Estaba riendo sin control a causa de los chistes de Rugge. Tenía tan solo minutos de haber llegado a casa, estábamos esperando a Valu.
—Entonces, ¿hubo beso en medio de la película? —preguntó alzando una ceja. Reí negando con la cabeza.
—No, estuvo tranquilo, pero si me hubiera gustado —dije sonriendo.
—Tal vez te de uno —dijo alzando sus cejas.
—No. A él le gusta alguien más y vos lo sabes —dije seria.
—Puede ser, pero no se de quien se trata.
Tocaron el timbre, había llegado Valu. Camine hasta la puerta, al abrir, sus brazos me rodearon fuertemente. Correspondí a su abrazo, al cabo de unos segundos nos separamos.
—¿Todo bien? —pregunté cuando íbamos hacia donde estaba Rugge.
—Perfecto. ¡Rugge! —exclamó con demasiada alegría. Era extraño, hoy andaba más alegre de lo normal.
Al llegar a él, se acercó y le dio un gran abrazo.
—Mi rubia favorita, ¿a qué se debe tanta alegría? —dijo cuando nos sentamos en los sillones.
—Nada en especial. Solo me levanté con más energía, con ganas de abrazar a las personas que quiero —dijo mirándonos con una sonrisa.
—¿Ya se lo diste a Mike? —preguntó, Rugge, con una sonrisa. Valu lo volteo a ver y pensé que le diría mil cosas.
—No quiero hablar de él —dijo con calma.
—¿Se arreglaron? —me atreví a preguntar.
—No, de hecho al otro día me los encontré, a él y Agus, termine enojada con los dos —dijo recostándose en el sillón.
—¿Con mi Agus? —pregunté alzando una ceja. A los segundos me di cuenta de lo que dije, mis amigos me miraron a punto de estallar en risas.
—Si, tu Agus —dijo, Valu, entre risas remarcando cada palabra.
—No creí que mi amigo fuera ya tuyo —dijo, Rugge, riendo. Los mire esperando que pararán de reír, pero sabía que no lo harían.
—Ya paren —dije mirándolos fijamente.
—Por cierto, ya se quien le gusta a Agus —dijo, Valu, cuando dejo de reír.
—¿La conozco? —pregunté con temor.
—No, pero Rugge si. Es Ana, la chica de la foto —dijo acomodándose en el sillón.
—Espera —dijo, Rugge con sorpresa. —¿Le gusta, Ana?
—Si, él mismo me lo confirmó.
—No puedo creer que no me lo haya dicho, hemos salido juntos y no he visto nada raro entre ellos —decía, Rugge, aún sin poder creerlo. Sabía quién era por la foto.
—¿Le gusta bastante? —pregunté mirando a Valu.
—No, estoy segura que es algo pasajero y sino yo me encargo que lo sea —dijo alzando las cejas con una sonrisa.
—Te ayudo —dijo seguido Rugge. —Hablaré con él. Deberías salir con él, Caro.
—Buena idea, Rugge —dijo, Valu, palmeando su hombro.
—Siempre las tengo —contestó engreído. Reí, no cambiaban y no deseaba que lo hicieran.
—¿Donde podemos ir? —pregunté frunciendo el entrecejo.
—Al parque y se ponen a cantar, a él gusta —dijo Valu.
—Si y llevas algo de comer, también le gusta y mucho —dijo lo último riendo.
—Le escribiré para decirle —dije mirándolos.
—Hazlo —dijo, Valu, señalando mi celular.
—¿Ahorita? —pregunté frunciendo el entrecejo. Afirmaron enseguida, repetidas veces. Tome mi celular y busque a Agus.
Tengoganas de ir de día de picnic, ¿te animas?
Termine de escribir y lo envíe. Ahora a esperar su respuesta.
—Perfecto —dijeron mis amigos al unísono.
Seguimos conversando sobre las cosas que hicimos en estos días y los trabajos que teníamos pendientes del colegio, los cuales eran muchos, más porque era nuestro último año.
Ruggeropasquarelli
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