QUÉDATE

Capítulo 14

Narra Ashley

La madre de Sandra era muy buena persona, nos ayudó durante toda la semana con la colada, me dió trucos para la cocina e incluso trajo unos peluches para cada uno de los perros.

*Flash back

-Yo abro!!-dijo Sandra corriendo hacia la puerta.
Abrió la puerta y estaba su madre, frente a ella.
Hacía 3 años que no se veían por temas de trabajo.
-¡MAMÁ!-se lanzó a sus brazos.
-Cariño-dijo con voz nostálgica.
Se fundieron en un largo abrazo.
Yo hechaba de menos a mi madre. El ya no poder abrazarla o poder decirle que la quiero...
Apreté la chaqueta de la sudadera aguantando las lágrimas.
-Como era tu cumpleaños y hace mucho que no lo celebramos juntas, pensé que podría ser este el momento de venir y así visitar nuestro nuevo apartamento-dijo con una sonrisa.
Las tres sonreímos.

Y así hasta hoy día, finalmente se quedó con nosotras una semana entera.

*Fin del flash back

-Bueno ya va siendo hora de irme- dijo la madre de Sandra.
-Espera mamá- se acercó Sandra y la abrazó.
Ella le correspondió el abrazo.

Yo sonreía viéndolas a las dos.
Y pensar que antes éramos Jorge y yo los que abrazábamos a mamá cuando se iba a trabajar...
Supongo que ahora, todo a cambiado.

2 semanas después...

Tomé una mochila y metí algo imprescindible para quedarme tres días en casa de la abuela, y mientras Sandra terminaba de preparar su mochila, ya que ella, en cambio, se quedaría 5 días, yo fui a peinarme.
Me até el pelo en un moño despeinado, y me heché rimmel en las pestañas.
Una vez ella estaba lista, tomamos a los dos perritos y los colocamos en los asientos traseros del auto, metidos en sus transportines.
Colocamos las maletas en el maletero, subimos al auto y nos fuimos.

Sandra me pidió que la dejase en la casa de su tía.
Allí era donde había estado viviendo hasta ahora.

Después me dirigí a casa de mi abuela. Aparqué el coche cerca, saqué a Zeus y tambien la mochila.
Lo até con la correa y piqué al timbre.
Abrió la puerta un hombre de unos cincuenta y tantos años.
-¿Quién eres?-pregunté extrañada.
-¿Ashley, eres tu?-dijo él con tono amargo.
Detrás de él vi a mi hermano un tanto preocupado abrazando a mi abuela que estaba llorando.
-¿QUÉ LA HAS HECHO?-le pregunté gritando.
-Oye cálmate, solo vine a firmar la herencia que te correspondería a ti, pero como soy tu padre y mayor que tu, me corresponderá a mi- dijo despreocupado.
-TU NO ERES MI PADRE-
-Oh, claro que lo soy-
-SI DE VERDAD FUESES MI PADRE, CRÉEME QUE NO HUBIERAS ABANDONADO A MAMÁ-
-No la abandoné, se fue ella-
-MENTIRA, ELLA TE QUERÍA MAS QUE A NADA. AL AÑO DE ESTAR JUNTOS ELLA QUEDÓ EMBARAZADA Y TU NO QUERÍAS CUIDAR DE ESE BEBÉ-
-Normal, tenía 20 años y ella 19-
-SI NO TE HAS PREOCUPADO TODO ESTE TIEMPO, TAMPOCO VIVIRÁS EN NUESTRA CASA-
-No vive nadie en ella-
-SI, SI VIVE, VIVE MI HERMANO AHORA, PERO ANTES ERA NUESTRA CASA-
-Antes, tu lo has dicho-
-ERES UN HIJO DE PUTA- agarré los papeles de la herencia y sin pensarlo, los rompí.

Mi supuesto padre levantó la mano para pegarme.
Mi hermano le agarró la mano-ni la toques-
-Mocoso, dejame en paz-
-La tocas y llamo a la policía- le dejó sin palabras mi hermano.
-ERES UN INTERESADO DE MIERDA- intervine yo.

Mi abuela toma a mi hermano del hombro y le susurró al oído algo que nadie más escuchó.

Él le soltó la mano a mi "padre".
Mi padre aprovechó y me dio la bofetada que no me dio antes.

Yo no dije nada, sólo me apreté el borde de la sudadera. Preferí no decir nada.
Subí a mi antiguo cuarto con Zeus y cerré la puerta. Me senté en el suelo y le abracé con fuerza.
Se abre la puerta, era Jorge.
Cierra la puerta justo detrás de él.
-Te has vuelto más madura...-
No dije nada
-¿Cómo es que esta vez no has  llorado?-
-Ese hombre no merece mis lágrimas- dije sin dejar de abrazar a Zeus.
-¿No piensas desahogarte?-
-¿Y qué crees que estoy haciendo?-
Se acercó a mí pudiendo ver mi rostro lleno de lágrimas. Noté que se quedó frío sin saber que decir.
Se agachó y levantó mi barbilla con delicadeza.
-No llores-
-No estoy llorando- bajé rápidamente la cabeza.
-Dentro de ti sique habiendo esa niña-
-Mentira...-
-¿Por qué pretendes ocultarlo?-
-No lo se- dije mirándole
Se sentó delante de mi.
-¿Puedo pedirte una cosa?- le dije con las manos rodeando mis piernas.
El asintió.
-No te enamores de mi- oculté mi rostro con mis rodillas.

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Después de una eternidad, he logrado sacar tiempo para otro capítulo.
Tuve problemas con el móvil, poco tiempo, y estaba sin ideas ni inspiración.
Pido disculpas por la inactividad🙏

Hasta el próximo capítulo👋