Soy la Maid de Adrien Agreste

Una nueva amiga

Pov Marinette

Ha pasado semana y media desde que Plagg se mudó a la mansión. Lamentablemente como no hay más personal yo tengo que ser su maid por lo que tuve que soportar a un Plagg coqueto y un Adrien celoso, y un Adrien celoso es igual a castigos o como él le llama "marcar su territorio". Ya parece gato molesto, en especial cuando nos ve al peli-negro y a mí juntos. ¿En qué casa me metí? Tranquila Marinette solo son seis meses, después podrás regresar a casa. La verdad es que al principio podía soportarlo, pero ahora aguantar a esos dos es casi imposible, solo espero que hoy no me den muchos problemas.

-Marinette, ¿puedes venir un momento?-me dijo Plagg desde el marco de la puerta de mi habitación, hablé muy pronto.

-Ya voy.

Ambos caminamos hasta su habitación, espero que Adrien no esté cerca. Lo seguí hasta el interior del cuarto.

-¿Y para que me necesitabas?-antes de que pudiera reaccionar me acorraló contra la pared.

-Marinette, ¿te he dicho que te ves muy hermosa hoy?

-N-no.

-Pues estás muy hermosa, como siempre-dijo en tono coqueto.

Poco a poco se fue acercando a mí, yo estaba tan nerviosa que no podía hacer nada.

-P-Plagg.

-¿Si?

-¿No crees que estás muy cerca?

-La verdad es que quisiera estar aún más cerca de ti.

-Y-yo solo soy una sirvienta, no creo que deba tener tales acercamientos hacia mí, el señor Agreste podría enojarse.

-El señor Agreste no tiene por qué enterarse. Además eres mi sirvienta en estos momentos, puedo hacer lo que quiera contigo.

El peli-negro empezó a acercarse a mi rostro, de pronto se abrió la puerta, mi salvación.

-Plagg, ¿has visto a Marinette?-o mi perdición-¡¿Qué estás haciendo?!

-Nada que te importe-pude ver como su cara se enrojecía por la ira.

-Marinette, ven conmigo.

Y antes de que pudiera reaccionar me tomó por la muñeca y me arrastró hasta su habitación donde me acorraló contra la primera pared que se le cruzó.

-Adrien, ¿qué te pasa?

-¿Qué me pasa a mí? ¡La pregunta es, ¿qué te pasa a ti?! Te dije que te alejaras de Plagg.

-Lo intento, pero ya lo conoces y por órdenes de tu padre tengo que servirle.

-Pero se supone eres mi maid personal no deberías servir a nadie más que a mí.

-Ya lo sé, pero órdenes son órdenes

-Entonces te ordeno que te alejes de él.

-Lo siento, pero no puedo.

-Entonces afronta el castigo.

-¡¿Pero q-?!

Adrien me besó de una forma algo brusca, después me levantó sobre su hombro.

-¡Adrien bájame!-dije golpeando su espalda pero él ni se inmutaba.

Me tiró sobre su cama y se desabrochó el pantalón.

-Amo, para por favor.

Subió a la cama gateando mientras me veía como un gato a punto de cazar a su presa, me cogió, puso mi cuerpo verticalmente sobre la cama y se posó al frente mío.