-Tan bobos.- Dije rodando los ojos.-Es que él me trajo hoy.
-Aeeeeee...-Repitieron.
-Ojalá se muéran.
-Severa flor!-Dijo Abby.
-Pues si, y que?-Todos rieron.-Bueno, y como están?
-Bien.-Respondieron en coro.
-Podrian dejar de hablar al tiempo?.
-No.-Dijeron y todos pusieron una sonrisa de inocencia.
-Practicaron esto?.-Pregunté levantando una ceja.
-No.-Respondieron al tiempo. En ese momento no pude evitar reírme. Cuando me calmé todo volvió a la normalidad.
Ammy, Jane y Miles hablaban entre ellos, Val y Emma se reían juntas de alguna bobada que alguna de ellas dijo, Annie estaba dibujando en su tablet mientras Noah la molestaba, Abby y Roxie se molestaban mutuamente y se reían como retrasadas, yo fui hacia mi casillero a guardar la maleta de Chad y volví. Estuvimos así un rato y entramos a clase.
Todos nos dirigimos al salón de biología, nos sentamos en el lado izquierdo como siempre, Val y yo nos ubicamos en los últimos puestos pata poder jugar algo que nos inventamos, les pedimos a nuestros amigos que nos prestaran sus cartucheras, de cada una de ellas Val sacaba un esfero o un color y yo otro. Organizamos las cartucheras de tal forma que pudiéramos abrir los bolsillos de todas y jugar a encestar los esferos.
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Cada vez que venia la profesora escondíamos las cartucheras debajo de las sillas, cuando se iba el juego se reanudaba. Cada uno de los bolsillos tenia un puntaje diferente y la que más puntos tuviera ganaba. Val me ganó varias veces, pero el final de la clase quedamos empatadas, en el descanso tendría que comprarle un dulce y ella me compraría uno a mi. Salimos del salón y nos dirigimos a nuestras clases, a segunda hora Abby, Roxie y yo teníamos ciencias sociales, cuando entramos al salón sus amigas Jenny y Maureen nos estaban esperando. Jenny era bajita, tenia el cabello negro hasta la cintura y tenia la piel de un tono canela. Maureen era muy blanca, tenia unas gafas negras con rosado y llevaba el cabello castaño hasta la mitad de la espalda, Jenny y Maureen eran inseparables, era como ver a una sola persona.
-Hola Jenn, hola Maureen.-Saludé al verlas.
-Hola.-Respondieron.
-Como están?.-Preguntó Abby.
-Bien, y ustedes?.-Dijo Jenny.
-Bien.-Respondimos Roxie y yo al tiempo.
-Ah, que bueno.
Luego, empezaron a hablar entre ellas, yo no les ponía atención, pues estaba demasiado ocupada viendo como Kev entraba al salón. Su cabello café, casi negro, estaba tan perfecto como siempre, sus ojos cafés recorrieron el salón en busca de puestos vacíos, dos de sus amigos estaban con él, y al ver los tres puestos vacíos junto a mi empezaron a caminar en mi dirección. En ese momento entré en pánico, el chico que mas me gustaba estaba a punto de sentarse a mi lado. Ya era muy tarde, Kev estaba sentado en el puesto junto al mio y me dijo:
-Hola Jade.-Mi pulso se acelero al oír su voz, y dije:
-Hola Kev, como estas?
-Bien, y tu?
-Algo aburrida, pero bien.
-Que bueno. Oye, tengo un partido el Sábado, tengo unas cuantas entradas, te gustaría ir?
-Claro. A que chica no le gustaría estar sentada sola viendo un juego que no entiende del todo bien.-Kev sonrió y sacó tres boletas de su maleta y entregándomelas dijo:
-Encuentra con quien ir para que no te aburras, y hablamos a la salida.
-Esta bien, gracias.-Dije. Kev sonrió.
-Denada.
Al ser tres boletas iría con Chad y con Ben. Y como si lo hubiera invocado con el pensamiento Chad entró al salón con el ceño fruncido y dijo:
-Jade!, necesito mi maleta!
-Calmate nigga. Vamos a mi casillero y te la paso.
-Esta bien, vamos.
Salimos del salón con todas las miradas puestas sobre nosotros y nos dirigimos hacia mi casillero, cuando llegamos lo abrí y le entregué la maleta a Chad.
-Gracias peque.-Fruncí el ceño.
-No me digas así King Kong.-Él me imitó y dijo:
-No te vuelvo a traer a la escuela.
-Ay, no te pongas así, solo te estoy molestando.
-Yo también te estoy molestando.-Sonreí.
-Me asustaste idiota.
-Esa era la idea.-Se agachó, me dio un beso en la mejilla y me dijo:-Corre Hobitt, vas tarde.
-Muere Chad.-Empecé a correr en dirección al salón, escuche el "clic" demi casillero al cerrarse.
-Te amo!-Gritó mi amigo.
-Yo te odio!-Le respondí.
Amaba discutir con mi nigga, él siempre terminaba con un golpe y yo con su billetera, luego se la devolvía, pero alcanzaba a sacar un par de billetes que gastaba en dulces y en helado, así que al final los dos comíamos helado y yo me repartia los dulces con Val o me los comia todos. Aveces lo mejor era discutir.
