Capítulo 11

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Narra Ashley

Sin decir más, tomé la chaqueta y las llaves y salí de casa en dirección a la cafetería.

Cuando llegué, Thomas ya estaba allí.
Entré dentro y cuando me vio me dio un beso.
-¿Qué vas a tomar?-
-Un café con leche, por favor-
-Ya la has oído, y para mi un café solo.-pidió Thomas al chico de la barra.

Nos sentamos en una mesa y a los minutos nos trajeron los cafés.
-Y bueno, ¿qué tal?-
-Discutiendo desde que me levanté con mi hermano, pero por lo demás, todo bien-.
-¿Le parece bien que estemos juntos?-
-Bueno, no le dije nada-mentí-pero no me importa si le parece bien o mal, simplemente no le doy importancia a su opinión-
-Tarde o temprano, te acabará importando-.
-Oh, créeme que no-

Después de 15 minutos me llama mi abuela.
-Ashley, cariño, mamá...Se está muriendo-
-¿COMO? SI AÚN LE QUEDABAN 3 MESES DE VIDA!!-
-Ya pero no todo se puede decidir en esta vida ya que~-no pudo terminar de hablar ya que la interrumpí
-¿Estás en el hospital?-
-Si y tu her~-
-Voy para allá-la volví a interrumpir y colgué.
Tomé la chaqueta y me dirigí a la puerta de la cafetería.
-¿A dónde vas?-
-Mi madre se está muriendo-
-¿Te puedo acompañar?-
-Haz lo que quieras, no puedo perder el tiempo ahora mismo en discutirlo-

Salí de la cafetería a paso rápido en dirección a casa. Seguramente mi hermano ya lo sepa, así que entré a casa a coger las llaves del coche de él para dejárselas a Thomas, ya que yo no sé conducir.

Montamos y fuimos rápido por la autopista, tuvimos suerte ya que estaba bastante vacía.

Llegamos y subímos muy rápido por las escaleras, no quería perder el tiempo mientras llegaba el ascensor.
Llegamos y lo primero que hice fue ir corriendo a abrazar a mi hermano.
Él me abrazaba con fuerza y al mismo tiempo tembloroso. Yo le correspondí y noté como algunas lágrimas caían de sus ojos.
Después de unos segundos nos separamos y me dirigí a la camilla en la que estaba mi madre.
-Mamá!!-Dije llorando-No te vayas por favor. Pídele a Dios que te deje quedarte con nosotros-.
-No puedo...Me pide que vaya con él y...no puedo decirle que no-dijo muy débil.
-Pero mamá, dile que no ,solo una vez más, por favor.-
-No puedo, si él quiere, no hay un 'no' que valga.-
-Pero mamá....-Le tomé las manos y las apreté con fuerza-no puedes irte-dije con un hilo de voz.
-Antes de irme quiero deciros una cosa-dijo mientras mi hermano se acercaba a mi lado para escucharla-Os amo-y cerró los ojos.
Se oyó el pitido de la máquina.
Ya se ha ido.
-MAMÁ!!-Abracé con fuerza el cuerpo muerto.
Mi hermano lloraba como nunca hubiese llorado.
Thomas estaba detrás de mi. Me tomó de la cintura y yo me giré para abrazarle. Me besó la frente.
Después me separé y abracé a mi abuela.
Ella lloraba. A parte de viuda, sin una hija. Solo le quedaba mi tío. Y a mí solo ella y mi hermano.
Mi hermano apoyó su mano en mi brazo. Como si quisiera que me tranquilizara. Pero si yo no podía, el tampoco podría.

Narra Jorge

Thomas me hizo una seña de que saliese afuera con él.
Yo le seguí hasta el pasillo.
-¿Te gusta tu hermana o algo?-
Yo tragué saliva.-no, es solo mi hermana.-
-¿Te parece bien que seamos novios?-
Esta vez mis puños se apretaron y aún con los ojos llorosos, me mordí el labio superior.
-No me importa lo que hagáis o lo que seáis-miré a la puerta y ella estaba con una mano en la boca-solo te pido que no la hagas daño. La tocas o algo y te reviento la cara que tienes.-continué.
-Vaya, parece que mucho no te ha afectado la muerte de tu madre-se rió levemente.
-A ELLA LA DEJAS EN PAZ-dije gritando.
Él se siguió riendo.
Yo no me contuve y dirigí mi puño a su cara haciendo que cayese al suelo.
-¿Por qué hablas de más?-le dijo Ashley.
-Vamos, no voy a dejar que un gilipollas que se cree guay, me diga lo que tenga que hacer, ni que me diga cuándo y cómo estar contigo-dijo con asco mirando hacia mi-¿No se da cuenta que ahora estás conmigo?-.
-Yo nunca estuve contigo-dijo.
Vino corriendo hacia mí y la tomé en cuello. Sin esperarmelo, me besó. Yo no quería seguirle el beso porque estaba mi abuela delante, pero no me importó.
-Si es que cada vez, más putas nacen-dijo Thomas.
Ashley bajó y se dirigió a paso ligero hacia él. Le soltó una bofetada que le dejó marca-y cada vez más gilipollas nacen-dijo para después tomarme de la mano y entrar en la habitación en la que estaba el cuerpo de mi madre.

Mi abuela nos miraba con cara de pervertida.
-Abuela, no empieces-dije yo.
-No he dicho nada-dijo con una sonrisa-.
Ashley se sentó en mis piernas mientras yo le abrazaba por la cintura.
-¿Me quieres?-le dije susurrándole en el oído.
-No-dice muy segura.
Mi expresión cambió a una seria.
-¿Y por qué me besaste?-le pregunté dudoso.
-Porque te amo-me agarró de las mejillas y me dió un beso tierno.

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