Habían pasado casi tres horas desde que Oli salió con la carta para mi abuelo, yo estaba completamente nerviosa ¿por qué tardaba tanto? me preguntaba caminando de un lado a otro en la habitación mientras me mordía las uñas, de repente una voz interrumpió mis pensamientos.
- Ma, Mag - ¡¿Mag?! Patric dijo mi nombre - ¿Mag eres tú? ¿en dónde estoy? ¿sigo soñando? - preguntó mientas intentaba levantarse de la cama, corrí a ayudarlo pero estaba sorprendida.
- Sí, soy yo - respondí por fin - Mag ¿estas bien? perdóname, perdón, perdón - repetía sin parar, y yo no estaba entendiendo nada - debes descansar, no te esfuerces, sufriste mucho y aún estás muy débil - le dije, intentando que se recostara de nuevo - Mag, te extrañé mucho ¿Patric no te hizo nada verdad? - Patric, ahora todo cobró sentido para mí, estaba confundida, todo este tiempo estuve totalmente equivocada, por fin subí mi mirada hacia sus ojos y lo vi, era Marcus, era mi Marcus del bosque - ¿Marcus? - solo eso salió de mi boca - Mag - dijo él - Pensé, yo pensé que tú, me habías... - me interrumpió - No Mag, yo nunca te traicionaría, me siguieron, Patric y sus guardias me estuvieron siguiendo todo este tiempo, viendo todo, escuchando, hasta que te encontraron y dieron con la forma de golpearme y encerrarme, perdón Mag, todo fue mi culpa, si yo no hubiera insistido en... - lo besé, no pude resistir y lo besé, era todo lo que quería en ese momento, Marcus no me había traicionado, yo lo culpaba y estaba engañada mientras él sufría mucho por mi - perdóname tú a mí - dije separándome un poco de su rostro.
Hablamos y hablamos por mucho tiempo, cuando por fin caí en cuenta, habían pasado más de seis horas desde que Oli se fue, en ese momento el terror me invadió - ¡Oli! - dije levantándome rápido de mi asiento - ¿mi hermana? ¿qué le pasó? - Yo la envié, fue mi culpa, la envié a dejarle una carta a mi abuelo, habíamos quedado en que solo tardaría cuatro horas o menos y ya pasaron más de seis desde que se fue ¿y si la atraparon? no me lo perdonaría - dije caminando de un lado a otro, estaba desesperada.
-Tenemos que ayudarla - dijo Marcus, hicimos un plan, él ya se sentía mucho mejor.
Planeamos escapar y buscarla, no dormí en toda la noche por los nervios y el temor, al día siguiente preparamos comida y agua para salir, Marcus se logró incorporar, estaba bien.
Salimos muy cuidadosamente de la habitación, poco a poco caminamos pasillo por pasillo hasta llegar a la cocina, no había nadie a esa hora, Marcus corrió un mueble y había un agujero, hacia algo que parecía una salida, ingresamos y después de un poco de obscuridad llegamos a una pared de madera, Marcus quitó un seguro y salimos por fin, había sido tan fácil que me sorprendí mucho, caminamos y caminamos hasta que por fin llegamos a la cabaña de mi abuelo, extrañé tanto ese lugar, pero había extrañado más a mi abuelo, mientras llegamos pude notar a los animales en sus lugares, tenían comida, agua, las luces estaban encendidas, estaba muy feliz, llegamos por fin y entré, quedé sorprendida.
En la sala habían varias personas, nunca había visto a tanta gente en la cabaña, muchas personas desconocidas pero entre ellos dos personas que se me hacían muy familiares, Oli y mi abuelo, corrí abrazar a mi abuelo sin importarme los demás y Oli hizo lo mismo con Marcus.
Tiempo depués mi abuelo me contó el por qué de tanta gente en mi casa, eran aliados, gente que estaba cansada de no poder ser libre, teníamos que hacer algo, de seguro haríamos algo.
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Le Palais.
Novela JuvenilMaguie es una de las pocas personas que puede leer en el reino, en el que ella vive con su abuelo, a las afueras del bosque, no quiere dejar de leer el libro que tiene, ya que es el único recuerdo que le queda de sus padres a quienes el rey mató. M...