Dibujo

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En la tranquilidad de la mañana NamJoon fue el primero en levantarse nuevamente, sus ojos grandes y curiosos miraron hacia su alrededor para intentar bajarse de la cama. Se alejó de Jimin para poder bajarse con cuidado, aferrándose de las sábanas para no caer de golpe.

Caminó curioso hacia la puerta y saltó un poco para girar la perilla. Salió sin cerrar y caminó por el pasillo hasta llegar a las escaleras.

Observó temeroso la distancia y la altura de un escalón a otro para poder llegar al suelo y tomándose de la pared fue bajando lentamente con miedo a caerse. Tenía hambre y quería cereal así que la idea de hacerlo por su cuenta a esa edad sonaba muy bien en su cabeza.

Mala decisión, el cereal estaba arriba de la alacena lo cual impulsó que se subiera a una silla y luego a la barra de la cocina para poder abrir las puertas de madera que cerraban la alacena. Tomó el cereal en manos antes de girarse casi gritando victoria.

Sin embargo sus piecitos quedaron demasiado al raz de la orilla y provocó que se resbalara desde esa distancia.

—¡NamJoon!— HoSeok exclamó aterrado al ver al niño caer. No lo pensó mucho para correr hacia él y meter su cuerpo como un colchón para que el niño no se hiciera daño.

No obstante, en cuando el susto inicial pasó NamJoon no pudo evitar soltarse a llorar creando un estruendoso ruido parte de su miedo. Ese llanto llamó la atención de todos los miembros de la casa. SeokJin se levantó del sillón en el que se había dormido y junto a los otros— los cuales bajaban apresurados— se acercaron preocupados de que algo malo hubiese sucedido. Cuando llegaron al lugar de donde provenía el ruido se encontraron a HoSeok sentado en el suelo acariciando la espalda de un NamJoon pequeño que se aferraba a la ropa de su mayor mientras ocultaba su rostro en su pecho.

SeokJin dio un paso al frente y cruzó sus brazos mientras daba un respiro profundo, cuando exhaló sus brazos se ajustadon bien a su pecho y le lanzó una clara mirada a su menor para que le diera una explicación.

HoSeok pasó saliva asustado, Jin se veía demasiado rudo y con la clara expresión de que mataría a alguien si algo le pasó a NamJoon.

—No estoy seguro de qué quiso hacer.—HoSeok comenzó a hablar viendo a su mayor.—Pero cuando bajé este niño estaba a punto de romperse la cabeza contra el suelo porque se subió a la meceta por la caja del cereal que ahora estás pisando.— Informó sin dejar de acariciar el cabello del niño.

—NamJoon.— SeokJin le llamó agachándose a la altura de los otros dos y colocó su mano en la cabeza del niño para que volteara. —¿Por qué bajaste sin decirle a nadie?—Él cuestionó suavemente.

NamJoon miró a Jin con sus ojos llorosos y señaló el cereal en el suelo haciendo un puchero en sus labios.

—Tenía... Hambre.— Susurró. No pronunciaba del todo bien las cosas, pero era entendible para todos.

SeokJin suspiró y miró fijamente al niño nuevamente. —Pudiste haberte herido, ¿lo sabes?— Le cuestionó. —Si nos hubieras dicho que tenías hambre alguno hubiese bajado a servirte cereal o yo te hubiese servido, NamJoon, espero que estés consciente de que si HoSeok no hubiese llegado tal vez te hubieses roto algo o te hubieses matado, de aquí a acá hay una buena altura. Incluso pudiste haber movido la olla de comida y te hubieses quemado.—Le regañó. Estaba siento totalmente directo en efecto, pero su idea no era consolar a NamJoon sino ser capaz de hacerlo entender que lo que había hecho había sido más que peligroso.

El menor lo miró aterrado, sus pupilas se contrajeron debido al posible trauma de tal vez imaginar su muerte si HoSeok no hubiese llegado a tiempo.

—Lo que Jin-Hyung quiere decir, NamJoonie, es que siempre que necesites algo, lo que sea debes avisarnos para que nosotros estemos atentos de tu seguridad, ¿de acuerdo?—Jimin intervino de forma apresurada captando así la atención del niño quien asintió sin dudarlo.

—Ahora será mejor que limpiemos esto para que podamos desayunar juntos, ¿está bien?— TaeHyung cuestionó al niño quien asintió igual.

—Jin-Hyung, debe tener más tacto al decir las cosas.—Advirtió JungKook mirando las acciones casi robóticas del menor después de los sucesos ocurridos, aún se veía traumatizado.

—No quería regañarlo pero mi intensión no era apaciguar el golpe del suceso, sino que entendiera lo que realmente pudo haber pasado, JungKook.—El mayor dio por finalizada esa conversación para adentrarse a la cocina y sacar cosas de la alacena que ocuparía para servir la comida.

Yoongi negó con la cabeza sin decir nada antes de tomar a NamJoon en brazos al ver sus acciones torpes y rígidas, no estaba bien después de casi herirse y lo que SeokJin le había dicho tal vez hubiese empeorado todo.

HoSeok se levantó del piso mientras veía a Yoongi sentarse en el sofá de la sala junto a NamJoon para luego encender el televisor y buscar un canal apropiado para que se entretuviera. No pasó mucho para que llegaran a Disney Channel donde se estaba pasando la casa de Mickey Mouse.

Los ojos de NamJoon parecieron recobrar vida con aquella cancionsita sonando. Señaló la pantalla con una sonrisa para luego voltear a ver a Yoongi quien le sonrió de igual manera para luego acariciar su cabello.

Cierto, él podía ser un cabrón con todos, pero nunca lo sería con un niño, sobretodo si ese niño era su querido amigo NamJoon.


Después del desayuno cada uno pareció desaparecer en sus actividades dejando sólo a cuatro de los 7 en casa. SeokJin estaba enojado lavando los trastes que todos esos flojos habían dejado en el fregadero mientras que NamJoon estaba sentado en la mesa del comedor pintando sobre una hoja blanca. Jimin estaba arriba lavando el baño de la casa y TaeHyung estaba lavando su ropa.

NamJoon se levantó de su asiento y caminó despacio con su hoja en mano hasta SeokJin quien volteó a verlo expectante de lo que fuese a hacer.

El menor arrugó ligeramente una punta de la hoja antes de mirar a su mayor con las mejillas rosas y extender con sus manitas el dibujo que había hecho.

—Lo siento.— El menor se disculpó cubriendo su rostro con el dibujo a la altura de este.

Eran él y NamJoon en un parque —o eso parecía por los árboles —. Sonrió suavemente y se agachó para darle un tierno beso en la frente. Una vez que volvió a pararse se quitó los guantes amarillos que ocupaba para lavar y tomó el dibujo en sus manos.

—¿Te parece bien si lo pegamos en el refrigerador?—Jin le cuestionó con una sonrisa sincera y NamJoon asintió feliz.

Sea lo que sea que hubiese sucedido antes, ya había pasado.

Cuidando a NamJoon || JinNamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora