Darme cuenta

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Desperté con un dolor inmenso de cabeza podía sentir el olor a flores y esencias en el aire.

Me levante a como pude y trate de aclarar la vista y casi pego un brinco del susto al ver donde estaba.

Estoy en el maldito cuarto de aladino pensé .

Paredes pintadas con diferentes figuras telas por todas partes de diferentes colores, todo esto me parecía tan irreal.

Las grandes puertas se abrieron y apareció un pequeño hombre haciendo reverencia y mirándome muy dulcemente.

-- que bueno que ya haya despertado su majestad de seguro tendrás muchas preguntas pero te las responderé después de tu desayuno--

-- donde estoy --- pregunte con miedo

--- mi nombre es Abdul y seré algo así como dicen en su país su mano derecha y me responsabilidad sera servirle en todo además de ser el responsable si cometiera algún error por mi culpa-- me respondió sin contestar mi pregunta.

No entendí eso de ser responsable de mis culpas si yo no pienso quedarme aquí sera mejor buscar una salida pensé.

-- alteza es hora de su baño-- dijo aplaudiendo tres veces y entrando 5 señoras con grandes mantos como ropa.

Sin previo aviso me levantaron de la cama.

Yo trate de resistirme pero estas mujeres tenían mas fuerzas que yo.

me llevaron a la otra recamara en donde quede sorprendido al encontrar que en ves de baño parecía una piscina con cascada incluida.

Comenzaron a desnudarme tenia miedo ya que era tímido y para colmo virgen.

-- no por favor no me violen- - dije a gritos y  asustado.

-- solo lo bañaran -- escuche la voz de Abdul en el otro cuarto.

Las mujeres al verme asustado comprendieron y me dieron una cálida sonrisa para calmarme.

Deje que me bañaran porque no tenia salida aunque moría de vergüenza ya que no dejaron de tocar mi cuerpo con delicadeza para lavarlo.

Así como me bañaron también me vistieron

Me sentía como sacado de un cuento con esta ropa no lo podía negar me gustaba mucho y me miraba bien en ella

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Me sentía como sacado de un cuento con esta ropa no lo podía negar me gustaba mucho y me miraba bien en ella.

Cuando por fin me dajaron salir las mujeres que me  manosearon y lavaron mi cuerpo a como quisieron se retiraron haciendo una reverencia y dejando me  de nuevo con Abdul

Al parecer  le gusto como lucia con la ropa ya que me sonrió feliz y me mostró con la mano que lo siguiera.

Salimos del cuarto hasta otro salón custodiado siempre de guardias que al parecer nos perseguirían a todos lados.

El salón estaba espectacular al parecer estaba en un palacio ya que todo era lujoso y desbordaba de riquezas por todos lados.

En medio había una hermosa mesa rebosante de todo tipo de comida lo malo que la mesa era muy baja además que las sillas eran cojines y lo peor de todo no habían cubiertos esto era algo que en lo personal no me gusto pero todo era delicioso y disfrute
De una rica comida.

Cuando terminamos de comer aparecieron los sirvientes y se llevaron todo lo que quedaba en la mesa dejándola vacía y al minuto regresaron después dejando un pequeño te del cual disfrute de su sabor.

-- ahora si su majestad le contare porque usted esta aquí-- yo solo asentía esperando ansioso lo que me contaría para ver en que lío me había metido.

Comprometido con el SultánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora