~ Recuerdos ~

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Capitulo #13

Por más que gritara pataleara, la gente parecía no darse cuenta de lo que sucedía, por el amor de dios, un chico prácticamente me estaba raptando, y nadie hace nada para detenerlo. No tuve más remedio que rendirme ante él. Pensando en estupideces mientras el individuo se seguía caminando.

-¡Quieres Bajarme Ya! – Haciendo caso omiso a mi petición, siguió caminando – Esto es tan tonto, no podemos hablar como dos personas civilizadas en vez de cargarme –

-¿Quieres dejar de gritar? – No claro que no le daría el gusto –

-No hasta que me bajes y me digas todas las estupideces que me tienes que decir – Con todo lo que mi fuerza era, le di un puñetazo en la espalda –

-Ese golpe fue como un osito de felpa intentando matarme – Me estaba exasperando, más de lo normal –

-Jack, por favor – de un momento a otro estaba cara a cara con él, dando un paso atrás para que el momento no fuera aún más incómodo –

-Ves, que te costaba ser un poco más amable – La sonrisa burlona estaba presente en sus labios –

-Muy bien, hablemos, dime las cosas tan interesantes, para así largarme de una vez – Estaba al punto de gritar, no estaba muy lejos de eso –

-El sarcasmo no te queda nena – La sonrisa arrogante que siempre estaba presente en él, esta vez estaba en su rostro – Pero muy bien, te traje aquí por impulso, no porque necesariamente tenía algo que decirte – Quería golpearlo hasta cansarme, más sabia que mi fuerza era solo un rasguño para el –

-Perfecto – dicho eso, emprendí camino de regreso al centro comercial, mire hacia atrás, ¡Diablos!, venia corriendo hacia mí, imite su gesto y comencé acorrer como si mi vida dependiera de eso, en menos de un segundo estaba entre sus brazos – Jack basta solo suéltame – Nuestras respiraciones eran agitadas –

-Te soltare, si prometes no huir de mi – asentí lentamente – Muy bien – de apoco estaba fuera de su agarre, mi teléfono vibro en el bolsillo trasero de mis jeans, los ojos de Jack estaban en mi dirección, saque mi teléfono lentamente – ¿Qué haces? – levantando la mano, en dirección a mi teléfono –

-¿Contesto mi teléfono? – su mirada fulminante me traspaso –

-Eso ya lo sé, quien es – Sonó más a una orden que a una pregunta, fije mi mirada en el teléfono, dios mi salvación –

-Es mi hermana – asintió, me aleje unos pasos de él, su ceño se frunció – estaré aquí, no me iré – asintió levemente – Avan – conteste una vez que Jack no me prestaba atención – Avan por favor ven, estoy en la parte trasera del supermercado – Después de la llamada de ayuda volví hacia donde estaba Jack – Muy bien, dime que quieres – mi vos sonaba firme, pero me estaba muriendo  por dentro –

-Eh pensado bastante, sobre nosotros, y pienso que deberíamos volver – Mi boca se abrió ante su propuesta – Así que, ¿qué dices? – aun sonreía con arrogancia –

-¿Qué sí que digo? – Asintió con su estúpida sonrisa – Pues digo que no – Su mandíbula estaba por tocar el suelo –

-¡Porque diablos no! – su rostro estaba a punto de explotar de la furia, mierda, sino estuviera disfrutando este momento, estaría muerta del miedo –

-¿Te atreves a preguntar porque?, si tú mismo me echaste de tu lado idiota, porque querría estar con alguien que jamás me quiso – Sus ojos estaban fijos a cada movimiento que daba –

-Alguien que jamás te quiso – dijo casi en un susurro – Por....-  no pudo decir más porque un puño aterrizo en su rostro, salte hacia atrás ante la impresión. Dos cuerpos en el suelo me hicieron despertar de mi pequeño trance, mirando a todas direcciones en busca de un poco de ayuda, ya que claramente yo no sería suficientemente fuerte para separarlos. Mirando a las dos personas que están en plena batalla, me quedo mirando al contrincante, dios es Avan. –

-Avan basta – mi vos sonaba más como un susurro que como un grito – ¡Avan basta! – el cuerpo de Avan pareció reaccionar. Empujando a Jack al suelo, vino corriendo a mi lado –

-¿Estas bien?, ¿No te hiso daño? – Al ver que no contestaba, estaba a punto de volver a golpear a Jack, tome su brazo para detenerlo –

-Estoy bien, que no me puedes mirar – Mi exasperación estaba al límite – Avan, no hagas más de este espectáculo, solo vámonos de aquí – Di mi última mirada a Jack, quien ahora tenía el labio roto, me dio una mirada extraña, sus ojos estaban brillantes, con esa mirada me fui con Avan.

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