toma el pequeño brazo de mi hijo mientras mi bebe se recuesta y cierra los ojos con fuerza al momento en que la aguja se clava en su palida piel.
-Señora el medicamento es fuerte tiene solo unos minutos más.
-Lo sé.-Me acerco a la cama de Aaron y el toma mi mano. Una lágrima cae por mi mejilla derecha.
Y Aaron la toma con su dedo índice.
-No llores mamá estoy bien, eso que pincha me hace bien.
Sonrío y asiento antes de depositar un beso en su frente y dejarlo dormir entre mis brazos.
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-Gracias por dejarme venir.-Le digo a Robert y el sube y baja su cabeza en mi dirección.
Con un suspiro abro la puerta del automóvil pero Robert me detiene.
-Si consigues más información te conseguiré más visitas.
Asiento y entro en el coche para irme de ahí y dejar otra vez solo a mi pequeño.
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Llegando al campus y a las residenciales me recuesto con una manta encima y caigo en picada en un profundo sueño, que era un recuerdo.
Sentía el dolor de ser madre otra vez y no estaba segura si era o no real.
Un flash cambio la escena ahora tenía a mi pequeño en mis brazos.
-¿Te parece Aaron?.-Me habia dicho Harry, lo mire sonriendo sabiendo que era el nombre indicado para nuestro bebé.
Otro flash.
Un bebé de un año pronunciando mamá inentediblemente.
Otro flash.
Un niño gordito dandos sus primeros pasos solo en dirección al sofá con sus padres atrás llorando emocionados.
Otro flash.
Un niño de tres años caminando de la mano de Harry hacia mí, para luego hecharse a correr riendo y jugando con un cachorro.
Otro flash.
Un niño de 4 años siendo empujado por un balcón cayendo en un juego inflable en el cumpleaños de una amiga cercana.
Intento despertar, pero no puedo.
Otro flash.
El mismo niño siendo internado con urgencia en el hospital central del país.
Otro flash.
Un mujer a las orillas de la cama de un niño de 5 años llorando y susurrando palabras de aliento sin resultados previstos.
Es interrumpida por una manada de hombres con trajes que le dan un trato.
Un trato que no puede rechazar.
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Aún con el rostro envuelto en lágrimas comienzo mi día con un nuevo objetivo.
Salir con Zayn.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2017 ⏰

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