All Of The Stars...

Capítulo Dos

Me levante recordando la otra noche, mierda, por poco nos besamos, no quiero verlo, no.

Sonó mi teléfono, había llegado un mensaje

¡Hola! _______ me preguntaba que si quieres venir a ver una película.

Era de Rubén, mierda.

¡Hola! Claro, ¿A que hora?

A las 8:30 pm.

Claro :) nos vemos ^^

¡Claro! Adiós.

Me metí el borde de mi celular a ma boca, me estoy Enamorando, no puedo Enamorarme, tal vez sea atracción física.
*7:00 pm*
- ¿_______? ¿Estas ahí? -. Dijo mi papá entrando.

- Sí, aquí estoy

- Eh, los papás de Rubén, tu amigo, somos socios ahora. - Lo miré, por dios. Ahora veré a Ruben más a seguido

- ¡Que emoción! Pero... ¿Por qué me lo dices?

- Porque después de que vayan a ver la película va ver una cena y...

- ¿Y...?

- Te quiero presentar a alguien. No te lo he dicho, pero... Es tú... Madrastra.

Me quede quieta ¿Ya tengo una mamá? Dios, dios.

- Yo.... Eh...

- Emh, bueno te vas a llevar muy bien con ella.

Asentí.

- Bueno, eh, me voy a cambiar. - Dije

- Sí, llevate un cambio de ropa elegante. - Mire a sus ojos esperante un ¿Por qué? - Porque ya te dije, porque después que vean la pelicula van a ir a la cena.

- Bueno...- Dije.

Me fui a cambiar.

Me puse lo que tenía planeado ponerme y Salí, pero no sin antes, aliste lo que me iba a llevar.
-________ tu príncipe está esperándote afuera. - Sonrió, me ruborize.

- Oh... Ya voy.

Salí con mejillas rojas como un tomate. Sip, si estaba Ruben.

- Patterson.

- Doblas.

-Eh, ella es primeriza en las relaciones sexuales, así que si van a tener relaciones, usen protección. - Sentia mis mejillas rojas como un tomate, no puedo con tanta vergüenza, lo vi a él y estaba como un tomate y con una sonrisa. - Porq...

- Papá...callate...- no podía con tanta vergüenza.

- Me encargare de que no tenga nietos míos. - Mierda, voy a explotar. Me agarro de la mano sonriendo con un toque rojo en sus mejillas.

Soltó una risa.

- Perdón por lo de mi papá, siempre es así. - Mierda, mis mejillas están rojas

- Sí, se nota que es así. - ¡Mierda, ahora estoy roja como la sangre!

Rubén pidió un taxi, nos subimos. Me estaba decidiendo un poco tarde en traerme una blusa negra con escote y en unos jeans blancos.

Habíamos llegado a nuestro destino.

Rubén pagó él taxi, quería pagar yo.

- ¡Yo quería pagar! - grite riendo.

- Lo siento, pero ya pague hoy. - Dijo riendo.

Entramos al cine, la fila no estaba tan larga que digamos, estaba corta.