Aidan POV.
Estoy plenamente dormido cuando un par de manos me mueven de un lado a otro.
-¡Aidan! –gritan en mi oído.
Por supuesto que mi primera reacción es saltar de la cama.
Tardo medio minuto en reconocer a Rob parado en medio de mi habitación.
-¡¿Qué haces aquí?! –pregunto asustado.
-Tenemos que irnos –dice él.
-¿Irnos? Tu... tu... no –es lo único que logro decir.
Sujeto mi cabeza, como si necesitara mantenerla en su lugar, y después regreso a la cama, confundido.
-¿Qué haces? –me pregunta él.
-¿Qué haces tú? ¿Cómo entraste?
-Por la ventana –responde orgulloso.
-¿Qué? Diablos. Robert... duérmete. Y déjame dormir.
Creo que una parte de mi cerebro aun no logra entender lo que está pasando, y solo quiero seguir durmiendo.
-No, no puedes –insiste, volviendo a moverme con su mano-. Eh comprado dos boletos de avión. Tenemos que irnos al aeropuerto.
No sé si he entendido bien, pero de todas formas lo dejo seguir hablando mientras vuelvo a tomar una posición cómoda para seguir durmiendo.
-Aidan –me llama. Pero ahora está en cuclillas junto al colchón, con su rostro casi pegado al mío.
-Rob, por favor. Son las dos de la madrugada.
-Y el avión sale a las cuatro y media. Tenemos que irnos ya.
Mantengo nuestros ojos conectados, y un minuto después me doy cuenta de lo que su mirada quiere decir.
-Oh, mierda –exclamo, sentándome en el extremo del colchón-. Esto es en serio.
-Por supuesto que es en serio, tonto. Arregla tus cosas. Hecha ropa de frio a una maleta, mucha ropa de frio. La más abrigadora que tengas.
-Dios, Rob. No. No puedes hacer esto.
-Lo estoy haciendo –dice-. Y lo vamos a hacer. Andando.
-Rob. No.
-Rob, si –replica.
-No puedo irme. No podemos irnos así.
-Pues es una lástima. Ya tengo los boletos de avión. Y si no te apresuras los perderemos.
-¿Boletos de avión? ¿A dónde? Diablos –vuelvo a sujetar mi cabeza, como si así pudiera procesarlo más fácilmente.
-Finlandia –responde él.
No logro comprender si habla en serio o no, pero sus ojos me dicen que no es una broma.
Sujeta mi mano y me obliga a levantarme de la cama, y literalmente me arrastra hasta el closet.
-Arregla tu ropa –dice-. Iré a solucionarlo con tu papá.
Asiento.
Creo que he entrado en una especie de shock en el cual lo único que se hacer es seguir órdenes.
-Ropa de frio –repite-. La más abrigadora que tengas.
Vuelvo a asentir.
Agarro mi maleta y comienzo a echar toda la ropa de frio que encuentro.
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El último adiós
RomanceLa timidez y retracción de Aidan son solo consecuencia de la pesada vida que le ha tocado. Pero Rob lo encontró, y su principal objetivo es hacerlo vivir. Aunque no le quede mucho tiempo para eso. -Precuela de Alfa y Beta.