capitulo 17

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Tome el vestido nuevo que papá me regaló esta mañana. Manga tres cuartos, falda circular,3cm arriba de la rodilla, azul electrico, combinan a la perfección con unas zapatillas de color dorado.

Me observe en el espejo, viendo más allá de mi físico, una triste mirada y un alma que estaba siendo atormentada por un amor imposible, eso fue lo que hizo que me derrumbara, duele aceptar que jamás será, ya no soy la misma, comencé a recordar cuando conocí del amor de Jesús y que ahora no me basta con ese amor para dejar ir este sentimiento que me esta ahogando, ya no danzó, ya no oro, ya no ayuno, y poco a poco voy hundiendome.

-Señor, ayúdame, por favor...esto es duro porque ya no hay deseos de acercarme a ti, me estoy secando, he abierto puertas que no puedo cerrar, al menos no en mis fuerzas, perdóname, tu eres fiel y justo para perdonarme, tardo en la ira y grande en misericordia, ante ti vengo con un corazón humillado...-lágrimas una tras otra rodaban- señor me siento tan sola, siento que no puedes perdonarme, te falle, usted sabe lo hay en mi corazón,ante ti nada está oculto, ayúdame, enciende mi lámpara y que tú Santo Espíritu no se aparte de mi.

Me levanté,me acerque al espejo, seque mi rostro y prosegui.
Maquille mis ojos con unas sombras color cafés con brillos dorados, rimel, rubor naranja bajito y un labial color durazno. Tome la rizadora y rize cada mechón de mi cabello. 

Dando las 10 de la noche estábamos tocando el timbre de la casa de los pastores, pasamos al jardín trasero y se encontraban varios hermanos de la iglesia reunidos con sus familias en distintas mesas. Saludé a uno que otro hermano mientras nos dirigimos a la mesa que la pastora Andy nos eligió.

Busque a Álex con la mirada pero no,no lo veía por ningún lado.
Tome lugar sola mientras papás conversaban con Robert,algo me inquietaba, sentía que el corazón se me salía del pecho, mi respiración no era normal...

-Te ves hermosa- una voz cerca de mi oído hizo que pegará un brinco... Alex, tomó asiento a mi lado mientras reía al ver mi expresión de susto.
Se veía muy lindo, traje negro, corbata roja y una sonrisa perfecta...

- Te tengo un obsequio, pero debes venir conmigo - dijo mirando su reloj.

- ¿Algún día dejaras de ser tan misterioso? - pregunté con una sonrisa de lado a lo que él,solo giro su cabeza en un "NO"

- Vamos! Tenemos poco tiempo para regresar,tengo invitado en casa y sería de mala educación dejarlo tanto tiempo. ¡Ha! Y no se vale hacer preguntas - dijo cuando estaba a punto de hablar.

Caminamos dos cuadras de su casa, hasta llegar a la congregación. Sentía curiosidad pero no pregunté nada, Alex siempre fue así, le gustaba sorprenderme con sus locuras, pero era de esas locuras que llenan tu corazón, no sabes con lo que pueda salirte en un minuto,en una hora o mañana, al tratarlo de inmediato te gana, gana tu confianza y se las ingenia para que te olvides de todo o de todos.

- Iremos al patio trasero Lía, pero necesito taparte los ojos.

- No no - resongue - me voy a tropezar Alex.

- Hazme caso Lía - saco un pañuelo y envolvió mis ojos sin que pudiese rechazarlo.

- Si me caigo tendrás la culpa he, ya me vi con la rodilla raspad...¡Ay!- pegue un gritito cuando sentí que me levanto entre sus brazos - sentía las mejillas arder.

- ¿No te callas nunca verdad?, Eres un perico.

3 minutos después me bajo, retiro el pañuelo quedando frente a mi. Hizo una señal a alguien a mis espaldas.

- Ahora si, puedes girarte.

Despacio me gire, a unos metros estaban unas letras adornadas con pequeños focos dorados decían: JESÚS TE AMA. Mis ojos se llenaron de lágrimas, lloré, lloré de felicidad, en ese momento fui tan feliz, en ese momento sentí el abrazo que estaba esperando, el del Espíritu Santo,diciéndome: mi niña,mi hija, cuanto te amo. Hace tanto no lo sentía, cuanto te he extrañado padre...
Comenzaron a salir fuegos artificiales uno tras otro, de muchos colores, el cielo estaba de fiesta, era como si celebrará el abrazo de reconciliación, mi alma se reconfortó, se llenó de paz y yo no dejaba de contemplar el cielo adornado.

- Ven - Alex me llevo bajo el árbol que tanto nos gustaba, ahí estudiábamos la palabra. Se encontraba una mesita alta, y enmedio una cúpula de cristal,dentro una rosa roja artificial aunque puedo jurar que parecía natural.
¿Han visto alguna vez la película de la bella y la bestia? ¿Recuerdan la rosa encerrada en una cúpula? La misma frente a mis ojos. La tomo y la depósito en mis manos. Tenía una tarjeta dentro "De: Jesucristo Para: Mi". Lo abracé, lo abracé fuerte.

- Es-Es her-hermoso, es el mejor regalo Alex. - como pude dije esas palabras, pues la voz se me entrecortaba, no podía contenerme.

- Jesús te ama Lia, no quiero que lo olvides y si lo haces estoy aquí para recordartelo- beso mi frente mientras yo contemplaba mi obsequio, era hermoso- ahora regresemos antes de que comiencen a llamar a nuestro móvil.

La mayoría se encontraban sentados, uno que otro sirviendose la cena.

Mamá se acerco quizá con la intención de preguntar ¿A dónde me encontraba? Pero lo evitó cuando observó lo que traía entre mis manos.

- Es un detalle de Álex- añadi

- Ustedes siempre fueron muy unidos...- dijo con un tono en su voz que reconocí

- ¡Mamá!, Alex no me gusta - eso creo...

- Quiza quieres convencerte de ello pero en el fondo siempre a sido así. - iba a protestar cuando volvió hablar- Por cierto, conoci a un joven muy amable, la pastora nos lo presento a tu padre y a mi, preguntó por ti, se lla...

- Buenas noches a todos - interrumpió el pastor Robert mientras daba unos toquesitos en una copa de vidrio - cada mesa tiene jugo de uva, sirvanse en sus copas, vamos hacer un brindis.- Así hicimos, no era vino,  realmente era jugo.

- No quiero que pidamos nada, quiero que nos tomemos un momento para agradecerle a Dios por un año más, un año con pruebas y luchas pero en victoria,porque Dios nunca pierde ninguna, todo lo que pasa en nuestras vidas es un propósito, tenemos que pasar el desierto para llegar a la tierra prometida. Señor, gracias por tu infinito amor, gracias por la vida que usted nos regala, gracias porque cada día veo tu misericordia en mi que sobrepasa la tierra y los cielos, gracias por un nuevo año -alzo la copa- ¡feliz año nuevo a todos! Brindamos y aplaudimos mientras nos dábamos el abrazo de "feliz año".

Todavía no terminaban los abrazos cuando la pastora tomo el micrófono.

- Hermanos míos, le doy gracias  a mi señor, él conocía el anhelo que había en mi corazón, el que mi hijo estuviese en casa, y lo a cumplido, me siento bendecida teniendo a mi pequeño aquí, el saber que es varón de Dios llena de gozo mi alma, y si estoy llorando es por ello. También me siento contenta porque hacía ya un tiempo que no veía a mi otro niño - sonrió- y hoy llego de sorpresa, ven aquí hijo - con la mano hacía de señas para que fuese al frente.

Sentí mis piernas flaquear cuando mis ojos se clavaron en esa persona y esa persona clavo los suyos en mi. Todo lo que se habia construido hace menos de una hora se cayó haciéndose añicos, escuché los cristales rotos retumbando en mis oídos. Había logrado mover mis emociones, ahí estaba él,tan guapo, con sus ojos verdes que erizaban hasta mi espalda...y lo quiero, con todo y a cambio de nada, con mi alma pisando el pecado por estar enamorada de lo prohibido.

- Es él hija, él pregunto por ti - dijo mamá - tu pastor, Diego...

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El pastor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora