Pasó ya más de una semana desde la partida de Merry y Pippin. Y fue luego de once días después de su partida cuando Frodo recibió dos cartas, una de Pippin y otra de Merry, las leyó a atentamente y luego empezó a escribir dos cartas, uno para cada uno, al finalizar, fue a la oficina de Correos de Delagua, pensó que sería mejor ir a Delagua, pues deseaba además visitar el Dragón Verde.
Al caer la noche, Frodo se encontraba en Delagua, fue a la oficina de Correos y dejó allí sus dos cartas, luego fue entusiasmado al Dragón Verde.
Al llegar allí, se sentó en una mesa, solitario, con su pipa y una jarra de cerveza, miraba fijamente a Lidia, nervioso sin saber que hacer, inmerso en sus pensamientos e ignorando lo que pasaba a su alrededor. Incapaz de acercarse a ella o de hablar con ella, se quedaba sentado viéndola, pensando en mil formas de empezar a conversar con Lidia naturalmente, luego de poco más de una hora, ya se había tomado dos, tres o incluso cuatro cervezas, luego de eso, apagaba su pipa, la guardaba y salía de la taberna sin decir nada.
Eso se había convertido en una rutina que hacía una o dos veces a la semana, siempre iba por las noches, muy rara vez se atrevía a hablar con Lidia y cuando lo hacía, hablaba con ella un rato un tanto corto, mientras, no podía contener sus nervios, pero esas breves conversaciones, que tenía de una vez en nunca, hicieron que lleguen a conocerse mejor e incluso llegaron a ser amigos. El hábito de Frodo de ir solo a la taberna, no pasó por desapercibido, fue tanto así, que se empezó a rumorear sobre Frodo, al igual que se había hecho con Bilbo, se lo tomaba como poco cuerdo, un tanto extravagante y también como un hobbit poco sociable, un tanto distante y solitario. Lo único que se llegó a ignorar, fue el hecho de que Frodo muy rara vez hablaba con Lidia.—Mirad—dijo un hobbit que estaba en la taberna con otros amigos—, allí está Frodo Bolsón, solo, como siempre, con su vieja pipa, y una jarra de cerveza
—Ya lo he visto antes—dijo otro de entre los que estaban en rededor de la mesa —, a veces bebe hasta cuatro jarras de cerveza, me asombra que salga en pie de aquí
—Siempre solo, nunca acompañado, parece que la única compañía que tiene es esa pipa suya de madera. Ya te digo, que se está haciendo como su tío Bilbo. Si al menos, ese mago lo dejara en paz, el señor Frodo se enderezara, llegando a tener un poco más de buen sentido hobbit—dijo el mismo que habló antes
Rumores como ese se oían diariamente, a veces, cambiando un poco o agregando algo, pero Frodo se había convertido en tema de conversación, y eso era algo innegable.
El tiempo pasaba con rapidez, pasaron ya cuatro años, y Frodo tenía ya cuarenta y nueve. En ese mismo año, el año 3018 de la Tercera Edad del Sol, cumpliría ya 50 años, una edad algo significativa (o temible). Durante esos años, Frodo había recibido varias visitas de Merry y Pippin, y con bastante frecuencia. Cuando iban al Dragón Verde, ellos notaban la mirada con la que Frodo miraba a Lidia, pero no decían nada, pues estaban convencidos de que Frodo hablaría, y eso creyeron durante largo tiempo, hasta que finalmente, estaban casi seguros de que Frodo no hablaría jamás y eso era algo que no querían que pasara. Estaban decididos de hablar con él o al menos, tratar de convencerle para que tenga el valor de hablar con Lidia. Creían que ya habían cayado durante demasiado tiempo y que ya era hora de actuar.
A finales de marzo, Merry y Pippin fueron a Delagua para encontrarse con Frodo y luego irían juntos a Hobbiton y pasarían ahí hasta el mediodía del día siguiente, pues sería una visita corta.
Frodo fue a Delagua, al Dragón Verde la noche de un bello día, uno de los primeros de Abril, tal y como había acordado con Merry quien a su vez, lo hizo con Pippin. Una vez dentro de la taberna, se sentó junto a una ventana, desde donde recibía un apagado brillo de la luna, y el tenue fulgor de las estrellas, nítidas en el cielo. En rededor de la mesa, había además otras tres sillas, idóneo para que todos entren, e incluso sobraría una silla. Al cabo de un corto rato, entraron Merry y Pippin. Frodo se paró y los abrazó, saludaron, y finalmente se sentaron todos en rededor de la mesa. Al acercarse la camarera, pidieron tres cervezas y un poco de pan. Y casi muy rápidamente, les sirvió todo.
—Vaya Frodo, dentro de pocos meses cumplirás cincuenta. Pero tú, amigo mío, te ves joven, como si apenas hubieses salido de la veintena—dijo Merry
—Además, Bilbo cumplirá ciento veintiocho años en septiembre, ya sabéis que como es costumbre mía, también celebro su cumpleaños todos los años—dijo Frodo alegremente
—Si, y en septiembre celebrarás, el tuyo y el de Bilbo—dijo Pippin
Luego de acabar de comer el pan, Frodo encendió su pipa, y mientras la tenía en la boca, veía a Lidia, pero cuando ella sonrió al verlo él, agachó la cabeza y dió un sorbo a su cerveza. Tanto Merry como Pippin lo miraron curiosamente, y se decidieron en hablar.
—Frodo, sabemos a qué vienen esas miradas que haces siempre y sin disimulo alguno—dijo Merry
Frodo lo regresó a ver, como si no supiera a que se refería.
—Tengo que decírtelo—dijo Pippin—, leí aquel libro que escribes, ese libro de cubierta verde y luego se lo comenté a Merry
—¡Que! ¿Hace cuanto?—exclamó Frodo
—Hace bastante tiempo, años atrás —respondió Pippin
—Pero nosotros no se lo dijimos a nadie, lo mantuvimos en secreto. Nunca te lo contamos a ti, pues estábamos convencidos de que tú hablarías con Lidia, pero te has pasado todos estos años en silencio, incapaz de decirle lo que sientes—dijo Merry como si lo regañara
—Deberías hablar con ella, en cuanto tengas una oportunidad—dijo Pippin
Frodo no dijo, tan solo volvió a meter la pipa en su boca.
—Piensa en esto—dijo Merry—, tú por temor o vergüenza o lo que sea, no hablas con ella, te quedas cayado y no dices nada, entonces, un hobbit, se acerca a ella y habla con ella, Lidia lo acepta, y tú, amigo mío, te has quedado sin aquella a quien amas. Una lástima, pero pasa.
—Otra situación—mencionó Pippin—, Lidia también te quiere, pero como tú no le dices lo que sientes, ella piensa que tú no le correspondes y piensa que amar a alguien con quien nunca podrá estar es inútil, así que trata de olvidarse de ti
Todos permanecieron en silencio, incapaces de pronunciar palabra.
—Entiendo lo que queréis decir, aunque hacerlo va a ser difícil para mi—dijo Frodo rompiendo el confortable silencio
—Si, pero no será imposible—dijo Pippin
—Vamos Frodo, ¿la quieres?—preguntó Merry
—Aunque me lo he estado negando todos estos años, yo se que si la quiero—respondió Frodo
—Entonces, habla, no temas, nos hemos dado cuenta, que siempre que la ves sonríe, tú tienes muchas esperanzas—dijo Merry
Luego de acabarse sus cervezas se levantaron y salieron de la taberna. Juntos, caminaron hacia Hobbiton, llegaron y luego fue cada uno a dormir.
############################
Hola, gracias por leer y seguir mi historia.:-D
¿Que os ha parecido?
¿Os a gustado?
¿Disfrutáis de leer esta historia?¡Espero que sí!
Bueno, aunque he tardado un poco, por fin he publicado este capítulo que es el séptimo de este fanfic.
Recordad que abajo encontraréis una linda estrellita que podréis pinchar si os está gustando la historia.
Saludos a todos vosotros.
![](https://img.wattpad.com/cover/103515852-288-k191357.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Partiré pero volveré por ti [ Frodo Fanfic ]
FanficFrodo conoce a una hermosa hobbit de quien cae perdidamente enamorado, varias cosas sucederán entre los dos antes de que Frodo parta de la Comarca.