Ardiente

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Habitación de Lauren

Hora: 11:40 P.M.

Lauren lo intento pero tenia rato que el cansancio le venció, estaba en el quinto sueño cuando de pronto sintió como el olor de un perfume conocido inundaba sus fosas nasales.

Lentamente abrió los ojos para encontrarse con el rostro de perfectas facciones de Camila a escasos centímetros del suyo, la morena le sonrío y esa sonrisa perfecta ilumino la oscura habitación,"Perdón me venció el cansancio, yo..." la ojiverde no atino a terminara su frase cuando Camila rozaba su cara contra la de ella: "Relájate mi amor, estas muy tensa, deja que te consienta" la voz de Camila sonaba un tanto ronca y eso hacia que a Lauren se le erizara cada vello del cuerpo.

"Quítate la camisa y ponte boca abajo" dijo casi impositivamente la latina, Lauren ni tarda ni perezosa obedeció.

La morena acaricio con la punta de sus dedos toda la columna de la ojiverde, su blanca piel era de una tersura increíble, Lauren disfruto tanto el contacto que sintió un leve cosquilleo por todo el cuerpo.

Camila vertió un poco de aceite de canela en sus manos, luego lo esparció a lo largo de la espalda de su amada, comenzó con movimientos suaves, poco a poco empezó el masaje, primero la zona más conflictiva, el cuello, "Tienes un nudo aquí" dijo la morena masajeándolo firmemente logrando poco a poco que el área se destensara, siguió con la espalda baja, y luego con los costados rozando ligeramente el contorno de sus senos. "Te lo voy a quitar" dijo la morena refiriéndose al sostén de la empresaria, "Hazlo" dijo Lauren en medio de una relajación total, rápido se deshizo de la prenda, pero no solo de la de su amada, sino que ella misma se desprendió de toda su ropa, colocándose a horcajadas encima de la mujer.

Lauren sintió el cuerpo desnudo de la latina encima de ella, Camila le retiro rápidamente las bragas, puso las palmas de la mano sobre sus nalgas y las masajeo con movimientos circulares cada vez más amplios, acentuando la presión. Esa parte de la anatomía de Lauren le enloquecía sobremanera, la morena continúo su tarea, pero esta vez le pido a la empresaria voltearse, sus traviesas manos fueron más allá, se coloco al nivel de las caderas de su amante, con sus manos envolvió sus senos, empezó a masajearlos en círculos, primero el seno derecho, para después continuar con el izquierdo, después deslizo sus dedos desde el pezón hasta el exterior del seno amasando delicadamente la piel, para terminar sensualmente usando su boca en cada pecho.

Lauren no daba más sentía su feminidad estallar, el masaje se iba haciendo más intenso, "Esto es tan delicioso" decía en total éxtasis sin dejar de perder de vista todo lo que hacia la morena, estaba totalmente a merced de su masajista.

Camila acerco su boca sintiendo como Lauren la invadía con su letal lengua, lentamente masajeo su paladar: "Ahora en lugar de relajarme me estas poniendo tensa" dijo la ojiverde con la voz llena de deseo.

Camila pícaramente poso su mano en el abdomen de la mujer, lo acaricio y la mujer de ojos esmeralda casi salta: "Si, ya me di cuenta", "Tal vez necesitas un masaje más abajo".

La cara de la mujer era un poema, en sus ojos brillaba el deseo en estado puro: "Me encanta que seas así de caliente, me matas de deseo".

Ambas se besaron lenta y apasionadamente, disfrutando cada sensación, cada intercambio de saliva, cada roce de sus lenguas.

La pequeña morena recorrió ese cuerpazo que tantos malos pensamientos le producía, poso sus manos por sus muslos, por sus caderas, de nuevo tomo un poco de aceite lo froto contra sus manos, soplo sobre ellas y con una mano acariciaba un seno, mientras con la otra se internaba entre los muslos de su amada.

La sensación y el calor de la humedad natural de Lauren se potencializaron con la esencia de canela, Camila comenzó friccionando todo su centro, amaba sentir sus dedos impregnados de la humedad de Lauren, siguió masajeando sus senos, para luego concentrarse en el clítoris de su amada, que a esas alturas estaba henchido de tanto placer, suavemente trazo círculos en el, la velocidad iba en aumento, pero Camila paraba y volvía a empezar, pareciera que estaba torturando a su amante, quien estaba a las puertas del paraíso.

"Amor, ya por favor" suplicaba Lauren en medio de gemidos llenos de placer.

"Espera un poco más mi vida" dijo Camila con una sonrisa un tanto perversa.

Lauren solo cerró sus ojos para abandonarse en un abismo de sensaciones, la morena incremento el ritmo pero esta vez no se detuvo, en cada recorrido la fricción era mayor, Lauren sintió su abdomen tensarse, un terremoto nacía en su vientre, entonces el sismo de placer sacudió su cuerpo violentamente y un gemido profundamente desgarrador escapo de su garganta.

¿Qué demonios era aquello?, su cuerpo estaba ahí en la cama, pero su espíritu podría jurar que se le escapo por un instante, su respiración era jadeante, sentía su zona tan sensible, Camila intento volver a hacer contacto entonces la ojiverde le suplico: "No me toques por favor, si lo haces seguramente me vendré de nuevo y créeme que no podré soportar tanto".

Camila sonrío victoriosa: "Me alegra haberte complacido", Lauren a media voz le respondió: "¿Complacido?, sentí que moría y que volvía a nacer", "Mierda" decía mientras se llevaba las manos a la parte baja y con sus dedos comprobaba todo el líquido que emanado de su sexo. "Camila en mi vida había acabado así" dijo un tanto apenada, la pequeña morena se mostraba orgullosa de ser la artífice de todo eso: "No sientas pena, no sabes como disfruto verte gozar, además todo lo tuyo es hermoso y delicioso", decía mientras se llevaba lascivamente dos de sus dedos a la boca degustando el néctar de su amada.

Lauren le veía y sentía que iba a estallar: "Demonios, eran tan jodidamente sexy, ven acá follame hasta que no puedas más".

Camila fijo su mirada en la mujer mordiéndose el labio inferior en clara señal de provocación: "Pues espero poder cumplir tus expectativas".

Ambas se amaron una y otra vez, sin descanso, el amanecer les sorprendió, Camila busco refugio en el suave pecho de Lauren, mientras esta última trataba de recuperar el aliento y la cordura después de semejante sesión de sexo.

"Esto fue tan..." dijo una Lauren exhausta y plena, tratando de encontrar las palabras exactas para describir esa noche tan llena de amor y placer.

"No busques palabras, para describir lo que hemos vivido, porque aun no las inventan" dijo Camila envuelta en una leve capa de sudor, mientras entrelazaba su mano con la de su amante.

"Te amo Camila", "Te amo Lauren" dijo la latina segura de que estaba en los brazos del amor de su vida.


Imperio (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora