CAPÍTULO 56: O TÚ O ELLOS

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Grant Gustin -> Grant

La competición de natación fue genial. Nick quedó tercero, Cameron segundo y el primer puesto se lo quedó un tal Huge, del equipo local de Annawan. La competición internacional era en Sídney, Australia.

-Yo habría quedado primero – bromeó Chad. Cameron fue compasivo y se lo trajo como acompañante.

-Nos vamos a las 17:00 – me dijo Cameron. Se le notaba contento.

-¿Dónde está Nick? – pregunté mirando a mi alrededor.

-En la ducha.

-Mierda... - me sobé el puente de la nariz – Oye Cam, ¿le puedes decir que yo no volveré con vosotros? Han pasado algunas cosas aquí que... requieren que me quede.

-¿Cuándo volverás? – me preguntó Chad frunciendo el ceño.

-No lo sé, quizá el martes – dije algo cabizbaja.

-Hey – Cam me tocó el hombro – No te preocupes, es normal. Lo entenderá.

-Lo sé, él siempre lo hace, pero me sabe mal – le sonreí agradecida.

-Yo de ti me preocuparía más en ver cómo consigues quedarte aquí sin que el entrenador te lleve a la fuerza.

-No te preocupes por eso – reí – Por suerte eso es algo que puedo controlar.

Y era cierto, podía utilizar el control mental con el entrenador.

(...)

Subí a mi habitación. Tenía mucho que hacer pero no sabía por dónde empezar. Por una banda estaba Dake, teníamos que encontrarlo. Y por otra banda, mi tía y Thomas.

Mi teléfono comenzó a sonar, alguien me llamaba.

-Hola Lena – contesté.

-Hola, Nick se va y no te veo por aquí.

-Lo sé, me quedo, tengo que solucionar algunos asuntos por aquí. Tu hermano está incordiando a mi familia.

-Dios mío, Thomas – bufó.

-Sí. Oye, ¿podrías venir a mi casa con Keith? Necesito ayuda, tengo que encontrar a mi mejor amigo, que creo que está muerto, y necesito que alguno de vosotros se quede con mi hermana y mi madre.

-Vale, en cinco minutos estoy allí – mi móvil sonó. Alguien más me llamaba.

-Nos vemos – colgué y miré el número: era desconocido - ¿Hola? – Nadie respondió - ¿Hay alguien?

-Ayúdame – Una débil voz sonó al otro lado del teléfono.

-¿Dake? – Pregunté angustiada – Dios mío, ¿eres tú?

-Ayúdame – repetía.

-¿Dónde estás? – mi corazón latía como un loco.

-EDA – dijo y colgó.

EDA... ese era el nombre en clave de nuestro escondite. Desde que somos pequeños siempre que nos hemos enfadado con alguien y no queríamos estar en casa íbamos allí a escondernos y a pasar un rato juntos. Le envié un mensaje a Eline, Dake estaba vivo, o más o menos.

*Yo*: EDA en cinco minutos.

El timbre sonó y corrí a abrir la puerta.

-Hola encanto.

-Keith – rodé los ojos y me aparté de la puerta – Adelante. Hola Lena – le sonreí levemente.

-Hola, ¿y tu hermana y tu madre? – preguntó la vampiresa.

ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora