Talentos que Dan Éxito

18 1 0
                                    

    Talentos que Dan Éxito 


LA VENIDA de Cristo se produjo en un tiempo de intensa mundanalidad. Los hombres estaban subordinando lo eterno a lo temporal, los requerimientos de lo futuro a los asuntos presentes. Tomaban los fantasmas por realidades, y las realidades por fantasmas. No contemplaban por la fe el mundo invisible. Satanás les presentaba las cosas de esta vida como sumamente atractivas y absorbentes, y prestaban atención a sus tentaciones.

Cristo vino para cambiar este orden de cosas. Procuró romper el ensalmo que infatuaba y entrampaba a los hombres. En sus enseñanzas, trató de ajustar los requerimientos del cielo y de la tierra, y de desviar los pensamientos de los hombres de lo presente a lo futuro. En vez de perseguir las cosas temporales, los invitó a hacer provisión para la eternidad.

"Había un hombre rico -dijo él-, el cual tenía un mayordomo, y éste fue acusado delante de él como disipador de sus bienes". El rico había dejado todas sus posesiones en las manos de este siervo; Pero el siervo era infiel y el amo estaba convencido de que se le estaba robando sistemáticamente. Resolvió no retenerlo en su servicio, y pidió que fuesen investigadas sus cuentas. "¿Qué es esto -dijo- que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo".

Al verse condenado a ser despedido, el mayordomo vio tres caminos abiertos a su elección. Tendría que trabajar, mendigar, o morirse de hambre. Y dijo para sí: "¿Qué haré? que mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo, mendigar, tengo vergüenza. Yo sé lo que haré para que cuando fuere quitado de la mayordomía, me reciban en sus casas. Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi señor? Y él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu obligación, y siéntate presto, y escribe cincuenta. Después dijo a otro: ¿Y tú, cuánto debes? Y él dijo: Cien coros de trigo. Y él le dijo: Toma tu obligación, y escribe ochenta".

Este siervo infiel hizo participar a otros de su falta de honradez. Defraudó a su amo para beneficiarlos, y ellos aceptando este beneficio, se colocaban bajo la obligación de recibirlo como amigo en sus casas.

"Y alabó el señor al mayordomo malo por haber hecho discretamente". El hombre del mundo alabó el ingenio del que lo había defraudado. Pero el elogio del rico no es el elogio de Dios.

Cristo no elogió al mayordomo injusto, pero empleó este caso bien conocido para ilustrar la lección que deseaba enseñar. "Haceos de amigos por medio del lucro de injusticia -dijo- para que, cuando éste os falte, os reciban en las moradas eternas".*

El Salvador había sido censurado por los fariseos por tratar con publicanos y pecadores; pero su interés en ellos no disminuyó, ni cesaron sus esfuerzos por ellos. El vio que su empleo los inducía a la tentación. Estaban rodeados por incitaciones a hacer lo malo. Era fácil dar el primer paso malo, y el descenso era rápido para llegar a mayor falta de honradez y a mayores delitos. Cristo estaba tratando por todos los medios de ganarlos a principios más nobles y fines más elevados. Este era el propósito que tenía presente al relatar la historia del mayordomo infiel. Había habido entre los publicanos un caso como el presentado en la parábola, y en la descripción hecha por Cristo reconocieron ellos sus propias prácticas. Esto llamó su atención, y por el cuadro de sus prácticas faltas de honradez, muchos aprendieron una lección de verdad espiritual.

Sin embargo, la parábola se dirigía directamente a los discípulos. A ellos primero fue impartida la levadura de la verdad, y por su medio había de alcanzar a otros. Gran parte de la enseñanza de Cristo no era comprendida por los discípulos al principio, y en consecuencia sus lecciones parecían casi olvidadas. Pero bajo la influencia del Espíritu Santo esas verdades revivieron más tarde con claridad y por medio de los discípulos fueron presentadas vívidamente a los nuevos conversos que se añadían a la iglesia.

Palabras de Vida del Gran MaestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora