Capítulo 3:

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Un sábado como normalmente lo hacía, me dirigí a la cueva, a la misma hora de siempre pero Marcus no estaba allí, se le hizo tarde pensé, y me senté en su roca, contemplando el perfecto paisaje que había en ese lugar, todo era simplemente magnifico, como pintado a mano, los arboles verdes y muy grandes, las flores rosadas de algunos de ellos y las flores azules de los arbustos al rededor de la cueva, creaban un marco perfecto con los rayos del sol; Marcus no llegaba, lo espere un poco más pero luego de media hora me resigné a que no llegaría, estaba por irme y de pronto escuche su voz - Hey - dijo corriendo algo cansado - Marcus, pensé que no vendrías -
- ooh si perdón - mencionó - ¿empezamos la clase? - dije entusiasmada
- no, hoy quiero hacer otra cosa - dijo dando la vuelta
- ¿qué? ¿me llevarás a otro lugar desconocido?- dije con una enorme sonrisa, aunque ya habíamos tenido varias citas así después de que me llevara al río siempre me emocionaba - sí, claro linda - respondió, había algo diferente en él un toque de sarcasmo en su voz, y no me vio a los ojos ni un instante, su mirada era fría - vamos - dijo sonriendo por fin
- okay Marcus - lo seguí por un tiempo hasta que llegamos a un lugar con arbustos de espinas, por fin yo hablé - ¿Marcus qué tienes? - dije poniendo mi cuerpo frente al suyo
- guardias es ella, arréstenla - fue lo único que dijo viéndome a los ojos con una mirada profunda y vacía, de pronto de entre los arboles salieron muchos hombres armados, eran guardias del rey, sentí un golpe duro en el cráneo y me desmaye.

Cuando desperté estaba muy oscuro, me dolía mucho la cabeza y escuché una voz conocida, era la voz de Marcus, pude recordar lo que había pasado, me había traicionado, me sentía tan dolida, tenía nauseas y ganas de llorar, el único hombre aparte de mi abuelo en quien había confiado me traicionó, Marcus estaba hablando con alguien, intenté escuchar lo que decían pero no podía distinguir muy bien, pude acercarme más a donde provenía la voz y escuché
- ¿qué haremos con ella cuando se despierte señor? -
- la dejamos que grite lo que quiera y después se la entregaré a mi padre - me quede atónita ante lo que escuché, su padre, el rey, era su padre, quería salir de ese lugar tenía que salir o el rey iba a matarme como a mis padres, intenté buscar alguna salida pero nada funcionó, estaba encerrada ¿cómo no se me ocurrió antes que él era el príncipe? ahora me preguntaba ¿por qué confié en él? yo sabía que el rey tenía tres hijos, pero nadie sabía sus edades porque nunca salían del castillo, algunos pensaban que estaban muertos, se podían escabullir muy fácil en el pueblo sin ser reconocidos, no podía creer que Marcus era uno de ellos, fui una tonta por confiar en él sin conocerlo.

Le Palais.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora