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Capitulo #21

 

-Si no dejas de meterte en nuestro camino, serás el próximo bajo tres metros sobre tierra – Sonreí sin gracia ante su estúpida amenaza – Marcus, borra esa sonrisa – Mi rostro fue lanzado hacia un lado por el impacto del golpe que, el gran hombre llamado Marcus me proporciono, reí como un maniaco al momento que sentí el sabor metálico de mi sangre en mi boca, negué lentamente con la cabeza. –

-Tus absurdas amenazas no funcionan con alguien como yo – Este me regalo una sonrisa – El que debe cuidarse eres tu – Rio aún más, para luego soltar una carcajada –

-Dijo el que estaba amarrado a una silla – Alce una ceja, baje la cabeza, haciendo que el cabello cubriera mi rostro – Es mejor que te mantengas obediente, ¿No querrás darme el placer de matarte en este momento no? – Moví las cuerdas flojas que me mantenían "prisionero", sacando una por una, sin hacer demasiados movimientos que me delataran – Buen chico – palmeo mi cabeza como si fuera un cachorro –

-¿Intentas que sea tu sumiso?, valla te creía más heterosexual, pero quién diría – limpie la sangre que derramaba de mi boca con mi hombro – Tomo el cabello de mi nuca haciendo que quedáramos cara a cara – ¿Ahora quieres besarme? – Escupí en su rostro, haciendo que se desconcertara un momento, hora de actuar. Me levante de golpe de la incómoda silla, aun con la cuerda en mi mano, la tome y sujete su cuello con esta, su rostro parecía un tomate a punto de explotar, lo cual me daba un poco de gracia. – No juegues con mi paciencia idiota – Este no paraba de toser, cosa que me estaba estresando – ¿Por el amor de dios, cuanto falta para que tu pulso pare? – Su rostro ahora era de un color morado, muy bien, faltaba un poco, después de unos minutos más, dejo de luchar y también de respirar, mi trabajo aquí estaba hecho – Listo Marcus – Este feliz con todo el dinero que le ofrecí por no amarrar con fuerza las cuerdas, me siguió –

-Siento el golpe –Haciendo un ademan con mi mano, seguí con mi camino – Cuál es tu nombre muchacho – Sonreí al grandulón –

-Me llaman de muchas maneras, mas mi nombre nadie lo sabe – Camine hacia la puerta de aquella pocilga – Hasta nunca – haciendo un saludo militar en su dirección me retire en silencio de aquel maldito lugar –

*

-¿Quieres ir a comer? – Miraba fijamente a mis pies, una vez más negué con la cabeza - ¿Quieres ir a pasear? – Avan seguía insistiendo –

-Avan, solo quiero quedarme aquí, contigo – me abrase a él con fuerza, inhalando su adictiva colonia - ¿No te gusta la idea? – me atrajo a más a su pecho –

-Me encanta, pero aún tengo hambre – reí un poco - ¿Quieres que cocine algo? – Asentí aun pegada a él, hundí mi cabeza en el hueco de su cuello – Pero no podre si aún estas abrazándome – A regañadientes me separe de el –

-Ve, eres libre ahora – Este rio y fue directo a la cocina, dejándome un perfecta vista a su trasero, esos boxers negros le quedaban muy bien – Dios como amo ese trasero – Tape mi bocaza con mis manos, mi mente me ha traicionado, Avan de tuvo sus pasos, dando media vuelta hacia donde me encontraba, tenía una pequeña sonrisa y una ceja levantada –

-¿Así que amas mi trasero no?– Asumiendo la culpa asentí, rio un poco ante mi atrevimiento – Pues es todo tuyo – Una carcajada se escapó de mi boca –

-Tengo bastante suerte, tu trasero es bellísimo – Este negó ligeramente y siguió con su camino –

Poniéndome de pie, seguí sus pasos, entrando en la cocina, tome haciendo, para disfrutar del espectáculo, sin lugar a dudas Avan cocinando era una maravilla, dejándome una vista espectacular de su ancha espalda y su lindo trasero, mordí mi labio inferior, ante mis pensamientos, debo controlar mis hormonas, que al aparecer están demasiado alborotadas.         

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#TeamAvan  #Mysteriousboy. 

             


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