SOY JADE

Capitulo 7

Estoy a medio metro de Kev, me arreglo el cabello y me seco la frente, cuando creo que estoy presentable digo:

-Hey, Kev!.-El voltea a mirarme y se detiene a esperarme, cuando llego a su lado empieza a caminar junto a mi.

-Hola Jade. Como estas?

-Cansada.

-Y eso?

-El entrenamiento.

-Ah ya.

-Tu como estas?

-Bien.

-Kev.

-Dime.

-Nada, mejor olvídalo.

-Dime.

-Era algo tonto..., no vale la pena que lo sepas.

-No importa lo que digas, yo quiero saber.

-Vale, que si me acompañas a mi casa pero vives dos cuadras antes que yo así que por eso dije que era una bobada ya que yo llegue a acompañarte a ti y pues....-Tomé aire, había empezado a hablar demasiado rápido y me quede sin aliento.-En fin, no importa, como dije, es una bobada. 

-Si quieres te puedo acompañar, no me haría mal caminar un poco més.-Dijo, me sonrojé un poco y él puso esa sonrisa que tanto me gusta, el color rojo de mis mejillas aumentó.-Porque estas roja?-Oreguntó logrando que me pusiera aún mas roja, voltee la cara, cuando la sangre abandonó mis mejillas, voltee a mirarlo y le dije:

-Yo no estoy roja.-El posó sus ojos marrones en mi y sonrió.-Es que el entrenamiento me agotó, ya te lo había dicho.

-No te creo.

-Pues no me creas, pregúntale al equipo.

-Tal vez lo haga.-<<Porfavor no>> pensé, los chicos harían cualquier cosa para hacerme quedar mal.

-Oye, hay algo que siempre he querido saber.

-Dimelo.

-Cual es tu dulce favorito?-Kev rió.-Es enserio.-Le dije.

-Los Cocosettes.-Reí.-Es enserio.-Dijo frunciendo el ceño.

-Vale, vale.

-Y el tuyo?-<<Tu.>>

-No se, para mi es una pregunta difícil de responder.

-Enserio?

-Claro que es enserio, yo no miento cuando se trata de dulces.

-Y si se trata de libros?

-Tampoco, a menos de que peligre mi amistad con alguien.

-Has perdido amigos por los libros?

-No. Hasta ahora.-El sonrió.-Y tu?

-No leo mucho. Solo he leído una saga completa.

-Cual?

-La de Legados de Lorien.

-La tienes?

-Todos los libros.

-Me la prestas?

-Ammm...

-Porfavor, porfavor, porfavor, porfavor, porfavooooooooooooooooooooooooooooooooor...

-Pues...

-Porfi.

-Es que no me gusta prestar libros...

-Porque no?

-Le presté un libro a un amigo y me lo perdió. 

-Yo lo cuido.-Puse mi cara de suplica super tierna, el sonrió.

-Tengo que pensarlo.

-Kev.

-Dime.

-Me prestas tu celular?

-Para...

-Guardar mi numero, obviamente.-Kev rió.

-Puede ser utilizado para otras cosas...

-No lo haría.

-Vale, confío en ti.-Dijo Kev mientas rebuscaba en su mochila, sacó su celular de la maleta, lo desbloqueó y me lo entregó.

-Gracias.-Contactos, añadir, nombre y teléfono, lo bloquee y se lo devolví.-Toma.

-Gracias.-Dijo guardando su móvil.

-Me escribes.

-Dale.-Habíamos llegado a mi casa, me detuve.

-Aquí es.-El dirigió su mirada a mi casa y soltó un silbido.

-Vives en una mansión.-Me reí.

-Si quieres venir algún día eres bienvenido.

-Gracias.

-Vale, mañana nos vemos.-Dije caminando hacia atrás.

-Dale. Chao.

-Chao.-Respondí y toqué el timbre de mi casa.

Cunado Kev desapareció de mi vista mi mamá aún no había abierto la puerta, seguramente estaría viendo una serie o algo, en ese momento el carro de Chad aparcó frente a mi y la ventanilla del conductor se bajó, la cara sonriente de Chad fue apareciendo poco a poco a medida que bajaba la ventanilla, el resto de los chicos estaban adentro.

-Jade!-Gritó Chad. Me acerqué a la puerta de atrás y la abrí, Jhonatan y Ben se corrieron para hacerme campo y me senté en el lugar vacío junto a ellos.

-Chicos.

-Jade.

-Me voy.-Ellos rieron.-Chad. Mi mochila.

-Está en el maletero.

-Gracias. Mañana nos vemos.-dije, besé a Ben en la mejilla y me despedí de Drake y Jhonatan con un puño, abrí la puerta del coche, me bajé y me acerqué a la ventanilla abierta, le di un beso a Chad en la mejilla.

-Chao beba.

-Chao nigga, gracias por traer mis cosas.-Él me guiñó el ojo y yo sonreí, me dirigí hacia el maletero, lo abrí, saqué mi mochila y volvi a cerrarlo. Comencé a caminar hacia la puerta de mi casa mientras buscaba las llaves en mi mochila, cuando las encontré abrí la puerta y entré con una sonrisa en la cara.