CAPÍTULO 30: VUELVO AL TUCSON

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Zac Efron -> Chad Hamilton

Maratón 3/3

Ya hice el hechizo, me enteré de, que antes de ser vampiros, los mellizos eran brujos.

-Lo prometido es deuda – me dijo Keith – Puedes irte.

-Adiós – dije sonriendo. No podía evitar estar feliz, hoy volvía a casa, o bueno, al Tucson.

-¿No me vas a dar un abrazo? Puede que pase mucho tiempo hasta la próxima vez que nos veamos – dijo con una sonrisa arrogante dibujada en el rostro.

Negué sonriendo y le abracé, me tuve que poner de puntillas para lograr pasar mis brazos por su cuello. Sus brazos rodearon mi cintura con fuerza, como si no quisiera soltarme nunca, por unos segundos, me sentí protegida de nuevo en aquella casa, y de nuevo por Keith.

Reí al sentir que me elevaba y que me apretujaba como si fuera un peluche gigante.

-¡Hey, que no soy un peluche! – continué riendo hasta que me bajó.

-Pero eres achuchable – fingió que se secaba una lágrima.

-Exagerado – golpeé su hombro suavemente – No te ofendas, pero espero no verte ni a ti ni a tu familia en mucho tiempo.

-No me ofendo, todo el mundo piensa así – se encoje de hombros.

-Adiós Keith – digo besando su mejilla – Y gracias por haberme defendido en algunas ocasiones.

-No hay de qué princesa – me guiña.

-Te agradecería que no me llamaras princesa, no es un apodo que me traiga muy buenos recuerdos – sonreí con algo de tristeza.

-Claro – Me abrió a puerta del coche – Nos vemos, quizá te vaya a ver al Tucson – río.

-No creo que les gustes mucho a mis amigas, la primera vez que vieron a Ray un poco más y lo matan – reí y él lo hizo conmigo.

Subí al coche y conduje hasta el Tucson, a mitad de camino me llamó Eline –me habían devuelto del móvil-.

-¡Hey estudiante! – saludó animada.

-Hola Eli, no sabes los días que he pasado.

-¿Porque? ¿Estás mala? Puedo darte una lista de medicamentos para todo y buscarte los mejores médicos de Phoenix dame unos minutos.

-Eli – la interrumpí – No es eso, simplemente que hay cosas que no sabes. Y que ya va siendo hora de que sepas.

-¿Qué pasa? ¿Es algo grave? Por dio-s Aria habla ya – dijo con desesperación.

La obsesión sobre tener el control sobre todo de Eline se hizo presente, por lo que me vi obligada a contárselo todo, y con todo me refiero a TODO. Pues tenía pensado ir hasta Annawan de visita.

-Necesito tiempo para procesarlo – colgó.

Bufé frustrada, salí del coche, mi visita a mi pueblo natal tendría que esperar.

Subí a mi habitación y me tiré a la cama, lo único que me apetecía era coger una manta, palomitas, y ver series hasta que me diera una crisis existencial.

-¿Aria? ¿Estás ahí? – Era Cassie. No me molesté en levantarme.

-Motus – dije. Con un movimiento de mano la puerta se abrió.

-¡Estás bien! – Exclamó abrazándome – Motus – cerró la puerta – Menos mal, ¿lograste escapar? Estoy impresionada – sonrió.

-No escapé, me dejaron ir, hice un trato – expliqué – Yo les hago los hechizos que necesiten y ellos dejan vivir a Ray.

ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora