Soy la Maid de Adrien Agreste

Último día juntos

Pov Marinette

Desperté y no estaba en mi habitación, la luz que entraba por la ventana no me dejaba ver bien. Una vez me acostumbre a la luz en mis ojos intenté moverme pero unos fuertes brazos me sujetaban de la cintura. Es verdad, anoche Adrien y yo nos acostamos, pero la verdad es que no me arrepiento. Si esto hubiera pasado meses atrás es probable que lo hubiera hecho, pero ahora el pensar en ello hace que un sentimiento cálido se instale en mi pecho.

-Buenos días Marinette-me dijo Adrien mientras me besaba el cuello, no pude evitar sonreír ante su acción y voltee.

-Buenos días Adrien.

-¿Dormiste bien?

-Sí.

-Eres hermosa-dijo mirándome directo a los ojos con esos verdes ojos y mirada penetrante.

Me sonrojé ante su comentario. Estuvimos hablando un rato más de cualquier cosa, en estos meses nos habíamos vuelto muy cercanos, hasta el punto de sentir una sensación extraña en mi cuerpo. No me desagradaba, se siente cálida y bonita. Por eso no me importó haber perdido la virginidad con él.

-Algo me dice que a partir de ahora tu trabajo será más placentero my lady.

"A partir de ahora" Yo ya no voy a estar a partir de ahora.

-Sí, Adrien. Sobre eso. Voy a renunciar.

Su hermosa sonrisa se borró.

-¿Qué?

-Ya no voy a trabajar para ti. ¿Recuerdas que te conté sobre la apuesta? Pues ayer me reuní con mis padres y me pidieron volver a casa.

-Pero no por eso debes volver-dijo mientras se sentaba de golpe, yo hice lo mismo.

-Adrien, gané la apuesta. Ya no hay motivo para quedarme.

-¿Por qué ahora? ¿Por qué justo ahora que logré llegar tan lejos?-una lágrima silenciosa resbaló por su mejilla.

-No lo sé.

-Por favor quédate.

-Adrien, ya tomé mi decisión. Por favor no lo hagas más difícil-dije a lo que él suspiró.

-Lo entiendo. Te conozco y sé que cuando te decides no hay quien te saque la idea de la cabeza-rio amargamente-¿Cuándo te vas?

-Mañana.

-Hay algo que te quiero pedir. ¿Recuerdas que iba a haber un baile de máscaras?

-Adrien ya no voy a trabajar aqu-me interrumpió.

-No Marinette, yo quiero que vayas como mi invitada, no como sirvienta.

Abrió el cajón de su mesa de noche y sacó un sobre de él. Me lo extendió y pude ver que era una invitación al baile de máscaras.

-¿Qué dices?-lo miré sin decir nada-Por favor. Cumple esta última orden por mí, my lady.

-Está bien.

Levanté mi mirada y la junté con la suya. Nos besamos. Un beso amargo de despedida. Me separé de él, recogí mi ropa, me vestí y me fui a mi habitación, tengo mucho que empacar.

Estaba a medio empacar cuando alguien toca mi puerta.

-Pase.

-Marinette-la puerta se abrió, eran Tikki y Plagg-¿En serio te vas?

-Sí. Ya no tengo nada que hacer aquí.

-No te vayas-habló el moreno-No será lo mismo sin ti.