Emily Rudd -> Taira Moore
-¿Ya te vas? – Ethan me dedicó una mirada confusa.
-Sí, me temo que mis amigos me necesitan. ¿Te importa si mi hermana y mi madre se quedan aquí?
-Por supuesto – asintió – Pueden quedarse el tiempo que quieran, todo el poblado las ha recibido muy bien. Aquí son bienvenidas.
-Harás que me ponga celosa – reí.
-Tú también eres bienvenida – sonrió – Ya sabes que aquí todos te admiran por salvar a Thalía.
-Te veo muy sonriente – achiné mis ojos y le miré pícaramente.
-He tenido un buen día – se encogió de hombros - ¿Tienes cómo llegar al pueblo?
-Pensaba ir andando.
-Si quieres te llevo.
-¿En coche?
-No, encima.
-¿Me vas a llevar corriendo? – reí.
-No tardaría nada – se encogió de hombros - ¿Te animas a montarte en el lobo más grande de la monada?
-¿Eso es un reto? – le miré retándole.
-Por supuesto.
-Acepto – le estreché la mano que me había tendido.
-Bien, vámonos – se levantó – Ahora vuelvo Seth, diles a la señora Moore y a su hija que Aria volverá más tarde.
-Vale – dijo con la boca llena.
-Seth – Ethan le envió una mirada de aviso – Por Neida guarda las formas – dijo mientras se giraba y caminaba hacia la salida.
-¿Qué es Neida? – fruncí el ceño.
-Es como nuestra diosa, se dice que siempre está ahí para proteger el pueblo licántropo, que es muy justa y benevolente, aunque nadie la ha visto nunca. La gente está dejando de creer en ella. Dicen que el lobo blanco puro no existe.
-¿El lobo blanco puro?
-Sí, Neida siempre ha sido representada como un lobo enorme, más grande que yo, de pelaje suave y más blanco que la leche, y en símbolo de pureza, sus ojos son del color del cristal.
-Vaya, sería muy bonita.
-Mucho, pero, no ha estado ahí cuando la hemos necesitado.
-Quizá todavía no hayáis necesitado lo suficiente.
-Murió mucha gente cuando a mi padre se le fue la olla, mi madre murió.
-Ya... bueno, no lo sé, quizá haya algo que esté por venir que sea mucho peor, y Neida aparezca.
-Lo dudo – se quitó la camiseta.
-¿Qué haces? – no pude evitar sonrojarme.
-No quiero romper la ropa – rió bajándose los pantalones.
-No te irás a quitar la ropa interior, ¿verdad...? ¡Oh por Dios Ethan! – me tapé los ojos al instante – Podrías haber avisado.
-¿Qué pasa? ¿Nunca has visto a un chico desnudo?
-Si pero... - balbuceé.
Pero ellos no la tienen tan grande.
Dios, me sonrojé mucho más por culpa de mi estúpida conciencia.
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ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}
Science-FictionHumanos, vampiros, brujas, hombres lobos, híbridos... Nunca se sabe que es lo que te puedes encontrar, y hasta qué punto puede ser peligroso. Todos conocemos miles de leyendas que hablan de cientos de tipos de seres sobrenaturales, todos creemos que...