Imperio (Camren)

Cediendo a la tentación

La cena transcurrió en un ambiente familiar, porque ahora eso eran, una familia algo peculiar, pero al fin y al cabo una familia.

Lauren observaba todo en silencio, en que momento se había dejado absorber tanto por el trabajo, cayo en la cuenta que había olvidado lo maravillosa que era la sonrisa de Leigthon, sus boberías, y ahora también tenia a Lily con ella procuraría no cometer los mismos errores, se prometía a si misma ser una hermana presente en la vida de la pequeña.

Lauren por fin estaba entendiendo que el trabajo y la empresa eran una parte de su vida, pero lo mejor, lo más importante era compartir con sus hermanas, compartir con Camila, bueno hasta disfrutar de la compañía de Dinah, eso si que era realmente importante, eso no podía esperar para un mañana que nadie por muy poderoso que sea tiene asegurado.

Nadie aquilata el valor de un momento hasta que este se convierte en un recuerdo, por eso hay que alimentar nuestras vidas de bellos instantes y compartirlos con las personas amadas.

Al final de su autorreflexión la mujer solo sonrío satisfecha, a partir de ahora las cosas cambiarían, sus prioridades cambiarían, "Bendito accidente", se dijo a si misma.

Lauren interrumpió su silencio para decir: "Camila, porque no llevas a Lily antes de que se duerma a mi cuarto, quiero leerle un cuento"

"Siii" grito Lily emocionada "Me gusta cuando me lees mi cuento de Roco"

"Claro Lauren ahí la tendrás sin falta".

Más tarde en la habitación de Lauren

Lily quien entro a la habitación de su hermana ansiosa de empezar a escucharla contarle una mas de las aventuras del divertido mapache: "Lolo, aquí traigo mi cuento de Roco".

"Bien, bien cual cuento tenemos ahora" dijo Lauren mientras observaba la portada del libro, "Ahh Rococó: "Aventuras en la Montaña Mágica" ", suena divertido. "Empecemos".

Lauren disfrutaba ver la carita de emoción de Lily, era tan adorable, como no quererla, y aunque no lo manifestara ella misma disfrutaba el cuento, tal ves debía reconocer que se estaba volviendo fan de Rococó.

Al finalizar la historia, Lauren beso la frente de su hermana, la miro tiernamente y le dijo: "Lily, nunca olvides que te quiero" mientras la abrazaba suavemente.

Lily con la ternura propia de los niños, tomo con ambas manos el rostro de Lauren: "Yo también te quiero Lolo".

Camila solo veía la escena totalmente emocionada, al fin sus ruegos habían hecho eco en el corazón de Lauren, era realmente un remanso de paz escuchar a la fiera mujer decir esas palabras.

Al fin Lily se despidió con un tierno beso y Camila se la llevo a dormir, no sin antes recordarle a "Lolo" su cita secreta.

MEDIA NOCHE EN EL AREA DE LA PISCINA

"¿Porque Lauren no ha llegado?" se decía una nerviosa y expectante Camila que caminaba de un lado para otro presa de la ansiedad, ya tenia cerca de 15 minutos esperándola y ella ni sus luces.

LA HABITACION DE LAUREN

Lauren daba vuelta tras vuelta en su cama pensando: "No debo ir, no debo, si voy ya no habrá vuelta atrás", "Pero me muero por verla a solas, estoy jodida".

DE VUELTA AL AREA DE LA PISCINA

La cara de Camila lo decía todo, media hora esperando a su dragón de ojos verdes y era obvio que no llegaría, así que con mucho desconsuelo decidió regresar a su habitación.

De pronto sintió que una mano la tomaba del hombro, "Espera" dijo Lauren.

"Por que no habías llegado... y no traes bikini" reclamó Camila.

"Disculpa, me quede dormida, no tuve tiempo de cambiarme, pero aquí estoy" dijo mientras caminaba hacia el camastro, en verdad eso de las muletas le resultaba de lo mas engorroso.

"Por nada me iba a perder esta sexy cita" guiño un ojo pícaramente, mientras se recostaba y dejaba a un lado las muletas.

Lauren hizo una seña: "Ven, junto a mi, necesito tu calor"

"¿Solo mi calor?" pregunto sensualmente la morena

"Te necesito toda" reclamo la ojiverde, Camila obedeció, se recostó a su lado muy pegadita a ella. Lauren la rodeo con sus brazos, y Camila se acurruco,

"Sabes, hoy me ocurrió algo muy especial", "Mi padre tenia razón, el me dijo que no pusiera todo mi tiempo y energía en la empresa, hoy mientras estábamos en la hora de la comida me di cuenta que tengo una hermana que amo a la cual he dejado de lado por tener la narices metidas todo el día en el corporativo, no quiero cometer ese error con Lily, y tampoco quiero volver a alejarme de Leigthon".

"Lauren no sabes lo feliz que me hace escuchar eso" dijo Camila aferrándose al calido cuerpo de la mujer.

"De verdad que tu llegada y la de Lily le han dado un vuelco a nuestras vidas; es más hasta Dinah me esta empezando a caer bien" río Lauren traviesamente y Camila la secundo.

Entonces Lauren soltó suavemente a Camila de sus brazos, al tiempo que se incorporaba mirándola fijamente a los ojos: "Necesitaba tenerte así, junto a mi, sentir tu cuerpo, ver tu bello rostro, escuchar tu risa", "No se que me hiciste, me tienes hechizada".

Camila se acerco para sentir el calido aliento de su bello dragón, para apreciar su perfecto rostro, perderse en sus ojos esmeraldas y finalmente saborear la miel de sus labios.

Esos labios que pareciera fueron hechos para ella, con cada beso la morena sentía que moría y volvía a renacer en brazos de Lauren.

Las caricias suaves eran el complemento perfecto para esa sesión de besos, era excitante como cualquier pequeño roce podía provocar un gemido.

Y mas cuando Camila, dejo huellas de sus besos por todo el cuello de la ojiverde, mientras aspiraba su olor, para terminar en su oído diciéndole sensualmente: "Hueles tan rico, no quiero ni imaginar como sabrás", Lauren solo se estremeció, sintiendo que la humedad se apoderaba de su intimidad mojando sus bragas.

"Quedémonos a ver el amanecer, por favor" pidió Lauren tratando de recomponerse, "Es que cuando esta amaneciendo es mi mejor momento"

Camila solo se volvió a acurrucar en el cuerpo de Lauren, sintiendo la paz de estar protegida en sus brazos, ver el amanecer a su lado fue un momento mágico y mas sentir sus suaves caricias llenas de ternura.