𝐔𝐋𝐓𝐑𝐀𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐂𝐄
❝¿Podrías dejar de mirarme como si estuviera loca?❞
𝐃awn Grey era una de tantas mentes brillantes - pero ella no era una persona normal: si no una mutante. Una telépata con el poder de controlar ca...
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China.
MADISON XAVIER MIRÓ LA OSCURIDAD DEL MUNDO A TRAVÉS DE SUS OJOS AZULES. La muchacha permanecía sentada en su asiento, con la mirada perdida pero sus dedos se movían a través de un panel. Ella sabía que su compañera de equipo, Kitty Pryde, había hecho que los mutantes se salvaran y ahora ella los estaba buscando.
'¡Mads!¡Estamos aquí!'
La muchacha de cabellos oscuros sonrió de lado y dejó el panel para mirar a su padre—Los encontré.
Logan Howlett y Ororo Munroe aceleraron para que la nave saliera disparada hacia el horizonte. Madison, en el trayecto, observó que pasaban la gran Muralla China sin ser identificados por los centinelas. Eso le resultó un gran alivio ya que se habían topado múltiples veces con los asesinos de mutantes en el último mes.
La nave hizo una vuelta para dirigirse hacia una montaña, en la cual se encontraría el equipo de su amiga Kitty. Al encontrarla, Charles le pidió a su hija que se sentara para evitar algún golpe no deseado. La mera figura de la muchacha se sentó en uno de los asientos y permaneció quieta, pero eso no quitaba que ella se quejara por ello. Sin embargo, Madison se daba cuenta de que solo estaban los dos de los cuatro miembros de la familia y era crucial su protección ya que antes Charles había fallado en proteger a Dawn y su hijo, David, estaba desaparecido.
Logan y Storm aterrizaron lentamente, encendiendo un par de luces para ver el terreno. Es descenso no fue brusco, pero Mads se había olvidado de colocarse el cinturón. Las compuertas se abrieron y el equipo que estaba dentro se quitó los cinturones para bajar de la nave. Storm fue la primera, quien también provocó una dispersión de la niebla. Logan fue el segundo, intentando de encender un habano que estaba entre sus labios. El tercero fue Charles Xavier, ya en una silla de ruedas, él fue seguido por su hija: Madison, quien miraba maravillada hacia todos lados. Luego de ella siguió Erik Lehnsherr, con su gran capa negra. Charles y Erik tenían un notorio envejecimiento, cosa que no le provocaba nada a Madison. La vida estaba avanzando y ellos estaban envejeciendo, ella no podía cambiar eso.
El equipo se adentró en el templo chino que se alzaba ante ellos y al acercarse a la puerta, Madison observó que Bishop se encontraba custodiando la puerta. Ella sonrió y asintió, para luego ver que el otro equipo aparecía de entre las sombras.
—¡Profesor!—Madison divisó la voz de Bobby Drake, quien se acercaba.
