CAPÍTULO 38: ERES TAN PRECIOSA COMO UNA PERA

169 12 0
                                    

Colton Haynes -> Dake Willson

El doctor salió de la habitación y nos sonrió como pudo – Pueden pasar – nos dijo antes de irse.

Eline entró rápidamente, volví a mi forma humana antes de hacerlo, no me apetecía comerme a mis mejores amigos.

Seguí a Eli y entré detrás de ella.

-Tranquila Eli, solo ha sido un bajón de azúcar, me ha dicho que debo comer algo dulce o un bocadillo – abrí los ojos como platos. No le podía hacer esto a Eline, no nos podía hacer esto.

-¿Y porque ha querido hablar a solas contigo? – dijo preocupada, Eli no era tonta, no estaba convencida.

-Porque es vergonzoso que un chico se desmaye frente a su chica solo por no haber desayunado. Y porque me ha dado una charla de lo más aburrida.

La vista de Dake voló a mí, y vio que lo estaba mirando mal. Me sonrió intentando tranquilizarme, si había funcionado con Eli, también pensó que lo haría conmigo. Pero no podía después de todo lo que había escuchado.

Llevé un dedo a mi oreja y la señalé, indicándole que lo había escuchado todo.

Él frunció el ceño y cuando comprendió lo que le intentaba decir abrió mucho sus ojos.

-Voy al baño, ahora vuelvo – dijo Eline. A los segundos de que desapareciera por la puerta, me acerqué a él con la intención de reprocharle haber mentido a su novia, pero fue él el que habló antes.

-No te atrevas a reprocharme nada – dijo decepcionado – No tienes derecho a escuchar conversaciones ajenas.

-¿Y qué hubiera pasado si no lo hubiera hecho? Nos habrías dicho: "estoy bien, solo ha sido un bajón de glucosa". Nos lo hubiéramos creído y dos meses más tarde estaríamos llorándote en tu funeral.

-Tengo pensado decírselo – dijo triste – Pero no sé cómo.

-Dake – dije sentándome a su lado y sobándole la espalda – sé que es algo difícil. Pero tiene derecho a saberlo.

-Lo sé, pero por favor, no se lo digas, quiero que disfrute del baile. Se lo diré mañana por la mañana, lo prometo.

-Está bien – suspiré, llevaba mucho tiempo aguantándome las lágrimas, y él también, se notaba. Pero debíamos ser fuertes, por lo menos hasta mañana. Nos abrazamos, y nos separamos en cuanto Eline entró.

-¡Abrazo grupal! – gritó. Los tres reímos y volvimos a abrazarnos. Eli siempre nos sacaba una sonrisa por muy mal que fuera nuestra situación.

Salimos del hospital y nos dirigimos al Tucson. Prometimos no volver a hablar del tema para poder disfrutar del baile.

Era hora de arreglarse.

Eline se duchó la primera, mientras yo preparaba la ropa, los zapatos y los accesorios.

En cuanto salió corrí a la ducha. Íbamos muy tarde. El baile era a las 20:30 y eran las 19:32.

-¡Eline! ¡Activa el plan Express! – le grité mientras me metía en la ducha.

-¡Oído cocina! – dijo a la vez que encendía el equipo de música.

La música de nuestro plan express nos motivaba a ir rápido. Estaba basada en One Direction, Shawn Mendes, i Justin Bieber.

-¡I have loved you since we were eighteen! – Canté mientras me enjuagaba el pelo.

-¡Long before we both thought the same thing! – continuó ella.

ASCENDE: La Leyenda #Wattys2019 {EN EDICIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora