CAPÍTULO 59: SIGNIFICA QUE ME HAS MENTIDO

87 6 0
                                    

Kyle Ellison -> Ray Thompson

Ya habían pasado dos días desde que dejé a Dake con Ray, y sorprendentemente, habían conseguido llevarse bien.

Estaba envuelta en una toalla secándome el pelo con otra, cuando oí que alguien abría la puerta.

-¡Traigo Donuts y café! – gritó la misma voz de las últimas dos mañanas.

-Oh por Dios – Salí del baño y me abalancé a los Donuts. Cogí uno relleno de Nutella con fideítos de chocolate por encima – mmm... - murmuré saboreando el delicioso chocolate – Tienes que dejar de hacer esto – dije una vez me acabé el Donut – Enserio Keith, Nick podría venir en cualquier momento y esta no es una situación en la que me quisiera ver contigo si eso pasara.

-Ya, pero te encanta que cada día te traiga el desayuno – Reí.

-Cierto, me tienes que decir de donde diablos los sacas.

-De una panadería – dijo obvio.

-No me digas – reí – Enserio – cogí la caja con los otros Donuts y el café – Tienes que irte.

-Vale, vale – rió retrocediendo hasta la puerta – Por cierto, esa toalla te queda de muerte, deberías ir así más a menudo – sugirió burlón y con una sonrisa pícara acompañando su rostro.

-Cállate Keith – Lo cierto es que ya no me daba vergüenza que me viera así, los últimos dos días ya lo había hecho, y no eran las primeras veces, así que me daba igual – Y vete, Nick vendrá a por mí en – miré el reloj - ¡5 minutos! – solté un grito asustado – No tengo tiempo, adiós – comencé a cerrar la puerta cuando la detuvo – Keith – me quejé.

-¿No me das un abrazo? – preguntó como las otras veces.

-Ja, ja. No cuela Keith, mi toalla se queda donde está.

-¿Yo he dicho eso? ¿O eres tú la que en realidad quiere que se caiga? – rodé los ojos y cerré la puerta a una velocidad increíble, antes de que se diera cuenta de que mis mejillas se estaban poniendo más rojas que un pimiento maduro.

No queda otra, habrá que hacerlo a lo vampiro.

5 minutos más tarde iba con mi camiseta blanca de tirantes larga metida por dentro por la parte de delante de mis pantalones marrón un poco claro y con una chaqueta del mismo color. Unos botines negros con un poco de tacón, un colgante plata y mi bolso.

-Hola – Nick apareció por la puerta – Me parece bien que pueda entrar cuando quiera a tu habitación – se acercó hacia a mí y me tomó de la cintura – Pero no me gusta que otros lo puedan hacer también, quizá deberías empezar a cerrar tu habitación con llave.

-¿Sí? – sonreí pasando mis brazos por su cuello y acercándome más a él.

-Seh – asintió sonriendo antes de besarme.

Estos dos últimos días habíamos estado juntos casi todo el tiempo, y si había algún punto de tensión en la relación, puedo asegurar que lo hemos eliminado.

(...)

-¿Y qué tal? ¿Todavía viene ese Harford por la mañana? – Preguntó Layla. Estábamos haciendo una reunión de chicas en mi habitación con Cassie. Las tres estábamos sentadas en un círculo sobre mi cama. Aunque mi cerebro no estaba mucho por la labor, mi vista estaba fijada en las puntas azules de Layla, y mi cabeza estaba en otro sitio – Aria – los dedos de la morena se chasquearon enfrente de mis ojos.

-¿Qué? – salí del trance.

-¿Qué te pasa? – preguntó la pelirroja.

-Nada – me levanté de la cama a por una botella de agua.

ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora