Marinette hace una apuesta con sus padres y termina trabajando para el modelo Adrien Agreste como su maid personal. A pesar de que su jefe es un pervertido que no deja de acosarla ella no puede renunciar, dado que es el mejor trabajo para ganar la a...
Me levanté temprano para ir a la mansión Agreste. Hoy será mi primer día de trabajo, es increíble que en tan solo un día hayan llevado todas mis cosas. Aunque en realidad no tenía muchas. Me pregunto para quién trabajaré, sea quien sea estoy segura que podré manejarlo. Agarré mi maleta con mis cosas personales y caminé hacia la mansión. Al llegar me topé con Mari.
-¡Tikki! Qué bueno que ya llegaste.
-¡Mari!-dije mientras la abrazaba-Me alegra mucho que vaya a trabajar contigo.
-A mí igual. Ven, te enseñaré tu habitación.
Ambas caminamos hasta llegar a una gran habitación, al llegar me quedé asombrada. Era una habitación grande roja con diseños orientales (que paja explicar, es esta)
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(Esta es la de Marinette, me olvidé de ponerlaantes)
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-Wow, que grande.
-Yo dije lo mismo. Te acostumbras con el tiempo. Deja tus cosas y te enseñaré la mansión.
-Ok.
Y así fue, dejé mi maleta y salí con la azabache. Mientras caminábamos me explicaba algunas cosas como que tengo que tocar la puerta antes de entrar a cualquier habitación, cumplir con todos los caprichos del chico al que voy a servir y cosas así. Estábamos caminando por un pasillo cuando de pronto visualizamos dos figuras masculinas, por las revistas sé que uno es Adrien, pero el otro, espera, esa espalda se me hace conocida.
-Mira allí están los chicos-me dijo-¡Hey! Chicos-los llamó.
Ambos se voltearon (inserte efecto de cámara lenta mientras se voltean enfocando a Plagg) No, no puede ser.
