Sentí el despertador sonar, pero mi cuerpo no correspondió a mis órdenes. Me sentía pesada, como si el día anterior me hubieran hecho hacer de todo. Como si hubiera corrido por días. Sentía mi boca seca, mi cabeza apunto de explotar, mis ojos pesados y todo lo demás inmóvil. Por más que lo intenté, no logré levantarme. Así que solo me rendí y dejé que mis párpados se tocaran entre ellos logrando al fin un sueño en el que quería dormir.Poco a poco, comencé a sentir unos firmes y rápidos pasos del otro lado de mi puerta. Ya sabía lo que venía. Mi mamá abrió la puerta de par en par con mi mochila al hombro.
-Emma Gray, estás atrasada. -Me tapé con las frazadas.
-Mmm... -Me quejé bajo mi búnker.
-Vas abrir esos ojos, vas a bañarte y te vas a ir caminando muy rápido con tu desayuno en la mano. -Me habló quitándome todo lo que tenía encima de un solo tirón.
-Mamá...
-Nada de mamá, hoy tienes exámen ¿Por qué justo hoy se te ocurre quedarte hasta tarde despierta en la noche?
-No...
-Ya, ya, arriba.
Con pasos igual de rápidos que el comienzo, sale volando de mi cuarto dejándome sentada en mi cama. Estoy apunto de caer nuevamente sobre mi cama solo cinco minutos más hasta que escucho la voz de mi mamá gritando desde el primer piso que volvería a subir con un vaso de agua fría si no salía vestida.
Con todas las fuerzas que logré conseguir me bañé lo más rápido que pude, me vestí y salí con mi mochila después de un beso de despedida de mi mamá. Apenas me alejo una cuadra de mi casa, empiezo a casi arrastrar mis pies por el cemento. Ya iba media hora tarde, qué importa llegar un poco más tarde que eso. Afortunadamente el agua de la ducha me había despertado un poco así que respiré hondo y luché contra Morfeo para no caer de cara al suelo.
Yo no me había quedado despierta hasta tarde... me había dormido a la misma hora de siempre. Solo que había algo más... mi sueño se había vuelto en una pesadilla que no me permitió dormir como deseaba. Fue raro porque nunca desperté. Apesar de lo que soñé, al parecer dormí profundo. Todo lo que recordaba de ese sueño era la sensación de caer en algo como una sustancia viscosa negra que se metía en mi garganta y nariz cuando trataba de respirar. Manos como si fueran de algún cadáver tiraban de mí hacia abajo con una fuerza dolorosa. Arriba mío veía caer después de mí una variada colección de insectos de todo tipo y tamaño apunto de alcanzarme...
Un escalofrío me recorre de pies a cabeza haciendo que vuelva a poner mis pies sobre la tierra. Puede que haya sido aterrorizante, pero nada de eso pasó. Sin darme cuenta, me había pasado dos calles de donde tenía que haber doblado. Cuando me doy la vuelta, distingo una sombra pasando por mi costado. El aire que había provocado acarició la piel de mi brazo que por consecuencia se había erizado. Mis pies quedaron inmóviles y sentí cómo mi temperatura corporal se redujo de una manera preocupante. Cuando me volteo a ver hacia dónde la sombra había corrido, veo de sorpresa una figura humana de pie, nada más que eso. Al segundo pestañeo pierdo de vista aquella figura y entonces me doy cuenta que estaba manteniendo el aire.
Era la misma forma que había visto en mis pesadillas.
~*~
-Emma Gray llegando tarde.
Apenas me siento, Matt se da vuelta y me dedica una sonrisa burlona. Levanté los hombros y traté de mantenerle la mirada sin sonrojarme.
-Me quedé dormida.
-¿Mala noche?
-Pesadillas.
Entonces el profesor comienza a hablar y Matt se da vuelta hacia la pizarra. Todo normal. Yo miraba hacia adelante hechando pequeños reojos dirigidos al chico al frente mío. Cada detalle de él me lograba distraer. De repente y cada vez más intenso, siento un peso encima mío. Más bien como una energía magnética. Sentía como si alguien me estuviera observando, y como respuesta casi inmediata mi cabeza se volteó hacía la dirección de donde creía que venía.
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Mi demonio personal (En Pausa Por Edición💜)
Fantasy¿Demonios? ¿Ángeles? ¿Realmente existen? Emma es una más en el mundo de los humanos, pero todo cambia cuando un ángel negro pareciera que cayera del cielo.