Imperio (Camren)

El dolor de una pérdida

La mirada de Lauren se clavo sobre la figura de la joven mujer, la incomodidad se apodero de Camila, que prefirió mirar hacia otro lado, buscando escapar de la fiera mirada de la mujer. Por su parte Leigthon estaba a la expectativa de todo, callada, recargada sobre un sillón, simplemente a la espera de una respuesta a lo que estaba pasando.

"¿Qué diablos hace esta mujer aquí?, explícame Aston, ¿Porque papá no vino con ustedes?" exclamo Lauren, perdiendo la calma ya subiendo el tono de su voz.

Aston y Mayor solo atinaban a mirarse uno al otro sin poder articular palabra alguna, la situación se estaba tornando francamente incomoda.

Ante el prolongado silencio Lauren arremetió en forma explosiva. "¿Quiero ver a mi padre, donde demonios está?"

En ese momento Camila se armó de todo el valor que pudo, se acerco poco a poco a Lauren, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas.

"Lauren se que esto va a ser muy difícil, es más sinceramente no se que decir" en ese momento la voz de Camila se quebró.

Camila extendió el cofre que llevaba pegado a su pecho. "Aquí tienes a tu padre" para después dejar escapar las lagrimas que durante todo el viaje había contenido.

"¿Qué maldita broma de mal gusto es esta?", "Aston por Dios que estupidez dice esta tipa" para ese momento Lauren ya estaba fuera de control, su voz retumbaba por toda la casa.

Fue entonces cuando Mayor intervino, "Lauren, Leigthon; su padre falleció hace un par de días en Londres, pidió que lo cremaran y que Camila trajera sus cenizas de vuelta con ustedes".

"¡ Noooo!!!!" Se escucho un grito que estremeció a todos.... "! Papá Noooo!!!! ", "Lauren que esta pasando, dime que no es verdad" era Leigthon entre lágrimas con un profundo dolor reflejado en el rostro.

"Lo sentimos, pero esa es la verdad" dijo Aston con un nudo en la garganta y visiblemente acongojado.

Lauren sintió que las cosas a su alrededor se movían, sintió derrumbarse; en un acto de extrema entereza tomo aire, apretó su mano con toda la fuerza que aun le quedaba, tomo el cofre que contenía las cenizas de su padre, lo abrazo contra su pecho y un mar de lagrimas desembocaron de sus ojos. La escena era francamente desgarradora, enterarse así de golpe de la muerte de John era un golpe duro de asimilar para ambas hermanas.

"Por favor queremos estar a solas con el" dijo Lauren totalmente devastada, con la mirada perdida, pero permaneciendo de pie, entera.

Mayor que sentía una profunda pena al ser testigo de la dolorosa escena: "Vamos papá, Camila, es momento de retirarnos y darles su espacio".

Camila quiso decir algo pero comprendió que no era el momento, opto por retirarse, solo vio como Lauren y su hermana se fundía en un abrazo desesperado lleno de angustia y dolor, en se instante su mirada se cruzo con la de Lauren, fue solo un instante; pero ella sintió que había presenciado la eternidad en esa bella mirada.

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Zona Dorada

Calle Bristol – Ciudad Belafont

"¿Como te fue con ellas?", "Seguro la mayor se puso como loca y te insulto", "Cuéntame, ¿Como te fue?", eran los cuestionamientos que Dinah Jane lanzaba a su amiga.

"No hay mucho que contar, todo fue muy tenso y doloroso; casi no cruce palabra con ellas" dijo Camila con el semblante marcado por el cansancio del viaje y por las emociones vividas en la Mansión Jauregui.

"Hay que darles su espacio y tiempo para que asimilen lo que paso y lo que esta por venir", suspiro la bella morena.

"Lily se durmió casi enseguida que llegamos, mañana empiezo a desempacar sus cosas y mis cosas, ahora a dormir que el viaje fue largo" dijo Dinah acariciando el hombro de su amiga, tratando de reconfortarla.

Dinah ciertamente alta, con bellos ojos color café, pestañas de ensueño, un cuerpo sinuoso y bien definido, amen de un carácter desenfadado, amante de la moda y de las joyas, era para Camila más que una amiga, era su hermana, si bien no de sangre si de la vida, era su hermana por elección, aquella que le había demostrado lealtad, la que en los peores momentos no la dejo sola, sabia que podía contar incondicionalmente con ella, Dinah siempre tenia abiertos los brazos para reconfortarla y aun en las peores situaciones lograba sacarle una sonrisa.

Mientras tanto la noche en la Mansión Jauregui fue eterna, ni Lauren ni Leigthon pudieron conciliar el sueño. Leigthon coloco el cofre al pie de una foto de John.

Aun, al amanecer seguían despiertas con los ojos rojos y cansadas de tanto llorar, Lauren opto por tomar un baño para despejarse, se cambio de ropa, comenzó a arreglar las cosas para que las cenizas se depositen en la cripta familiar. Seria algo muy intimo, solo ella, Leigthon, el Sr. Miller, Mayor y Martha la fiel ama de llaves.

Ese día Leigthon no salio de su habitación, ni siquiera se baño ni cambio de ropa, solo comió una rica sopa que Martha le preparo con mucho amor.

El resto del día Lauren permaneció en casa, sin recibir llamadas de la empresa, quería darse su espacio para asimilar lo que estaba ocurriendo. Aun había muchas ideas dando vuelta en su cabeza, tantas interrogantes y situaciones confusas por resolver.

*************************Al día siguiente **************************

Cementerio Belafont

Cripta Familiar Jauregui

"Gracias John, gracias Mayor por acompañarnos" expreso Lauren con agradecimiento sincero.

"Lauren, bien sabes que John fue un querido amigo, y que tanto a ti como Leigthon las aprecio sobre manera, siempre podrán contar conmigo" dijo Aston en un tono suave y fraternal.

"Conmigo también pueden contar incondicionalmente" expreso Mayor, mientras ofrecía un cálido abrazo a Leigthon.

Fue así como las cenizas de John se colocaron en la cripta familiar junto a las de su amada Rebeca.

Y si bien parece que aquí se cerraba un ciclo, lejos estaban las hermanas de sospechar lo que vendría y que cambiara sus vidas para siempre.