Soy la Maid de Adrien Agreste

Primer día de Trabajo

Pov Marinette

-Finalmente regresaste. Después de 6 largos meses-dijo mi madre mientras me abrazaba.

-Yo también te extrañé mamá-dije mientras correspondía su abrazo.

-¡Hey! No se olviden de mí-dijo mi padre mientras se acercaba por atrás y nos abrazaba a las dos-Bueno señorita, demostraste que sí puedes cuidarte sola, tenías razón.

-¡Ja! Te lo dije. No se preocupen, utilizaré mi libertad de manera responsable.

-Y no lo dudamos hija.

Seguimos abrazándonos por un buen tiempo, no había visto a mis padres en 6 meses por una tonta apuesta, los extrañé mucho. Hubiéramos continuado así pero algo, o mejor dicho alguien, me sacó de mis pensamientos.

-Marinette. Marinette-busqué con la mirada a quien me estaba llamando, y vi a Alya sentada encima de la isla donde se encontraba la caja registradora.

-¿Alya? ¿Qué haces aquí?-pregunté incrédula.

-Marinette. ¡Marinette!-de la nada Alya ya no estaba sentada, estaba al frente mío. Mis padres ya no estaban y ella me cogió de los hombros y empezó a sacudirme-¡Marinette despierta, se te hace tarde! ¡Despierta!-mágicamente Alya tenía un vaso de agua en su mano, y sin que pudiera reaccionar me lo tiró.

EN LA REALIDAD

-¡Aaaaaahhhhhhh!-grité-¡¿Alya por qué hiciste eso?!

-Tuve que hacerlo. No te levantabas y se te hacía tarde para tu primer día de trabajo.

-¿Qué hora es?-pregunté exaltada.

-6:30.

-¡¿Qué?! Solo tengo media hora para alistarme e ir a la mansión Agreste.

-Es por eso que te vine a despertar-suspiró-No has cambiado nada desde la secundaria.

-¡No hay tiempo de conversar!-salí disparada hacia el baño para ducharme.

-¿Ya tienes todas tus cosas listas?

-¡Sí!-grité desde el baño.

Rápidamente me bañé, me cambié y me peiné. Me quedaban 10 minutos para llegar al trabajo por lo que bajé lo mas rápido que pude las escaleras, aun que casi me tropiezo en varias ocasiones.

-Adiós Mari. Cuídate.

-Adiós Alya, te voy a extrañar muchísimo-dije mientras nos abrazábamos.

-Y yo igual. Ahora corre, que se te hace tarde.

-Bien. ¡Taxi!-grité-Bye.

-Bye.

Un taxi paró y me llevó hasta la mansión. Por los pelos otra vez. La reja se abrió y caminé hasta la sala principal de la casa donde Nathalie me dio un traje de maid de catarina. (es el de la imagen del multimedia)

-Se lo envía el joven Agreste. Este será su uniforme-dijo mientras me lo entregaba.

-Muchas gracias Nathalie-dije mientras lo recibía.

-Es mi trabajo, su habitación esta por aquí. Puede cambiarse ahí.

Por segunda vez seguí a la chica de mechón rojo a través de un largo pasillo hasta que llegué a lo que sería mi habitación. Era inmensa, no pude evitar que se me saliera un gran "wow", no me lo podía creer.

-¿En serio esto es para mí?

-Sí. El joven me dijo "dele solo lo mejor a la señorita Marinette, y asegúrese de que no le falte nada."