30. Mi Mariposita *Favor alisten Pañuelos*

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*Dejen sus comentarios sobre este capitulo, se los agradezco*

La Maestra de literatura nos estaba hablando de una tragedia que surgió hace poco en un centro comercial aquí en Bogotá, la verdad es que esa noticia había causado mucha revuelta en todo el país y en estos momentos rondaba en las cabezas de los altos gobernantes, de hecho fue un asesinato sin previo aviso, situaron una bomba en uno de los baños de las mujeres y tres de ellas que se encontraba allí fallecieron.

── Lo que nos deja esto ── Indico la maestra ── Es que no somos dueños de nuestras vidas, simplemente estamos aquí de paso y tarde o temprano nos llegara la hora de partir.

Era tétrico pero a la vez muy cierto, Entonces levante la mano y la maestra me dio la palabra.

── ¿Entonces estamos aquí para morir maestra?

Lina y Michelle fueron las primeras que volvieron sus ojos a mí.

── Filosofa te has vuelo...tú ── Dijo entre dientes Lina.

── No... Sé que esto es irrelevante con la clase, pero creo que todos estamos aquí para cumplir un propósito── Afirmo la maestra ── Sencillamente nuestra vida tendrá sentido cuando sintamos que ese propósito ya fue cumplido... Entonces Srta. Gabriela ¿Cuál es su propósito?

── Creo que ya se cual es ── Murmure entre dientes.

Creo que los propósitos iban surgiendo a medida de que entenderíamos como funciona esto de vivir. Como queremos que nos recuerden. Mucha gente piensa que brindando saludos con afecto cuenta como un buen propósito. Yo creo que si podíamos hacer que una persona, tan solo una; volviera a creer en sí mismos. Eso contaba como uno.

                                                      

                                                                        ♫♥♪♥♪♥♫


Cuando llegue a la fundación no estaba Juan, era de esperarse; seguro estaba en la clínica y dentro de mí sabía que su ausencia se debía a la enfermedad, pero quería tenerlo a mi lado, pasar más tiempo con el del que ya pasaba.

El cielo se confabulo ese día ya que era gris. Pues era la primera vez que no estaba aquí siendo ya novios. Debía tal vez aprender de la comprensión.

── No llego tu príncipe azul ── Dijo Mary arreglando las muñecas a las que le faltaban partes de sus cuerpos elásticos.

── ¿Mi príncipe? ── Sonreí.

Ella solo asintió.

Yo sabía lo que pasaba, pero no quería hablarle de eso a Mary; él no quería que sintieran lastima. Tal vez Mary pudiese ser la mejor consejera. Aunque no lo veía oportuno. Rompería algo así como una promesa.

Pero era evidente que en el fondo necesitaba saber cómo había estado el día de hoy. No quería que me tildar de paranoica. Pero ahora el hacía parte de mi mundo. Aun habiendo pasado unas 22 horas de haberlo visto la última vez, así que no dude en salir a llamarlo.

── Necesito verte en mi casa ── Me dijo ── Tengo una pequeña sorpresa.

Sabía que estaba sonriendo y sabía que sus hoyuelos estaban siendo expuestos en estos momentos; casi podía verlo tan alentado. Eso me llenaba de felicidad.

── Vale ── Añadí ── ¿Pero no me vas asustar?

── Claro que no mariposita ── Susurró.

── ¿Maripo que? ── Pregunte.

No hubo respuesta alguna. Era increíble creer que el chico que me hacia la vida imposible hace unos días, fuera quien me desvelara en estos momentos y fuera el causante de mis sonrisas más prolongadas.

Al llegar a su casa me entro un nerviosismo simpático y broto un rubor en mi mejilla; al llamarlo me indico que la puerta estaba abierta, me quede quieta frente a ella durante varios segundos y sonreí para abrirla.

── Hola ── Dije y se escuchó un pequeño sonido de guitarra.

Luego lo vi, a mi príncipe por cursi que pareciera. Al niño que me llenaba de felicidad ahora. Estaba cruzado de piernas y sobre ellas una guitarra. No me dijo ni una palabra solo me señalo la silla. Sus ojos resplandecían y los míos estaban naturalmente llenos de agua. Cada vez me sorprendía más.

Comenzó a tocar las cuerdas de su instrumento y no lo podía creer; me sonreía porque sabía que me emocionaba, nunca lo admití pero me encantaba escucharlo. Luego empezó a cantar y mi corazón se aceleró constantemente al ritmo de la melodía. Todos tenemos esa necesidad en algún momento; la de ser protagonista de alguna canción. Reconocía que jamás me habían dedicado una. Eso lo hacía diferente, los detalles eran su mejor arma para derribarme por su dulzura.

♫♫♫♫Cuando desperté allí estabas tú 
Aquella mujer con la que soñé 
Le vestí la piel sus labios bese 
Y su corazón allí me refugie 
Late el corazón late voy por vos 
Y si canto y lloro canto para ti 
Mi vida entera toda te la doy 
Ya no tengas miedo yo aquí estoy 



Tú poeta tu verano 
El silencio de mi vos diciendo te amo 
Mi princesa mi primavera 
Mi ternura y mi amor por vez primera 



Me conoces bien siempre te amare 
Aunque estemos lejos yo aquí estaré 
Seré tu poema tu razón de ser 
Tú serás mi reina mi única mujer 
Tú serás mi aliento serás mi edén 
Mi eterno romance confidente fiel 
Niña consentida amor de mí ser 
Agua de este río que yo beberé ...


El silencio de mi vos que dice te amo
Mi princesa mi primavera
Mi ternura y mi amor por vez primera
Soy un niño enamorado
El diseño de tu sueño en mi plantado
Consentida mariposita
Prisionera de este amor que no se rinde


Nunca me cansare de amarte solo le pido al Dios del cielo que me haga mejor para ti ♫♫♫♫

Bueno en realidad mis lágrimas seguían su curso normal ya en estos últimos días era natural verme así, lo que me asombraba es lo hermoso que cantaba Juan y no porque era mi novio; si no porque tenía un don, su voz era suave y dulce. Estaba enamorada del eso era evidente. Pero también era visible su armoniosa voz.

── ¿De nuevo llorando? ── Preguntó, ubicando en un lado la guitarra.

Como si llorar me fuera a blindar ante tanta ternura. Pero no podía evitarlo; era una tonta ir eso.

── No te burles ── Le dije sonriendo ── Estas lagrimas son de felicidad.

── Gabi ── Me llamo, me miro solamente como lo sabe hacer el ── Tú me devolviste la esperanza cuando ya no esperaba nada, aun creyendo ── Empezaron a brotar sus lágrimas ── Que estoy desapareciendo, pero a tu lado siento que sigo vivo y que tengo un propósito.

Como dije un propósito era más que suficiente para motivarme a amarlo y cuidarlo. Recuerdo ese tiempo oscuro en el que me sentía completamente sola. Sentía que no había un chico para mí.

── Uno de esos fue encontrarme── Afirme sonriendo ── y mi propósito es quererte, cuidarte y amarte.

Entonces me le acerque a él; mientras él se tensionaba por mi distancia, junte mi frente con la de él. Como si fuésemos dos imanes opuestos a estar lejos uno del otro.

── Toda va a pasar ── Intente alentarlo. Porque podía ver en sus ojos un tono de tristeza ── Mary me dijo que si algo malo sucede es porque viene algo mejor.

── ¿Lo mío ha durado demasiado no crees?── Se secó una lagrima que recorría su mejilla

── Lo que creo es que tarde o temprano las cosas saldrán bien ── Le dije abrazándolo fuertemente ── Solo debemos mantener viva la fe y la esperanza.

Mi Mayor RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora