~ Recuerdos ~

O 5

Capitulo #5

Un rayo de sol fue el causante de mi despertar, abrí mis ojos lentamente. Escaneando el lugar donde me encontraba. Al parecer aún estaba en el jodido bar. Restregué mis ojos con mis manos, un bostezo salió de mi boca, haciendo eco en el vació lugar.

-Hey, al arecer despertaste - Decía Ben, caminando hacia donde estaba. -

-Porque no me despertaste - mi vos sonaba ronca por el hecho de despertar -

-Estabas demasiado ebrio para irte - se encogió en hombros y se dirijo hacia las cortinas de metal, para así abrir el viejo bar -

-Podía irme -Dije en un tono para nada amable -

-Oye tranquilo amigo, solo quería tu trasero a salvo - rodé los ojos y este rio -

-Me tengo que ir. Cuanto te debo por los tragos - Saque la cartera de la bolsa trasera  de mis jeans -

-Cortesía de la casa - Caminaba de una mesa a otra limpiando, mientras yo lo observaba -

-Como sea - Conteste con indiferencia  saliendo  del lugar. Tuve que parpadear un par de veces ya que los rayos de sol me segaban. Tome mis llaves y encendí el motor de la máquina. Conduje demasiado rápido, sobrepasando el límite permitido.

Al llegar al apartamento todo lo que mi cuerpo pedía era una jodida aspirina, para calmar la insoportable jaqueca. Recostado en el sofá, mi cabeza iba de mal en peor, palpitaba haciendo que escuchara como si una banda tocara sus tambores dentro de ella. Con la mirada perdida en el techo, despejaba mi mente, dolía bastante.

~*~

-No corras - la playa estaba tranquila. Las olas golpeaban las rocas haciendo un espectacular sonido. La arena se metía entre las orillas de mis zapatos, el sol no quemaba, solo estaba bastante agradable, me gustaba esta calma. Detuvo sus pasos y rio. -

-Vamos, no seas agua fiestas - decía mientras hundía sus pies en la tibia arena - Corre conmigo. Como en las películas de amor - dijo mientras soltaba una leve carcajada, ella sabía que odiaba esas películas. -

-Ok - Y sin más corrí lejos de ella, oía su risa a pocos metros de donde me encontraban -

-Chico rudo, corres rápido - una sonrisa se coló en mis labios. Tome su cintura entre mis manos pegándola a mi  hacia mí, rio y soltó un gritito -

-Chica linda, acaba de hacerme hacer una mariconada y muy grande - junte su frente con la mía -

-¿Así? - dijo, mientras se sostenía para no caer de mis brazos, ya que sus pies no tocaban el suelo - Parecías bastante convencido ante mi propuesta, de correr despavoridos, como dos enamorados - Roso su nariz con la mía -

-Por ti haría cualquier cosa, cariño - dije acabando el pequeño espacio que nos separaba, uniendo sus labios con los míos. Con ella no necesitaba cigarrillos, ella es mejor que la jodida nicotina, hacía que em tranquilizase. Por falta de oxígeno me separe lentamente de sus labios. -

-¿Incluso usar una pijama de ositos? - dijo curvando su labio inferior  hacia bajo. Sonreí y mordí delicadamente su labio curvado, así formando un nuevo beso -

-Incluso usar esa estúpida pijama de osos - asegure ya estando separados. Me regalo una sonrisa que me hizo delirar por segundos -

-Sí que me amas - dijo riendo -Eh doblegado tu orgullo - aun reía -

-Nunca dudes de cuanto te amo - puse sus pies de nuevo en la arena. Poniéndose de puntillas  alcanzo mis labios, depositando un pequeño y casto beso -

-Yo también te amo - dicho esas hermosas palabras comenzamos a caminar.

~*~

Mi cuerpo estaba caliente, indicando que tenía temperatura. Genial, ahora me enfermo. Me levante con rapidez del sofá, ocasionando que todo me diera vueltas. Mi vista se nublo  y no supe más de mí -

 *

El timbre sonó indicando un visitante. Camine hacia ella dispuesta abrir -

-Hey, vecina - dijo, el sexy chico ojos marrones -

-Hola - dije sin ánimos, mi vida es monótona y aburrida -

-Vamos por lo menos sonríe - tomo mis mejillas en un intento de formar una sonrisa - al menos lo intente - dijo encogiéndose en hombros, causándome una sonrisa - Lo logre - sonreí aún más por su gesto de victoria -

-Que haces aquí - dije aun riendo -

-Solo visito a mi vecina preferida - decía rascando su nuca mientras reía, alce mis cejas en señal de incredulidad. Este rio por mi gesto -Oye lo eres, todos son unos viejos de noventa años y tú eres la única persona agradable y además joven - movía sus cejas de arriba hacia bajo, reí de nuevo -

-¿Quieres pasar? - dije haciéndome a un lado  para que entrara -

-Sería un honor bella dama - hizo una graciosa reverencia y entro. Observo detalladamente cada rincón de este sonriendo - Acogedor - dijo sin más -

-¿Gracias? - conteste ante su sutil alago - ¿Quieres algo de tomar?¨- asintió mas no dijo  nada - Em, que te gustaría tomar - dije esperando su respuesta -

-Sorpréndeme - dijo mientras tomaba asiento en el sofá, asentí riendo. El me saco una sonrisa sin siquiera intentarlo, solo con su actitud, para nada normal. Tome la jarra con el líquido morado y lo vertí en un vaso de cristal, llevándolo hacia donde Avan estaba. Estire mi mano con el vaso para que este lo tomara, lo tomo gustoso, dando un sorbo a este. Tome lugar en el sofá junto a el -

-¿Qué es esto? - pregunto dándome una pequeña y desgastada caja, fruncí el ceño ante la confusión. Al abrir la caja me encontré con un marco, cuya foto era de Jack junto a mí, sonreí inconscientemente -  ¿Es tu hermano? - dijo tomando el marco entre sus manos y observándolo con detalle la desgastada foto que yacía en este -

-No, no lo es - dije limpiando una traicionera lagrima que se me escapo -

-Tiene cara de idiota - dijo sin apartar su vista de la foto -

-Sin duda lo es - dije riendo ante su comentario.

 La tarde que pase con Avan sin duda era inolvidable, aparte de ser extremadamente sexy es una persona humilde y confiable, con el todo eran risas y malas bromas. Haciéndome olvidar al idiota por lo menos una tarde, hay personas que valen la pena y Avan es una de ellas.

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