15.Cactus .

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── Creía que era yo quien había disfrutado más mi fiesta ── Michelle se acomodó a la salida de la fundación para interrogarme.En el fondo de mi corazón guardaba la esperanza que lo hubiera olvidado .

── ¿Que tonterías dices? ── Debería ser mas segura ── No imagines tonterías por favor.

── ¿Me vas a negar que no hicieron nada tú y Juan P?

── Claro que no ── Alcé la voz y luego la baje ── Quien te escuchara diría que es cierto.

── Bueno yo te creo amiga. Solo que a veces las imágenes hablan por sí solas. Recuerdo ver a Juan P en toalla y tú lo ayudabas con su ropa.

Curiosamente me venían las imágenes de el el día de ayer. Mi corazón reaccionaba de manera extraña. Ni siquiera lo entendía.

── Eso es diferente, ush ni te explico porque no comprenderás es mas todo eso paso por la culpa de Lina al tener un novio tan maniático ── Asegure manteniendo mi convencimiento.

Pero la imagen de Juan P no se iba. Recuerdo su tes pálida y sus brazos fornidos que hicieron estropear el rostro de Daniel.

── Andas en las nubes ── Añadió Michelle sujetándome el brazo.

Asentí y luego andamos hasta su auto.


                                                                      ♫♥♪♥♪♥♫ 


Me abroche el cinturón pero dos golpes de Juan P en el vidrio polarizado me sobresaltaron. Inmediatamente baje el vidrio. Me di cuenta que en ese momento me alegraba verlo; es decir lo acababa de ver durante toda la tarde pero no me cansaba de hacerlo; era extraño menos mal solo yo lo sabía. Bueno yo y Michelle que se mordía los labios con esa risita tonta.

── ¿Podemos hablar? ── Me pregunto frotándose la nuca.

Una chispa rodeo mis manos antes de contestar.

── Eh, claro que sí. Hablemos ── Le dije apoyando mis manos en el vidrio.

── Preferiría hacerlo afuera.

── ¿Afuera?

── Si, digo si tienes tiempo; un poco de tiempo más ── Nuevamente su gesto propio se apodero de él.

Volví mis ojos a Michelle que estaba con un rostro de dulzura. Revelaría cualquier secreto si lo tuviera .

── Yo tengo que irme ya── Michelle se abrocho el cinturón ── Si quieres te vas en tras milenio.

── Está bien ── Asentí.

── No puedo creerlo ── Susurro sin que el escuchara.

── ¿Que? ── Pregunte.

── Te gusta ── Afirmo.

Claro que no. Bueno...no.

── Alucinas amiga ── Le dije torciendo mi cuerpo al salir del auto.

── Ujum ── Dijo Michelle ── Después de todo no hicieron nada en la fiesta verdad.

── Claro que no, deja de decir esas cosas, Cállate por...

Subió el vidrio del auto impidiéndome verla.

El auto se alejó lentamente. Luego desapareció en la multitud del tráfico. Mantuve mi compostura y me fije en como venía vestida. Los ojos de Juan P eran dormilones creo que ese efecto se debía a sus abundantes pestañas inclinadas hacia abajo únicamente.

Mi Mayor RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora